HISTORIA DE GATOS Y RATONES

Cuando los gatos no están, los ratones arman fiesta. Esto es lo que debieron pensar los Ratones Repechinos , Pitxie (Piti), Dixie (German ), Stuart Litlle (Juanse), Jerry (yeloqu´hay), y Mickey (Willy) cuando supieron que los temidos Gatos Repechineros; Silvestre (SargentoPlayu), y el “ viejo” Jinks (Turonman) no estarían en la salida dominical.

Se reunieron en el Ratódromo de las Mestas, en la Guía, y de allí se nombró a Mickey como jefe de ruta. Guíados por la improvisación del cabecilla, fueron hasta Casa Yoly y allí, todos se temían lo peor, subir el Mortirolo, pero antes de empezar la escalada,  un giro a la derecha, les rompió los esquemas e hizo aparecer una sonrisa bajo sus bigotes.

 

Lo que no sabían era que el malvado “roedor” había descubierto una “subida alternativa” hasta la cima del monte, y a decir de todos, mucho más dura que la habitual de asfalto.

Más de uno y de dos pusieron pie a tierra, y los que coronaron el primer repechín puntuable, echaron los hígados y parte de los riñones en el ascenso. Pequeño respiro, una bajadita y otra vez a “meter todo lo que había” para seguir subiendo hacia el Mortirolo. 

El calor era asfixiante y alguno creía que estaba en Sevilla o Granada por el fortísimo sol. No había ni una brizna de viento, y hasta el último de los roedores, sudaron hasta el primer trozo de queso que comieron.

Las últimas rampas del Mortirolo parecían desarrollarse en una parrilla, mas que sobre el hormigón, pero mal que bien, todos llegamos al Área de interpretación de la Naturaleza, donde nos aprovisionamos de agua y tomamos un poco de aire.

 

Bajamos hacia Baldornon, por la trialera  de junto a la Marquesina y luego , como ya habíamos enfriado, volvimos a “ coger temperatura” subiendo hacia la fuente de 4 Jueces.

Una vez allí, parecía que habían visto a Silvestre y al viejo Jinks, pues nuestros amigos corrieron como posesos a esconderse a la sombra del lavadero .  Aquello parecía el metro en hora punta, no había ni un hueco a la sombra.

La ruta siguió hacia la cuesta de la Vaca,  y luego ya, destrozados, mas por el calor que por la ruta, cada uno a su “agujero”,  y a comer su merecido trozo de queso.

                   Mikey ( Willy )

Pdta. Agradezco mucho los “recuerdos” que estos roedores le mandaron a mi madre, sobre todo subiendo la “ruta alternativa “, al Mortirolo. Hablando con ella por la tarde, me decía que toda la mañana había tenido las orejas coloradas, ¿ porqué sería?

Como siempre, un placer y un lujo compartir pedales con estos amigos. Hasta la próxima.

(A  ver si un día pillo desprevenidos a los Valentín´boys y les enseño esta divertida ruta)