El domingo pasado en mi salida por los montes cercanos a León se me ocurrió la feliz idea de unir parte de dos rutas que hago habitualmente, utilizando las pistas que se pueden ver en Google Earth. Esa técnica no era la primera vez que la hacía, y en anteriores ocasiones me había funcionado con una fiabilidad del 95 %. Como podéis suponer en esta ocasión no.
Utilizando el programa de mi GPS “dibuje” sobre el plano de Google Earth el camino a seguir.
Una vez puestos en marcha al llegar al primer punto de la nueva ruta no veo camino ni pista ni nada parecido. Había una especie de trinchera ancha, pero enseguida la maleza y los matorrales impedían continuar. Volví sobre mis pasos y continué por el camino original hasta la cercana localidad de Valsemana. Y una vez allí para trataría de localizar algún punto que me guiase hacia la pista que conducía al pueblo de Cascantes (la lado de la Robla).
En el pueblo encontré a un par de lugareños que me indicaron que subiese por una caleya que salía allí al lado hasta lo alto de la loma y que allí podría ver la otra pista a la que me dirigía y que si bien no se comunicaban, transitando un poco por el monte campo a través, podría sin dificultad, incorporarme a la misma. Dicho y hecho. Subí a lo alto de la loma y cuando estaba llegando a la cima mi GPS me sugiere con su seductor pitido que debo girar a la derecha.
Me olvido de lo indicado por los lugareños y me encamino hacia una especie de pista que se ve a lo lejos. Hay que ir monte a través pero como es en bajada y a pesar de todos los tomillos, romeros e Hilagas, que hay en el terreno, llego a la parte baja y me encuentro en el centro del laberinto. Me doy cuenta que la trinchera original por la que quería haber transitado en un principio es en la que me encuentro ahora y que corresponde a una conducción de gas de Oviedo a León. Esa era la pista sobre la que había pintado la ruta en el Google Earth. No había más remedio que subir por la ladera con la bici al hombro, hasta llegar a una zona más o menos ciclable y dirigirse siguiendo las indicaciones del GPS hacia la pista que ya conocía.
Al final lo conseguí, pero los “inventos” con las rutas hay que hacerlos con cuidado, pueden tener consecuencias desagradables. Este domingo no había comunicado a nadie la ruta que iba a seguir, (como norma siempre que experimento con los mapas, dejo una copia en papel de la ruta en casa, para que sepan por donde ando), y tampoco había cobertura con el móvil.
No todo iba a ser negativo, esta ruta me permitió contemplar de cerca liebres, perdices e incluso una jineta con una o dos crías. La Jineta se puso enfrente de mí en el camino marcando el territorio desafiante para defender a la prole. Yo aminore la marcha, ver una especie de gato alargado con la boca abierta y bufando frente a ti te hace aminorar la marcha, pero en cuanto vio que no me detenía se escabullo entre los matorrales.
El resumen sería: 60 kilómetros entre fauna autóctona y clase práctica de orientación con GPS.
La ruta queda ya pulida de errores e incorporada al archivo de salidas por tierras Leonesas, lista para repetir en otra ocasión y esperemos que sin percances.
¡Oye! Habrá que ir un día a recorrer esos caminos que ya están pulidos.
ResponderEliminarCualquier día topeste con un osu tambien.
Turonman Rodriguez de la Fuente, como no llamaste a Mr43 para que te fuera a buscar con el todo terreno.
ResponderEliminarSe puede proponer alguna salida por la zona, lo que pasa es que no hay mucho barro y tampoco subidas destacables. Para hacer 1000 metros de desnivel acumulado hay que hacer un porrón de kilómetros. Seguiré investigando.
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