Aunque el título suene muy apetecible, no lo fue tanto la experiencia pedaleadora que ayer pasamos Amadeus y yo (Willy), en tierras de Villaviciosa.
Con una mañana nublada, nos encaminamos a Villaviciosa para participar en la ª Ruta de la Sidra de MTB.
Los participantes se estaban preparando, y entre ellos, había varias chicas, unas tenían hasta su “peña”, creo que era “Una a Una “ o algo así. ( que me perdonen por mi falta de memoria), y una era una escaladora muy conocida.
En el Pabellón de Deportes, preparamos nuestras bicis y esperamos la salida. La lluvia hizo un amago de aparecer, pero fueron 4 gotas, que capeamos resguardados bajo los grandes árboles cercanos.
Con un cielo cubierto de negras nubes, comenzamos nuestra andadura, con mucha ilusión y ganas. Paseo por la Villa, y salida. Poco a poco fuimos ganando altura y viendo que las caleyas estaban muy peligrosas y con mucho barro. Las zonas de asfalto, no estaban mucho mejor, pués la humedad lo dejaba resbaladizo como el hielo.
Tras el primer avituallamiento líquido en Priesca, en una pequeña bajada, más de uno “cató” el asfalto, entre ellos, nuestro compañero Amadeus.
A partir de aquí, el barro fue nuestro compañero inseparable de ruta, mucho barro y donde había poco, suelo muy resbaladizo, lo que hacía que , al menos yo, gastara mas energía en no caerme, que en pedalear.
La ruta era bonita, muchos caminos estrechos por el bosque y vistas preciosas a los valles y los pueblos por los que pasábamos.
En el pueblo de Llugaron, había avituallamiento sólido, aunque muchos no lo vimos.
A los pocos metros, el grupo en el que yo iba, vimos una bajada, y allá que nos fuimos, tras unos 500m bajando, llegamos a una portilla que nos indicaba que habíamos tomado una ruta equivocada. Vuelta al camino empujando las bicis y riéndonos por la equivocación.
El calor fue en aumento, y no se movía una hoja. Entre el calor asfixiante al sol y el barro pegajoso en las sombra, hizo que la gente se fuera “cociendo”.
Después una zona un poco conocida, subimos a Sietes y rodamos un poco por el asfalto hasta el avituallamiento de Buslaz.
De aquí en adelante comenzaba lo realmente duro de la prueba, y la verdad es que a estas alturas nadie estaba para muchas guerras.
Tuvimos que padecer una caleya de más de un km de larga y una cuesta terrible con un barro que te hacía perder de vista los zapatos. Aquí la gente ya empezó a poner caras largas, porque era una zona para haberla suprimido, debido a su pésimo estado.
Aquí, coincidí con Adrián, un componente de Asturcón btt y juntos fuimos bajando unos cuantos santos del cielo y acordándonos de los organizadores cuando subíamos por el barrizal.
Durante la ruta, varios participantes me animaban con un “ánimo Repechín”, y me preguntaban por el Sargento.
Agotados llegamos al alto, donde los abueletes del pueblo nos miraban asombrados y nos animaban. Unos dos km de asfalto y llegamos a Santa Eulalia de Cabranes. Recuperamos fuerzas con fruta y pasteles y pudimos quitar unos kilos de barro de las bicis con una manguera, y luego, a rodar de nuevo
Creo que en este pueblo nació Edurne Pasabán, la escaladora, porque no creí que hubiera un pueblo con tantas cuestas como este en el Mundo.
No me dio tiempo a saborear la comida, y ya estaba con el plato pequeño y el piñón (San 36), funcionando. Subida agotadora, pero como nos decían que quedaba una subida, un “porteo” y luego todo bajada, nos animamos un poco. En esta subida, eché todo lo que tenía, pero para mi desgracia (y la de más gente), la bajada era malísima. Conclusión, pie a tierra y con calma. Mi compañero Adrián, creo que cayó dos veces. Yo por mi parte, “caté” el barro de la caleya una vez, y aunque parezca mentira, estaba muy muy duro. Resultado, golpe en el hombro, la cadera y la pierna , y decoración “ a rayas rojas en la piel de todo el lateral derecho” , la Nenina, ilesa, solo desperfectos en la luz trasera, ( menos mal, porque si se me estropea allí, tengo que llamar al helicóptero del Principado ).
A medida que nos acercábamos al río, el barro aumentaba y las ruedas eran un pegote compacto, y el puente de la Horquilla había desaparecido de la vista hacía media hora, al igual que el desviador de la cadena. Un poco de limpieza en el regatín, y hacia arriba.
El barro seguía, así que no nos valió de nada la limpieza. Las bicis pesaban una tonelada, y los zapatos, parecido, las fuerzas habían desaparecido hacía tiempo, pero lo peor, estaba por llegar, la nueva ascensión hasta Buslaz era por un amino de cabras, con un desnivel de flipar. Cada 50m me paraba a tomar aire, sudaba frío y caliente, estaba cansado y solo buscaba un claro en el bosque que me indicara que ya estaba en la civilización, pero lo único que veía era cuesta y mas cuesta. Muchos metros mas abajo se oían voces acordándose de algún organizador y su diseño de ruta.
Por fin, en el alto, un pequeño prado donde nos tiramos a recobrar el pulso, con mas ganas de abandonar que de acabar la aventura. Solo se oían comentarios de lo inhumanas que eran las zonas de tanto barro y tanto desnivel.
El sol no nos daba tregua, y el aire brillaba por su ausencia, lo que hizo que varios participantes nos tiráramos como locos al grifo de un lavadero que muy amablemente nos ofreció una señora del pueblo. A la sombra del hórreo recuperamos, y preguntámos cuanto faltaba de subida; “unos repechinos y ya estáis arriba”. Creo que nunca en mi vida odié tanto escuchar ese nombre.
Aquí, ya comí todo lo que me quedaba de una sentada, barrita, geles, pasteles…..y no sé si fue el coctel energético, la llegada al asfalto, o que entramos en terreno conocido, me empecé a encontrar mejor. Breceña, asfalto y hacia abajo , a la zona de nuestra ruta a Covadonga, pegados al río ( que nos dejaron pasar por el medio de una pumarada para evitar las resbaladizas piedras) hasta la carretera general. Aquí, no se si por que ya veía la meta cercana, hasta puse el plato grande, y eché lo que me quedaba, hasta hice algún sprint para que no me adelantara uno que me había cojido la rueda ( y no me adelantó). Al final, entre en meta con un tiempo de ¡!!! 5 HORAS Y 59 MINUTOS PARA HACER 52KM¡¡¡¡
Mientras sufríamos ( nunca mejor dicho) por las caleyas, mucha gente abandonó, por la dureza, y por lo que les esperaba, entre ellos, Amadeus, que aunque se encontraba bien, viendo lo que faltaba, abandonó tras tres duras horas de ruta. Lástima que su primera andadura en “carrera” no haya llegado a buen puerto. Otra vez será. Otros pagaron muy caro el esfuerzo, alguno de los Pelayos padeció una pájara y casi no se podía mover entre el barro de una subida, otros ( entre los que me incluyo) rodábamos más con el corazón que con la cabeza y las piernas Y así, seguro que hay 300 historias para contar.
Bueno, siempre os animo a que probéis estas escapadas, pero esta vez, creo que tardaré en volver a repetir esta zona en bici, no sé si fue por el barro que la hizo muy dura o porqué, pero como no eliminen estas zonas por las que no suben ni los jabalíes, no me pillan a mí por aquí el año que viene, ni “ jarto de vino”.
Bueno amigos, espero que os haya gustado esta aventurilla y haber si el año que viene somos más los que nos animamos a ir ( yo me apuntaré el último día, haber si ya no quedan plazas, jejejejeje ). Conclusión, MISIÓN CUMPLIDA MI SARGENTO, EL NOMBRE DE LOS REPECHINOS SERÁ RECORDADO SIEMPRE COMO “ FINISHERS” DE LA 1ª RUTA DE LA SIDRA EL BARRO Y LES CALEYES .
( no me esperéis para andar en bici por lo menos hasta enero, porque estoy de la bici, les caleyes y el barro, hasta…….LOS KINDER .
Un saludo a todos
WILLY
Así me gusta que disfrutéis del verdadero mountainbike.Si Many hubiese sospechado que había ese "chocolate" no se la habría perdido.Creo que empleasteis bien los 35 euros.
ResponderEliminarEn vez de cobrar deberían pagar por ir ahí. Que poca vista, algunos todavía no se dieron cuenta de que la bici es para disfrutar.
ResponderEliminarA ver Willy, y esto también va por Amadeus, teneís una bici de montaña, que como su propio nombre indica es para andar por la montaña en infinidad de condiciones, barro (umm que rico el chocolate)fuerte pendientes ( de que te quejas si tienes un 36), etc etc, si se lo hubieras comentado a Manny no hubiera dudado en acompañaros,jajajjaaj.
ResponderEliminarFuera de bromas, enhorabuena a los dos, sois repechinos de verdad.
Bueno Willy lo primero felicitarte por tu crónica (yo no lo hubiera relatado mejor), solo añadir que lo mejor del dia fue la compañia ... porque de lo demas ,, PUFF ... Sargento yo la llamaria mejor ruta MountanSINbike, Y de saberlo ahora iria con zapatillas de clavos y sin bici ; porque lo que es montado en bici, poco, poco ... me he cansado mucho mas otras veces en las salidas repechineras ... pero nunca me habia pillado semejante "mosqueo" ...
ResponderEliminarPd: queda demostrado que aqui al lado hay casi tanto barrizal como en Ponferrada - Amadeus -