EL DIA QUE LAS GALLINAS PODÍAN SALIR DEL CORRAL.

Este domingo estábamos en Pelayo Turonman, Yerman, y el escribiente.

Cruzamos por el túnel hacia la plaza del ayuntamiento, y primer inconveniente del día, Turonman pinchó, bueno él no, su rueda delantera, y es que las máquinas de limpieza, parece que reparten los cristales de la noche gijonesa, en lugar de recogerlos, tras comprobar que su cámara antipinchazos no aguantaba, y que traía una camarilla pinchada, parece mentira pa él, menos mal que Yerman, traía una de válvula fina, y la aprovechamos.

Continuamos por el muro, y recibí la llamada del Sargento Playu que se unió a la marcha. En la Guía, nos esperaban Kike, Manny y Juanse.

Comenzamos la ruta, y este finde me tocaba a mí planearla.  Fuimos por la senda del Peñafrancia, y aquí comenzó mi via crucis particular, a Manny, que había comido lengua para desayunar, comenzó a comentar el partido de la supercopa conmigo, bueno a echarme en cara, que mi “Mou-team” dio un espectáculo bochornoso, deplorable,…y demás calificativos, nada animando el cotarro, menos mal que de vez en cuando perdía su sintonía y me dejaba un poco en paz…jajajaja.

 
Subimos por delante del camping, alguno tenía ganas de despertar a Willy, pero fuimos benevolentes, a ver si vemos en este blog que tal le fue en la Comarca de la Sidra junto a Amadeus.

Nos paramos en una marquesina para resguardarnos de la lluvia, y después, subimos por la carretera del cementerio.

Dirección Rioseco, Manny seguía con su ataque sobe mi persona, y el Playu, comentó que era normal que se metiera conmigo, ya que le faltaba Barrancas…tocatelos…en fin..jajajaj. Pero como la venganza se sirve mejor fría, aguante el tirón para reírme un poco después, y es que subimos de Rioseco hasta las Granjas de Rato, una subida trialera, incrementada su dureza por las rodadas de las palas de la Leña, era un barro maravilloso, y me descojonaba sólo pensando en cómo lo estaría pasando Manny por esos lares…jajaja…aunque algo debía olerse porque hoy traía los zapatos de caminar…jajaja.

Hicimos una parada técnica para reagruparnos a mitad de camino, después de saltar tres arbolucos, lógicamente Manny llegó caminando entorpeciendo la marcha de sus compañeros, y comentó que no le importaba la venganza, porque no sufría, y es que no me extraña subiendo andando nadie sufre Manny…toma….jajajaja y es que donde las dan las toman.

Una vez en Deva bajamos por la arboleda de la casa de la radio, bueno casi todos, ya que a Manny no le apetecía…jajajaja, aunque al final del descenso se unió al grupo, eso sí metiendo rueda, aunque para que vamos a ceder el paso a los que bajamos…jajaja.

Bajamos por la Llomba, y Manny que tenía su día, se quejaba del corto recorrido y de su falta de dureza, y es que si cada vez que se complica la ruta se baja me pregunto que para que quiere la bici de montaña, gracias a sus criticas, subimos a Los Nogales, en donde al Playu parece que le picó un tábano y no fui capaz de cogerle la rueda, me dijo; adiós chato, bajo un piñón, y me dejó sin piernas y sin pulmones..jajaja.

Fuimos a ver a Piti, y es que ayer había ido a buscar a su hermano, Peterstone, a La Bañeza que le arroyaron cuando disputaba una carrera de motos, parece que no fue nada, golpe y algo en el tobillo, vamos chapa y pintura, y regresó a casa a las cuatro y media de la mañana, comentamos la jugada, vimos a su retoña, a la Santa de Yerman, y a los dos perros, que les gustaron las barritas de Turonman, jajaja.

Y vuelta para casa, al final no salieron ni muchos kilómetros ni mucho desnivel, eso si risa pasamos bastante, y es que no todo va a ser sufrir, no????