lunes, 30 de enero de 2012

REBELIÓN EN LA GRANJA

 Hoy teníamos preparada una ruta por el Monte Areo, un poco original, bajaríamos lo que habitualmente subimos.
En la reunión en Pelayo, falló el Sargento Cocorico (perdón, el Sargento Playu, no sé en que estaría pensando). Parece que en Cimavilla había lluvia, lo que nos extrañó, fue ver a Pedro el Trasmi, en camiseta y zapatos de verano.
Por el Llano, también estaba cayendo un “diluvio” de los grandes, según El Gallo Claudio-Turonman, aunque cuando llegó Piti, no venía mojado, y él, solo vio sol cuando cruzaba junto al “Carreful”.
En la zona Centro, creo que debía estar “inundada”, porque Trancas-Polvorete no pudo salir de casa, pues el agua creo que llegaba a las ventanas del 2º piso. Lo raro era que había gente limpiando el coche en la zona de Begoña aprovechando el solecito.
De Mani no sabíamos nada, esperemos que siga calentito en el gallinero y ya hayan pasado antiguos “problemillas”.
Bueno, a lo que vamos, Janjun, Mario, Yeloquehay, Trasmi, Piti, Pedro, Yerman y Willy nos reunimos en 4 Caminos con un poco de miedo por si nos visitaba la lluvia, pero contentos por no haber hecho como otros COCORICOS.
Muselín, Cuesta del Tiro, Veriña y hacia el Monte Areo. Una vez allí, lo que se dice mucha distancia “a lo largo”, no hicimos, pero de subir y bajar, como diría un andaluz, “nos jartamos”.
Cada cuesta, preguntaban si era la última, y cuando había alguna bajada chula, ni Janjun ni Yeloquehay se lo creían.
Recorrimos algunas cuestas conocidas, y otras no tanto, hubo que empujar un par de veces la bici, pues la mezcla de barro y lluvia hacía imposible llegar a la cima de las cuestas, pero el cachondeo fue el habitual en las salidas repechineras.
Durante la ruta, la gente se reservaba y hacía el remolón, pero cuando llegamos al último alto, antes de empezar a bajar hacia Veriña, y se olieron el final de las cuestas, todos salieron como si hubieran comido las espinacas de Popeye.
Viendo esto, Peter Stone “sugirió” que la gente estaba muy suelta, así que “podemos subir por la cuesta de Veriña, para “suavizar los ánimos”.
A media cuesta, a unos 200m antes de llegar el cruce de Ambás, alguien dijo “entre esos árboles creo que hay una trialera”.
Ni que decir tiene, que fue como cuando soltamos lo perros en las cacerías sobre el rastro de un jabalí. Era como si alguien hubiera dicho “cocorico el último”.
La alegría duró poco. Enseguida vimos la bici de Yeloquehay en el suelo y la de Piti; ¿Qué ocurría? Cuando nos fijamos y estaban apartando árboles de la ruta, nos pusimos en lo peor. A los 10m se estrechaba el camino, y se estrechaba y se estrechaba hasta que nos tuvimos que bajar de las bicis pues la zona “ciclable” se había acabado. 
 Escallos por todos los sitios, matorral salvaje y alguna huella de un dinosaurio que debió de ser el último ser vivo que había pasado por allí, fue lo único que vimos antes de llegar de nuevo al asfalto. Quien tendrá suerte es el fabricante de equipación de bici, pues creo que más de uno tiene que pedir ropa nueva.
Ya de vuelta, decidimos subir la cuesta de Veriña, porque queríamos “acortar” el regreso a casa. En los primeros metros Mario rompió la cadena, y entre esto y alguna que otra avería en la ruta, hizo que el tiempo se nos echara encima, y no pudiéramos rematar, subiendo el Tiro, pero con la sensación del deber cumplido.
Hasta aquí, la aventurilla de hoy, esperamos que la que nos prepare el Playu antes de la comida del Domingo no sea muy dura y la gente se anime.
Es obligatorio ir a la ruta para tener plaza en la comida. Jejejejejeje Nos vemos, un saludo a todos WILLY.


El track de la ruta y las fotos de  Janjun aquí.

sábado, 28 de enero de 2012

EL QUE LA SIGUE LA CONSIGUE

Cova, mi personal trainer, me tenía preparada para hoy, una jornada para “estirar un poco las piernas”. El programa que me ha preparado para llegar a rodar un poco más cerca de la “elite”, se basa en tres pilares fundamentales. A diferencia de los programas para “pros”, que se suelen basar en fuerza, potencia y resistencia, el mío se basa en ¡¡¡Caña, Caña y Caña¡¡¡.
Hoy al levantarme, caía un poco de agua, y yo me las prometía muy felices. El dialogo que se escuchó en casa, fue algo parecido a esto:
Cova :- ¡Venga arriba, que te toca bici¡
Willy: - No, que está lloviendo
C- Nada, esto son 4 gotas de nada
W- Además me duele un poco la espalda
C- No me cuentes historias, arriba
W- Y además de la espalda, la rodilla
C- Ni rodilla ni rodilla, venga, que esto para en 5 minutos
W- Es que no me acuerdo donde puse el candado de la Nenita
C- Como decís los Repechinos, me pareces un poco GALLINITA
W- No, que no son excusas, de verdad, estoy muy malín
C- COCORICO, COCORICO
Al oír esto, salté de la cama como un muelle, y mirando por la ventana, me animaba pensando que Cova siempre acierta con el tiempo y estas gotas cesarían enseguida.Cojo a la Nenina, y el chubasquero, “porsiacaso”.
En la puerta, ya no llovía. Pasé frente a la oficina de Janjún y pensé: “que pena que tengas que estar ahí encerrado, va a hacer un buen día para pedalear”.
Como tenía una duda en un desvío de la ruta dominical y esta duda estaba en el asfalto, decidí ir para Tremañes y Poago.
En la gasolinera de Veriña, se acabó mi suerte, empieza a llover. Me atecho bajo el puente y enseguida, continuo la ruta. Una vez que se divisa el embalse, a lo lejos, se veían unas nubes que parecía que traerían agua, y pensé que como estaban lejos, no eran peligrosas.
Sigo y antes de llegar al depósito de agua, la lluvia apareció otra vez. Parada bajo unos ocalitos a esperar que pasara lo peor, pero vi que un ocalito no es un buen sitio para refugiarse de la lluvia, así que lo cambié por una mimosa (de las vegetales, que ya os veo que sois unos malpensaos). El cambio, para mejor, pero no mucho.
El chubasquero ya empezaba a trasparentar de la cantidad de agua que caía, y se me estaban llenando de agua las gafas, ¡pero por detrás!, parecía que estaba en mis primeras inmersiones de buceo, así que decidí buscar un techo mejor. Encontré un hórreo, con un poco de hierba debajo, y ganas no me faltaron de hacer una cama y echarme a dormir toda la mañana, pero el frío ya me empezaba a calar, así que en un pequeño respiro que dio el agua, pensé en llegar hasta el embalse y volver a casa.
Según me acercaba al pantano, la lluvia paraba y el sol hacía un amago de salir.
“Si ya estoy en mitad de ningún sitio y pingando, total, si no llueve, mejor sigo la ruta”, pensé. Mala decisión. Seguí.
 Al pasar por junto a la intersección de la Y griega, más agua, y ahora caía con más alegría. Guardarme bajo el alto puente del tren, no sirvió de nada, así que seguí.
Entre el agua que caía, que ya me bajaba por la espalda y la sentía empezar a mojarme el culete, y la que las ruedas soltaban, que parecían un par de grifos, y me obligaban a llevar la boca cerrada, os podéis imaginar el panorama.
La pequeña subida que hay para llegar al punte de Montico, yo creí que habían desviado un río o algo parecido, todo el asfalto era agua que bajaba. Como el agua no podía atravesar el Gore de los zapatos, buscó otro camino, y lo encontró bajando por las piernas, y al llegar a Tabaza, con cada pedalada, se oía un “Crunch, Crunch” dentro de los zapatos.
Aquí volvía acordarme de Janjún y su oficina, imaginándomelo sentado en su cómodo sillón, con el hilo musical y con la estufa a los pies, y esta vez, pensé:
“que suerte tienes de haberte quedado currando”.
Subiendo Tabaza, otra vez sol, y hasta el cielo dejó ver su color azul, pero entre lo que había llovido y la porquería de los camiones, al llegar arriba, estaba más negro que Turonman en sus buenos tiempos de trabajo.
Este problema de la suciedad se solucionaría pronto, exactamente en Prendes, pues otra “nubecilla” descargó sobre mí su carga de agua. Yo, ya me reía por no llorar.
Cuando llegué a Veriña, ya no sabía si temblaba, pedaleaba, tiritaba o donde estaba.
Como Rambo, no sentía las piernas; Como un bebé, tenía el culo mojado, no hacía más que escupir arenilla del agua que me tiraban los camiones, no veía ni para cantar, y los dedos no podían ni cambiar los piñones para encontrar el golpe de pedal que me llevara a casa.
No sé cuando ocurrió, pero cuando me di cuenta, no llovía. No me lo podía creer, encima de Gijón, ¡¡¡¡¡NI UNA NUBE; SOL; SOL Y MAS SOL ¡¡¡
Agotado, pasé a visitar a Barrancas y a Santi por el curro, y allí estaban los dos, Barrancas haciendo abdominales sin parar, y Santi leyendo el periódico par ver como estaba la bolsa y ver si era momento de vender acciones o invertir en deuda del estado.
De camino a casa, no sabía que hacer, si meterme entero en la lavadora nada más llegar, o entrar al túnel de lavado de la gasolinera.
El espectáculo al llegar a la bañera, era digno de ver, la ropa, creo que no la pone limpia ni Mr. Popper, y en cuanto a mí, los dedos de las manos estaban más arrugados que un pergamino, los de los pies, pálidos y encogidos, y para encogidos, los Kinder, parecían los de un jilguerín, y el “pincelín”, creí que me lo había llevado el agua, porque casi ni lo encuentro.
Bueno, al final, hice honor al refrán, y “el que la sigue, la consigue”, y pude terminar la ruta preparada para hoy. Otra cosa será como quito la pulmonía.
Un saludo a todos. WILLY 
                               

jueves, 26 de enero de 2012

EL MUNDO AL REVES

Por lo general, siempre hacemos las rutas de la misma manera , siempre subimos el Mortirolo, subimos por los túneles….. subimos y volvemos a subir.
Hoy propongo una ruta un poco diferente. Bajaremos lo que siempre subimos.
La ruta que propongo, empieza en 4 Caminos, para ir despertando subiremos al Muselín por junto al lavadero, o sea, por la carretera general. Una vez arriba, en la carretera de la Campa Torres, tiraremos hacia abajo, y a unos 200m, junto a la marquesina del bus de la derecha, cogemos ese falso llano que nos llevará a lo alto de la subida del Campo de Tiro. Ahora, bajaremos la temible cuesta, con cuidado, sobre todo si está húmedo el hormigón, sino, podemos acabar “visitando la cuneta” y clavándonos algún que otro pincho (palabra de que es fácil que esto pase). 
Una vez abajo, giramos a la derecha y volvemos a bajar la Cuesta de Aboño, que casi siempre subimos. Llegamos a la carretera general, izquierda y enseguida derecha.
Subimos junto al punto de reciclaje, dejamos a la derecha el desvío hacia la perrera y seguimos por el asfalto. Hacemos la misma ruta que otras veces, pero al revés.
Pasamos junto al bar El Restayu (creo) y a unos 150m, junto al contenedor de la basura, a la derecha; subida por asfalto, hasta el deposito de agua y luego “seguimos parriba”.
Llegados a la zona de la zalia, vemos un cartel que indica Monte Areo a la derecha, y viendo que ye subida, pues, parriba. El camino se hace negro, y al llegar al alto, en el cruce, cogemos a la izquierda, y subimos por donde “otras veces bajamos”.

Una vez arriba, tenemos una bajada a la izquierda, por mitad de la ocalitera, por donde subimos una vez en la Vuelta al Concejo. Una vez abajo, en vez de tirar a la izquierda, que nos llevaría a la carretera, tiramos a la derecha y volvemos a subir a la pista por la que bajábamos antes. Giramos a la izquierda y tras otro falso llano conocido, llegamos al cruce conocido en lo alto del Monte Areo.
Giramos a la izquierda, y luego otra vez a la izquierda, volvemos a pasar junto a las conocidas colmenas y otra vez a bajar. Una vez abajo, otra vez a la izquierda y parriba.
Después de la zona dura, ya giramos a la izquierda rápidamente, antes de llegar a la cima, y continuamos por una bajada larga, hasta el pueblo y la carretera general que nos llevará pegados a la autopista hasta el bar del embalse.
Una vez en el bar del embalse de San Andres, nos desviamos hacia la izquierda, pasamos el pueblo, y pasamos por encima de la vía y luego giramos a la derecha, por la ruta habitual que nos lleva a pasar junto a un vivero de plantas y a subir una cuestina de hormigón hasta una casa que esta en la carretera de asfalto. Aquí, en vez de bajar hacia Gijón, cogemos a la izquierda, un poco de asfalto y tras pasar por junto a una casa con una panera muy pintada y decorada a la derecha (de 1800 y pico), a unos 100m a la derecha, rampa de hormigón, que nos lleva a una subida, no muy fuerte, pero que no dejará charlar a los participantes. 150m “abundantes” y vemos 3 opciones,
1ª de frente. Parece la mejor opción, pero no. Acaba en una ocalitera recién cortada.
2ª a la derecha. Error, acaba en un prado sin salida.
3ª izquierda. Buena elección (jajajaja). Aunque haya un poco de basura a la entrada, siguiendo las huellas de una escavadora de oruga, subiremos,  subiremos, y subiremos. Por fin llegaremos a una autopista, o eso creí yo tras la subida. Ya en lo alto del Monte Areo, llegamos al cruce de los 4 caminos. Aquí, dependiendo de la hora, recto, y luego a la derecha, para llegar a bajar por la cuesta que empieza en el cruce de Prendes, antes de la rotonda a Candas.

Tomamos a la derecha y si hay tiempo y ganas podemos poner la “guinda” a la ruta, subiendo la cuesta de Veriña, y si queremos poner la “guindilla”, ¿porqué no la del Tiro?, ¿Quién dijo miedo? WILLY

PD. El día que tenga un GPS no voy a volver a escribir más rutas en la vida.

miércoles, 25 de enero de 2012

Bailes de salón

Algún miembro de los repechinos es un consumado bailarín en la categoría de bailes de Salón. Intentamos colar nuestra cámara en su academia, pero no pudimos grabar al bailarín. Nos conformamos con ver a una pareja de bailarines alumnos suyos. Si si, alumnos del bailarín repechín. ¿Quién será?


lunes, 23 de enero de 2012

LOS PITUFOS Y GARGAMEL

 Amaneció un poco nuboso, pero mis ganas de salir en bici eran mayores que los nubarrones, así que sin mirar el foro ( por si se suspendía la salida), salí en dirección a Pelayo. Con tiempo de sobra, llegamos El Trasmi y yo, y después ya el resto de los Repechinos, eso sí, puntuales como siempre. Cortés, Desde el´picu, Yeloq´hay, el Sargento, Trancas, Turonman y un nuevo compañero, Marcos. Janjún llegó a punto de cerrarse el control de salida, seguro que ya se venía imaginando lo que nos esperaba hoy. Estábamos esperando por Mani, porque hoy era el encargado de “ guiarnos por el buen camino”, en la ruta repechinera, pero una llamada de última hora nos dejó sin guía.
Fuimos improvisando sobre la marcha, siempre bajo la batuta de Turonman y la buena ayuda para improvisar caleyes de Trancas, también llamado Mr. Gepesín.
No sé como, pero sin darnos cuenta ya estábamos subiendo la Providencia, momento en que nos llamó Piti, y tras indicarle que subiera por la Fuente de la Reina “ para ir entrando en calor”, nosotros por nuestra parte dimos un pequeño rodeo por la bajada a Estaño y subimos en dirección a La Barranquilla. 

 
 
 
 
El suelo estaba bastante resbaladizo, y sino que se lo pregunten a Cortés, que dio con sus huesos en el suelo al cruzar uno de los puentes de madera.
Reunidos con Piti, y sin Mani “ Cocorico” Manitas de guía, pasamos unos momentos un poco perdidos, pero enseguida nos recuperamos, pensando donde había una buena cuesta o un buen barrizal, nos dirigimos hacia Quintes, y barro y charcos, no nos faltaron en la ruta.
Alguna zona con la bici de la mano ( Marcos al hombro), y el recuerdo de Mani diciendo “ vergonzoso, no sé que hacemos aquí”, alguna bajada por mitad de algún prado y el miedo en el cuerpo por tener que cruzar el río con el agua por las rodillas, nos llevaron a la zona donde el Playu pasó su infancia.

 
Enseguida nos dirigió a “ un caminín que pateábamos de pequeños”. El resultado, seguro que os lo imaginais, acabamos en una caleya, piedras y barro como para exportar y al final, ¡¡¡¡ a cruzar el río!!!!. Menos mal que no llevaba mucho agua y no era muy ancho, que sino, ya veo que el pellejo del Playu no iba a llegar entero a la comida del Jabalí.
Al otro lado del riachuelo, volvió a tocar hacer un porteo, un poco largo, pero que se nos pasó enseguida entre las risas y el cachondeo de todos los participantes.
Un par de caleyes más, y aparecimos en la Playa España, donde nos tomamos un piscolabis en forma de barritas, isostar y fruta. Después, subida por el asfalto, donde cada uno sacó lo que le quedaba dentro, unos para escaparse, otros para que no se les escaparan los compañeros de grupo, y otros para llegar arriba como fuera.

Hoy, a mí, personalmente, se me atascó un poco la ruta, seguro que es por la falta de práctica, pero que se solucionará con algunas klandestinas .
Lo que en principio agradecí, fue la ayuda, yo creía que desinteresada del Playu en las cuestas, pero que luego ví que era interesada, ya que no paraba de hablar si habría bastante comida para el Domingo, que si se había apuntado mucha gente, que si había más de un plato por persona….Yo creo que ya sueña con la comilona. Como salga algo mal, ya me puedo ir a vivir a la Conchinchina.
Una vez arriba, en la carretera de la Providencia, unos se fueron hacia Gijón y otros hacia la gasolinera del Infanzón, donde lavamos las bicis . 

 
Como era temprano, decidimos bajar por Somió, y aquí se me ocurrió el título para la crónica de hoy:
Ver a varios Repechinos vestidos de azul, y detrás al “chiquitín” de Janjún de negro, intentando atraparlos, era como ver a los Pitufos escapando de Gargamel.
Una vez en el Muro, Cortés volvió a catar el asfalto, esta vez, chocó por detrás con Marcos y el primero acabó en el césped. Hay que decir que Marcos no quiso saber nada del incidente y no quiso enseñar el carnet de conducir ni los papeles del seguro de la bici, porque dijo que la culpa fue de Turonman, por tirar cosas por el asfalto.
Total, intentamos buscar algún policía para resolver el entuerto, pero ya se sabe que cuando se les necesita, no hay ninguno cerca.
Bueno, hasta aquí nuestra aventura de hoy, esperamos que Mani nos acompañe el próximo día, que ahora ya hay barro y humedad en las rutas, dos elementos que a nuestro amigo le “ encantan”. ¡¡¡Te esperamos el domingo Mani!!!.

Un saludo a todos WILLY


PD. Envía las crónicas un poco primero que aunque tu tengas el turno de tarde algunos tenemos que madrugar y no acostamos un poco primero. ¿Capichi?

¿Donde está la crónica?

Puede que la desaparición de megaupload tenga algo que ver, o puede que no. Lo cierto es que no tengo ninguna crónica en mi poder. Tengo las fotos de algunos de los asistentes como podéis ver.

Espero que el "chico de la neurona" se ponga las pilas en el transcurso de la mañana y o bien por Seur, por lo civil, por lo penal haga llegar la crónica a mi poder. En cuanto eso suceda la publicaré.




viernes, 20 de enero de 2012

lunes, 16 de enero de 2012

Las gallinas salieron del corral

Llegué el primero a Pelayo, parecía que tenía ganas pues llegué a las nueve menos diez. Así que me resguarde del frío, y me senté en una repisa de una ventana a esperar por el resto de repechinos.
Fueron llegando Transmisiones, Turonman, Sargento Playu, Peter Stone, YLQH, Janjun y Cascoloco. Emprendimos la ruta y se nos unió Yermano. Charlando por el paseo del Muro, vimos a Mónica (hermana del Yogurín ), con un espectacular Galgo, no se quien sacaba de paseo a quién…jajajaja.
En la Guía cogimos a Manny, que como siempre me recibió con un “vaya robo el partido de anoche”, y es que le debe joder que sea del Madrid…jajjaajjaja. No te preocupes que esta semana, en el partido de copa seguro que perdemos, y la eliminatoria también, más que nada para que los cules de los c…… se queden con la copa de los españolitos, vamos pa que se jodan…jajajajajja.
Nos llamó Piti, que venía más tarde, y quedamos con él en el Camping de Deva.
La ruta, me tocaba a mí, y Willy, yo acudo cuando capitaneo la ruta, que lo sepas…jejejeje.
Subimos por el camping a La Olla, subida no muy tendida, pero que subimos a mil, o por lo menos eso me lo pareció a mí, pues en el alto, necesitaba un pulmón, y el sargento más ancho que un ocho, y como el cuerpo le pedía guerra, subió y bajo tres veces, para ver cómo subía la gente. Nos encaminamos a San Miguel, por la ruta que solemos hacer para ir a Covadonga, un pequeño tramo.
Un tranquilo descanso esperando a los más rezagados, y es que Piti, no sabía que hacer para no subir los repechos, en el primero tuvo que cambiar la cadena, pues el finde anterior cuando la rompió la colocaron mal, no lo puedo entender, pues el finde anterior acabo la ruta, y hoy en la primera cuestecilla, se dio cuenta, y a continuación no se que le pasó con una maneta del freno.
En este punto de espera, que dio para mucho, Manny, se fustigó con su edad, porque siempre dice que él es diesel, y que yo como soy más joven puedo dar arreones que el no puede, en fin pobrecito, si es que esta claro que todo el mundo anhela lo que no tiene pues yo querría su diesel..jajajajaja.
Subimos por la parte de atrás del Curbiello, y a alguno se le hizo demasiado duro. Peter Stone y Casco Loco, nos decían adiós, no comento o si, el primero indicó que iba frenado y que no había salido anoche, y el segundo que debía de acompañar al primero. Por lo tanto tengo que decir que fueron las primeras gallináceas en abandonar el corral.
 
 

 
 

 
El sargento playu pronto replicó que debía abandonarnos pronto, cocorico.
Subimos en dirección a la cordal de Deva, y descendimos por un caminín muy majo que a alguno se que le prestó más que a otro. YLQH, por el miedo a la repetición de los hechos, apoyo el costado en la bajada. Transmisiones que no venía con su bici habitual, bajaba sin frenos, habéis oído bien sin frenos. Piti, se produjo un arañazo con una rama, cercana al ojo, le aconseje que al llegar a casa se echara abundante alcohol en el ojo, y también en la parte dañaba. Entre la santa de Piti y yo, él dijo que fue una rama, pero nadie le vio, no digo más..jjajajajaja.
Subimos por Brañaverniz en dirección a la Cabaña del Marqués. A media subida me quedé sin fuelle y cogí un ritmo diesel, Piti y Manny aprovecharon para pasarme, y en el alto me estaba esperando el sargento para esprintar los últimos diez metros. Se que algún día os tocará no os preocupéis…jajajajaja.
Nos abandonó el sargento playu cual desodorante, y nosotros seguimos por el monte.
 
 
 
 
 
Hablando con Piti de mis problemas profesionales, llegamos a una verja, que tenía un cartel de advertencia: Cuidado con el toro,y es que la peña es la leche, y ya no le vale con poner el típico Cuidado con el perro..Joder joder.
Dimos la vuelta, y Janjun que venía un poco más retrasado no se lo podía creer, pensaba que nos quedábamos con él…jajajaja…subir todo esto pa na…jajajaja, pues si.
Tomamos la dirección correcta, y comenzó nuestro auténtico calvario. Esperaba encontrar algo de barro, pero la verdad no tanto, y es que pasaron motos y lo dejaron hecho una mierda, es más, nos encontramos un grupo de moteros en dirección contraria. Los neumáticos parecían slicks, y resbalaba de un lado al otro, era una situación frustrante pues no te permitía avanzar.
Cuando todo termino, teníamos barro hasta el tuétano. Manny llegó con buena cara, las malas lenguas comentaban que quizás fuese por el cambio de medicación, aunque creo que él ya se esperaba una encerrona así.
Piti, nos quiso abandonar, por segunda vez, y tras el cocorico habitual, decidió continuar, y es que no hay nada más intimidador que un cocorico a tiempo..jajajaja
Subimos hasta Cuatro Jueces, y luego en dirección al Fario, las mecánicas pese al esfuerzo realizado no se vieron afectadas, y en un plis estábamos en el Pico Fario.
Vimos un grupo de mujeres que nos preguntaron donde estaba el pico Fario y atónito les dije que estaban en él, y que querían ir hacía Cuatro Jueces, y gustosamente les indicamos.
Descendimos como centellas, y Janjun empezaba a coger color, y comentó que todo el sufrimiento del día había merecido la pena por ese descenso.
Recibí un wasap del sargento con las fotos del vermut que tenía entre sus manos, ya sabéis sólo para ponernos los dientes largos, en fin…
Una vez en la Casa de la Radio, el resto de gallináceas, decidieron abandonar mi compañía, y bajaron por La Llomba. Yo, sin embargo, fui por la Cordal de Deva, en dirección a Cabueñes. Bueno realmente no se quien abandonó a quien…jajajajaja.