domingo, 9 de diciembre de 2018

Convocatoria Mañanabuena 2018

Un año más llega la navidad y, por supuesto, la Mañanabuena!!.


Estais todos invitados a participar en esta ruta tan especial. No hace falta. El único requisito es llevar algo de comer o beber para compartir (turrón, polvorones, callos con chorizo...).


Por motivos laborales, la ruta se realizará la mañana del Domingo 23 de Diciembre: Saldremos de la Estatua de Pelayo a las 09:00 y pasaremos por la Guía a las 09:15.


Salu2 y Felices Fiestas

domingo, 3 de junio de 2018

EN UN LUGAR DE LA RIBOIRA….

De cuyo nombre no quiero acordarme, no ha mucho que vivía un hidalgo de los de rodilla ensangrentada, biela antigua y murciélago bajo el corredor.

 Tranquila pasaba su vida viendo “las hojas pasar” en el sencillo pueblo gallego de Bulso, con el único pasatiempo que leer sus novelas de grandes rutas bicicleteras, nuestro caballero andante D. Yeloque de la Rampa. 

 Vivía cerca de su casa de Bulso, un amigo suyo, conocido desde casi la infancia, de curandero de profesión y también muy aficionado a los libros de “bicicleterías”, llamado Playu Panza.

 Levantose un día temprano nuestro amigo D. Yeloque y poniéndose sus “mejores galas” de Repechín (que aunque ya habían visto pasar muchas primaveras, aun se podían adivinar los antiguos colores azules y amarillos que brillaron hacía mucho tiempo), cogió su montura y emprendió camino a casa de Playu Panza.

- ¡¡¡ Haaa de la casa ¡!!!! (dijo don Yeloque)

- ¿Quién osa interrumpir mi desayuno? (contestó Playu Panza)

- ¿Desayuno? ¿ con el sol ya en su punto más alto?

- Si, la verdad es que hoy lo he alargado un poco, pero es que ya que había empezado el jamón, no iba a arriesgarme a que se estropeara dejándolo empezado.

- Pues vamos, que tenemos trabajo 

- ¿Trabajo?, pues yo ya tengo bastante trabajo aquí curando a los campesinos . ¿Por qué no llama vuesa merced a Willy, que seguro que de buena gana os ayudará en vuestra aventura?

- ¿A Willy?, El Willy que usa la cabeza solo para separar las orejas y que tiene unas manos solo para que sus brazos tengan un final?. No me hagáis reir.

 Y así salieron nuestros dos amigos camino de la cercana población de Monfortia, donde les esperaban el italiano D. Rogelio Dolce Gusto, Conde del Kilovatio Loco y D. Alfonso de la Ensenada, Marqués de Fuensanta y Grande de España de la Orden del Microfaradio.

 Los nobles querían inspeccionar los territorios cercanos donde esperaban establecer sus casas de veraneo, atraídos por los famosos caldos procedentes de las viñas cercanas al rio Sil y los manjares de los mares cercanos.

 Venidos de la ciudad con los nobles, venían el vasallo Piti, que hacía méritos para poder entrar en la Orden de los Microfaradios, ya que llevaba “unos años” ensayando con alternativas a la iluminación con grasa de cerdo. También estaban en el grupo un “jovenzuelo” con nombre de personaje de la Biblia , Israel el Grupejo, del que poca cosa se sabía, solo que se había hecho famoso sacando a la cabra del alcalde del pueblo de la acequia del regadío y salvándole la vida tras un boca a boca, y un huido de la vecina Asturias a causa de su fama de D. Juan, la cual le había conllevado un buen número de garrotazos en sus costillas, escapando de posadas y fondas en las que servían guapas zagalas, llamado Kikerikí, y conocido como “El Gallu la Quintana”.

 Celebrábase por dáquella fecha, una famosa romería en el pueblo de Monfortia y allá que subían los romeros en penitencia hasta sus más altos montes. Sabedor Nuestro Hidalgo D. Yeloque de la romería, se unió a los romeros sin dudarlo, y el mal de la “azotea” que padecía, salió a relucir a los pocos metros del paseo. Sin saber cómo ni porqué, D. Yeloque “espoleó” su montura, bajó de repente tres piñones, y poniendo la cadena en S. 34 empezó a dejar atrás a los tranquilos aldeanos de Monfortia que le miraban con ojos desorbitados. 

- ¡¡¡¡¡Mi señor, a donde vais? ¡!!( Gritaba Playu Panza) 

- ¡¡¡¡¡ Mal rayo me parta si no consigo la “corona” del Strava en esa subida ¡!!!! ( Decía D. Yeloque) 

- ¡¡¡¡ ¿Pero que cuesta, mi señor?!!!! Si estamos en las calles de Monfortia ¡!!! 

- Tú no lo ves , mi fiel Playu, porque el Mago Malandrín engaña tus cansados ojos.

 El Marqués del Capuchino y el Conde del Kilovatio, no salían de su asombro, y ya pensaban que aquellos aldeanos de la Orden de San Repechín estaban como auténticas cabras y pensaban…… “¿Pero qué hacemos aquí rodeados de esta gentuza?”

 La primera parada para recuperar fuerzas fue en la Posada de La Buena Rosalía, donde los esforzados romeros pudieron dar cuenta de buenos caldos ( aunque el color azul de los mismos no convencía mucho a D. Rogelio y a D. Alfonso, acostumbrados a que en sus mesas palaciegas el vino de la Ribera del Duero reinara por doquier).

 Reanudada la marcha, se perdió entre la muchedumbre Willy, que como siempre, no sabía si iba o venía, y ya no lo supo hasta acabar la ruta. A los pocos metros, otra vez D. Yeloque armó una de las suyas. Volvió a “atacar a S. 34” y salió, bote de hidratación en mano, a atacar como un poseso a unos pobres peregrinos que hacían el Camino de Santiago. 

-¡¡¡¡Mi Señor, ¿Dónde vais?!!!!! 

-¡¡¡¡¡ Malditos infieles, yo os mandaré con vuestros antepasados y haré una limpieza de Galicia que saldrá en futuros libros de Bicicleterías ¡!!!! 

-¡¡¡¡Que nó, mi señor, que son peregrinos, que van a presentar sus respetos al Patrón a Compostela ¡!!!

-¡¡¡¡Si, si, que se las compongan como puedan, pero fuera de nuestras tierras ¡!!!!

 Viendo los peregrinos que D. Yeloque les arrojaba agua y les lanzaba barritas energéticas que hacían bastante daño, le plantaron cara, y con un certero golpe de uno de sus cayados, terminaron con el cuerpo de nuestro hidalgo por los suelos. La paliza que sus tullidos músculos recibieron, no la olvidaría en mucho tiempo, y menos mal que Playu Panza estuvo al quite y pudo sacarlo de allí rápido, sino las acciones de B&B (Bendas y Betadine) se abrían salido de la tabla de cotizaciones en bolsa.

 - ¿y tú decías que eran peregrinos, mi fiel Playu? 

- Pues claro señor. 

- Que poco sabes de rutas de Bicicleterías, ¿cómo sino, sin la ayuda del Mago Malandrín, podrían habernos rodeado ese ejército y atacarnos a traición? 

- ¿Ejercito?, ¿A traición?, ¿Mago Malandrín?. Señor, el Gatorade os ha sentado mal, eran tres, y uno era un niño, otro una mujer cuya artrosis le impedía casi mover los brazos y el tercero, un hombre que seguro ya tenía bisnietos.

 Siguió la ruta, atravesando preciosos bosques de robles y tupidos pinares, y ya parecía que la calma había llegado a la Ribera Sacra. El Conde del Kilovatio y el Marqués del Capuchino, seguían su búsqueda de terrenos , montados en sus briosos corceles, que hacían la ruta mucho más descansada que para el resto de los participantes, haciendo que los kilómetros y las rampas pasaran sin casi despeinarse ni que una gota de sudor cayera por sus sienes. Willy seguía en sus mundos de Yupi, sin enterarse de donde estaban sus compañeros, Kikerikí, perdido en las posadas y mesones de la ruta, haciendo lo que mejor sabía, embelesar a las posaderas que le decían al oído……“Si, mi amooool, como tú ya saaabes “, el Grupejo, dando charlas de teoría sobre cómo sobrevivir tras una caída al rio o a una acequia, y el “aspirante” a la Orden de los Microfaradios, Piti, seguía a rueda a los nobles para que no les faltara de nada, y así ganarse unos puntos y alguna carta de recomendación.

 La ruta organizada por los mercenarios de la Orden del Castelo Bike discurría por parajes espectaculares, tan pronto nuestros nobles y nuestros plebeyos, nuestro Hidalgo y su escudero subían a altos montes, como bajaban a frondosos valles, o cruzaban verdes praderas. También había barro, bastante , pero allí era donde los plebeyos de San Repechín se encontraban en su “elemento”, las sonrisas llegaban a sus rostros y espoleando sus monturas cruzaban los charcos, los juncales y los bosques en un santiamén.

 Y así seguía la ruta, subida por aquí, bajada por allá y un ambiente espectacular y una organización de 10. Y antes de lo que nuestros héroes se dieran cuenta, ya estaban de nuevo en Monfortia, donde les esperaba una comilona de las que no se olvidan. Pero tras unos vasos de los vinos de la Ribeira, el cerebro de nuestro amigo D. Yeloque, volvió a las andadas . Playu Panza, vió en los ojos de nuestro amigo, un cambio, y antes de que le pudiera echarle mano, ya D. Yeloque estaba corriendo por encima de las mesas, tirando platos y volcando vasos y botellas, y agarrando una escoba que por allí estaba, empezó a pegar estocadas al aire sin parar. Un ataque arriba, una defensa, una finta , un salto hacia adelante y otro ataque, era increíble que aquel delgado cuerpo pudiera tener tanta energía. 

- ¡¡¡¡ Toma, bellaco, y tú, toma también, no escapareis sin probar mi acero…. ¡!!!!! (gritaba D. Yeloque) 

- ¡¡¡¡¿Qué hacéis mi señor ¿!!!!! (gritaba el Playu intentando echarle el guante. 

Pero D. Yeloque no atendía a razones y allí que seguía peleando. 

- ¿Pero a quien atacáis, mi señor? 

- A estos ogros que quieren mandarnos a reunirnos con el Altísimo. 

- Pero D. Yeloque, si estáis dando estocadas a los cortinajes de la posada donde estamos comiendo ¡!!

 Calmada la situación, los manjares que nos sirvieron en la posada fueron pasando del fondo de los platos, a ocupar un lugar destacado en nuestros estómagos, y tras unas copas de buenísimo licor café y orujo de hierbas, dimos por concluida la comida. Unos obsequios por parte de los colaboradores como una noche en la Posada Real de Monfortia, unas sesiones de “imposición de manos” de uno de los seguidores de Playu Panza, y una montura nueva para uno de los participantes, donada por el herrero local D. Alex Biela Loca Racing, pusieron la guinda a una jornada muy disfrutada por todos.

 Al final, los nobles quedaron encantados con la zona, y prometieron volver pronto a disfrutar de sus paisanos, de sus comidas y de sus paisajes. Los Repechinos, como siempre, contentos, llenos de barro, y con una sonrisa volvieron a preguntar…. ¿Cuándo volvemos?

 Playu Panza, nervioso por la ajetreada ruta cuidando a D. Yeloque, desapareció como un espíritu camino de las cocinas de la posada, pues creía que “un hueco para una par de langostinos más, aun le quedaba”.

 ¿Y qué ocurrió con nuestro amigo D. Yeloque de la Rampa? Pues que siguió con su tranquila vida, siguió leyendo libros de Bicicleterías y hasta buscó una nueva cabalgadura para seguir deshaciendo entuertos de honor y…… ¡¡¡¡seguir buscando rutas para los proscritos de la Orden de San Repechín ¡!!!!! 

                                                                   WILLY 

Bueno amigos, ya solo queda dar las gracias. Gracias a los integrantes de Castelo Bike, y a todos los voluntarios y patrocinadores que colaboraron para prepararnos una ruta espectacular, que dejó en nuestras caras unas sonrisas que nos durarán unos cuantos días.

 Seguro que volveremos el año que viene, pero…… ¿menos locos?. Lo primero casi seguro, pero lo segundo….. casi que imposible. Un saludo a todos. 
                                                                   WILLY 

castelo bike 2018 from J M Rodríguez on Vimeo.