domingo, 17 de junio de 2012

LOS 13 DEL PATÍBULO


 Emulando el título de la famosa película, hoy nos reunimos 13 penitentes esperando que lloviera y que el Sargento Playu no pudiera dar rienda suelta a la maléfica ruta que nos tenía preparada para hoy.
Trancas, Desdelpicu, Yeloqhay, Trasmi, Barrancas, Corto Maltés, Jandrínweb, Tellu, Piragües, el Sargento y Willy nos reunimos en Pelayo. El tiempo se veía despejado y nos preparábamos para la ruta “casi llana” de hoy.
Recogimos a Janjun y a Piti en la Guía, y esperábamos encontrar a Mani, pero tuvo suerte de no hacer esta ruta, porque el final fue de los que él cataloga como “ absurdo”.
Ji, ji, ja, ja, ¿Cómo estas?, que bien te veo… y comentarios así, nos duraron poco. Enseguida subida hacia el Cotarón, donde Piti tuvo que regresar a casa y donde como buenos Repechinos, intentamos coger otro camino para  que no nos encontrara a la vuelta, pero no hubo suerte, conoce la zona como el pasillo de casa y nos dio caza enseguida.
Tras subir por un nuevo “falso llano”, los protones y los neutrones del núcleo de Janjún, dijeron basta, y de golpe y porrazo, empezó a dar pedales como un loco sin avanzar ni un metro. Todos intentamos atacarle y “sacarle unos metros” en la subida, pero de nuevo, nuestras malas ideas no se lograron. Llegó al asfalto junto a nosotros y luego, creo que sabiamente, muy a su pesar volvió a casa, porque la avería era gorda para poder seguir la ruta.
Una pequeña subida, pin pan y ya estábamos en la Casa de la Radio, cuatro pedaladas más y la parada del bus de Valdornón pasaba a nuestro lado por primera vez en el día.
Aquí, Barrancas nos abandonó y no quiso hacer la primera Cuesta del día.

Nos dirigíamos a la Cuesta de la Vaca, pero nos esperaba una sorpresa. Giro a la derecha en el alto, y ¡¡¡ A BAJAR ¡!! . Cuesta de hormigón con bastante pendiente y cuando nos las prometíamos muy felices por el descenso, sin comerlo ni beberlo, estábamos subiendo la Cuesta de la Vaca.
La verdad es que está muy arreglada, pero los integrantes del 2º pelotón, tuvimos que poner pie a tierra “un par de veces”. Lo que hicieron los del 1º pelotón, no lo sé. Seguro que dicen que no se bajaron, aunque no debieron de esperarnos “más de cinco minutos”, se veían algunas caras con buen color y un poco sudorosas.
Después, paseo por la sombra de los pinos (jolines, parezco a la María del Monte cantando) y giro a la izquierda hacia la portilla de la Cabaña del Marqués.
Aquí, tras el breve descenso, al empezar a subir, Piragües, pegó un llantazo y el moco de su rueda trasera empezó a salpicar por todos los lados y a dejar escapar todo el aire de la cámara. El sprint del grupo fue como para ganar el premio de la montaña en el Tour. Yeloqhay, Jandrín y yo, quedamos un poco descolgados y no tuvimos más remedio que ayudar en la reparación, pero como siempre, más con ideas que con manos. Jejeje
 
Viendo que tardábamos , el Sargento, preocupado, nos llamó , pero dijo que no bajaba a ayudarnos, que estaba por lo menos a 20 km por delante y que mejor que nos esperaba allí, para que nadie del primer grupo “ se escapara”. ( eso fue lo que dijo, yo ni quito ni pongo palabras, ya sabéis que yo soy de fiar)
Una vez reunida la manada, pequeño descenso para “abrevar” en la fuente de 4 Jueces. Plátanos, barritas, y Piragues intentando que todos comiéramos de los orejones que llevaba y que no quería llevar otra vez a casa.
 
 Otra vez un poco de cachondeo, que alguno interpretamos como “Umm, esta alegría del Sargento, me escama, ¿que se traerá entre manos?”
Mas de uno pensó que ya estaba “todo el pescado vendido “por hoy, pero tras aparecer en la parada del bus de Valdornón por segunda vez en el día, cojimos la trialera de bajada, y aquí fue donde a más de uno, los pelos del lomo, se le erizaron como a gato que ve el agua. Y como no podía ser de otra manera, antes de llegar a la pista ancha, giro inesperado a la izquierda y una sucesión de voces que decían a lo lejos “no puede ser verdad, ya me imaginaba yo algo así, esto no puede ser”

De nuevo, plato pequeño y a subir hacia las naves de los Asturcones en el alto de Deva.
Hoy la subida fue entretenida, no como la última vez que la subimos el Sargento y yo y tuvimos que poner “Bielas en polvorosa” ante el ataque de un loco con una motosierra que nos quería ayudar a desbrozar el camino.
 
Una vez arriba, llegó la parte que Mani denominaría “absurda”. Intentamos bajar desde las áreas recreativas por una trialera hasta la zona del Chabolu, pero creyendo que la bajada estaría en mejores condiciones, nos equivocamos, y estaba mucho peor que el verano pasado. Resultado, mas tiempo andando que en bici, y Tello que estaba empeñado en comprobar con el cuerpo la dureza de las piedras en varios puntos de la bajada.
 Al final, yo no sabía si estaba el último o había alguien más atrás, y me descolgué del grupo. Un poco mas adelante, vi. a Piti y lo seguí, pero su camino era diferente al mío, y seguí hacia la Senda. Junto a la Escuela de Ingenieros, encontré a Cortés, con “ problemas de contención de aire en su rueda trasera”. Como siempre en estos casos, ni un Repechín en el horizonte, y a mí, que no me quedó mas remedio que ayudarle, eso sí, moralmente, como siempre. Enseguida llegaron Desdelpicu, Piragües y Jandrín, que sin bajarse de las bicis, ayudaron todo lo que pudieron.
 
Reparada la avería, Cortés y Jose siguieron por la Senda, y los otros tres, nos fuimos a dar una ducha a nuestras bicis al lavacoches de Viesques. (la ducha fue solo a las bicis, nosotros no nos frotamos la espalda unos a otros, que ya os veo las risas a través de la web cam)
Bueno amigos, hasta aquí nuestra aventurilla de hoy, espero que todos lo hayan pasado bien . Una ruta , como siempre, con buen rollo y muchas risas, sobre todo cuando escuchamos que el domingo el Sargento va a “ligar bronce” y no nos acompañará en la ruta. Alguno decía que si estaría 15 días de playa, y otros que si había que poner un bote para que estuviera el més entero, que no había problema, que ya no se acordaban de cómo era pasear un domingo por la Senda de la Camocha y bajar a tomar un vermouth a la playa tranquilamente.
Bueno, entre broma y broma, seguro que el Sargento nos va a echar “mucho” de menos. (creo estar escuchando la carcajada que acaba de producirse en Cimavilla)
Bueno, ya es la tercera vez que acabo la crónica. Otro día, más, pero no mejor, porque será imposible. Un saludo a todos                                  WILLY

2 comentarios:

  1. Zona absurda esa bajadina que se ve en la foto. Hoy transité yo por algunas bajadas y algunas subidas en la zona del curueño en León que "les cabres llevaben piloet y taben sujetes con arneses".....
    Ya os contaré, ya os contaré.

    ResponderEliminar
  2. No se si algunos van a poner bote para alargar las vacaciones, pero hoy tres Repechinos soltaron 30 euros,no se si pillé bien la indirecta.
    La foto no es fiel a la realidad de la bajada,está hecha en un lugar donde todavía uno se podía mantener de pie si caerse.

    ResponderEliminar