Nubes y claros

Amaneció con lluvia y no apostaba un duro por la salida dominical. A las 8 menos cuarto montado en mi bici con el chubasquero puesto camino de la panadería suena el móvil y anuncios de las primeras bajas Trancas me comunica que el y Piti en vista de que llueve no salen.

Regreso a casa con el pan y cuando me subo nuevamente a la bici y pedaleo unos metros camino de Pelayo otra vez el móvil. Esta vez era Carlos para confirmar que el si estaba dispuesto a salir.

En Pelayo solo apareció Germán con su bici. Bueno Germán y Jose (desdelpicu) que pasó por allí para saludar.

Nos dirigimos hacia la Guía comentando que hoy seríamos un terceto, y cuando llegamos allí nos esperaba Carlos. Yo tenía que hacer un pequeño ajuste a la dirección de mi bici y alargamos la parada un poco más de la cuenta, lo que permitió acoplarse al Grupo a Camblor y a Juanse. Por cierto todos con chubasquero menos Camblor que marcaba bíceps en manga corta.

Nos encaminamos hacia la senda de la camocha y a medida que nos acercábamos a la Camocha el cielo se iba despejando y el Sol se hacía notar. Rinnng Rinnnng otra vez el móvil. Era Piti que se quería acoplarse al grupo y preguntaba por donde transitábamos. Después de las oportunas explicaciones y de algún que otro rodeo para que nos encontrara en el inicio de la subida del picu por el “ocalital” nos dirigimos hacia la cima. Continuamos por San Martín y bajamos hacia la Peral para subir el bosque de Muño, pero el guía en esta ocasión (un servidor), se despisto un “mucho” y aparecimos en la carretera que une la carretera de Siero por la Madera con la carretera de Siero por Vega. En vista del fallo a rodar por asfalto con la de montaña. Si Sargento se que es pecado pero estoy dispuesto a aceptar la penitencia que consideres oportuna. Una vez en el alto en cruce de la iglesia de la collada Piti sugirió acercarse a la cuesta de la vaca y raudos y veloces nos dirigimos hacia allí. Hoy estaba muy bien para subir, pero hoy tampoco. Siempre me pasa algo en esa subida y alguno de mis pies toca tierra. En fin otra vez será. El único que no posó el pie fue Carlos y llego arriba de un tirón aunque dice algo de apoyar el codo en algún sitio. Bajada hacia la parada del autobús y en vista de la hora que era nos decidimos a continuar hacia la bajada de la Bombilla continuamos por  la caleya de la Llomba, Vega, Senda fluvial y después cada mochuelo a su olivo.

Una salida dominical entretenida. A falta de cronistas oficiales yo hago las veces, pero no es lo mismo.