Bueno, bueno, bueno. El Soplao 2011 ya es historia, y lo mismo que este año comencé con dudas sobre si ir o no a conocer en mis carnes la dureza de su trazado, ahora estoy completamente seguro que el año que viene repito.
No tengo fotos que puedan ilustrar la crónica, estoy a la espera de recibir algunas de las que hizo Kike, pero aún con falta de imágenes paso a relataros los puntos que más me impactaron.
No se como se pueden colocar casi 4000 tíos en bici en una población como Cabezón de la Sal, pero allí estábamos todos juntos y en sintonía. Con la camiseta del BTT Repechin, (que por cierto llamó mucho la atención), formamos de salida Manny, Piti, Yermano, La Sombra, Kike, (habrá que bautizarlo con algún nombre de guerra), y un servidor Turonman. Nuestra situación pese a haber dejado las bicis la noche anterior dentro de la furgo cedida amablemente por “Peter Stone”, aparcada casi al lado de la salida, estaba en la parte final del grupo. Ocupábamos las calles laterales que dan acceso a la salida calle propiamente de la salida. Pasamos con 14 minutos retraso sobre la hora de inicio por la salida.
Se tenía que prestar especial atención a como rodaban los demás puesto que la fauna ciclista que se ve es de lo mas variopinto.
La primera parte de recorrido era nuevo para mi y por supuesto para Kike y la Sombra. Los veteranos Yermano Piti y Manny ya habían transitado por allí en otras ocasiones.
En esta primera parte las pistas tenían mucho polvo, las gafas enseguida se ponían sucias y a la vez que respirabas te avitualladas.
En estos primeros tramos rodábamos juntos, nos separábamos, unos aparecíamos delante de los otros y todo sin hacer nada extraño. Todo sucedía como y cuando quería la carrera. Dependiendo de la zona que te tocase ocupar, (izquierda derecha o centro de la calzada), podías ganar posiciones o perderlas sin hacer nada más que ocuparte en seguir por tu sitio. En una prueba de tantos participantes es más que suficiente.
En el kilómetro 23 aproximadamente estaba el primer avituallamiento, en el cuál solo pare para coger una botella de agua y seguir ruta.
La marcha seguía y llegamos a una parte empedrada donde no tiene opción de subir montado. Incluso para subir caminando había que pedir la vez. A pesar de que en alguna ocasión me habían advertido los veteranos sobre el tema, llama la atención ver tanta gente de paseo con la bici por aquel pedregal.
Se continúa ruta hacia las cuevas del Soplao y se transita por caleyes interesantes hasta llegar al segundo avituallamiento.
En este punto ya estábamos todos desperdigados. Paré para rellenar el bidón, comer un plátano y degustar la bollería industrial que ponen, y como no veía a ningún compañero continuar la marcha.
Bueno no es nuestro Mortirolo, pero con casi 50 kilómetros se hace notar. En este punto puedes elegir como subir la gente está muy desperdigada y los que optan por subir andando no impiden el tránsito a los que vamos subidos.
Continuamos transitando en descenso hacia la segunda parte del circuito, puede que la más exigente, con la subida al temido Moral, la Cruz de Fuentes o la desconocida parte nueva en el recorrido. Pero eso será mañana. Espero tener un poco de suerte y que me hagan llegar las pocas fotos que tenemos para que no quede tan triste la crónica.
Saludos.
Enhorabuena a todos tanto a los que habeis teminado como a los que no, soys unos cracks.
ResponderEliminarFelicidades y enhorabuena a todos los que acabasteis.Dicen los profesionales que a uno no le dan el carnet de ciclista hasta que llega en un Tour de Francia a los campos Eliseos.
ResponderEliminarPues bien uno no obttiene el carnet de Superrepechín hasta que no termina un Soplao.
Los que no lo finalizasteis ya sabeis...a volver el próximo año.
Joder, no sabía que se podía escribir tampoco y con tantas faltas, disculparme. Lo dicho, felicidades, ya se puede decir que ha terminado el sufrimiento o tal vez, no???...jjajajaja...es cuestión de opiniones.
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