Amaneció un poco nuboso, pero mis ganas de salir en bici eran mayores que los nubarrones, así que sin mirar el foro ( por si se suspendía la salida), salí en dirección a Pelayo. Con tiempo de sobra, llegamos El Trasmi y yo, y después ya el resto de los Repechinos, eso sí, puntuales como siempre. Cortés, Desde el´picu, Yeloq´hay, el Sargento, Trancas, Turonman y un nuevo compañero, Marcos. Janjún llegó a punto de cerrarse el control de salida, seguro que ya se venía imaginando lo que nos esperaba hoy. Estábamos esperando por Mani, porque hoy era el encargado de “ guiarnos por el buen camino”, en la ruta repechinera, pero una llamada de última hora nos dejó sin guía.
Fuimos improvisando sobre la marcha, siempre bajo la batuta de Turonman y la buena ayuda para improvisar caleyes de Trancas, también llamado Mr. Gepesín.
No sé como, pero sin darnos cuenta ya estábamos subiendo la Providencia, momento en que nos llamó Piti, y tras indicarle que subiera por la Fuente de la Reina “ para ir entrando en calor”, nosotros por nuestra parte dimos un pequeño rodeo por la bajada a Estaño y subimos en dirección a La Barranquilla.
El suelo estaba bastante resbaladizo, y sino que se lo pregunten a Cortés, que dio con sus huesos en el suelo al cruzar uno de los puentes de madera.
Reunidos con Piti, y sin Mani “ Cocorico” Manitas de guía, pasamos unos momentos un poco perdidos, pero enseguida nos recuperamos, pensando donde había una buena cuesta o un buen barrizal, nos dirigimos hacia Quintes, y barro y charcos, no nos faltaron en la ruta.
Alguna zona con la bici de la mano ( Marcos al hombro), y el recuerdo de Mani diciendo “ vergonzoso, no sé que hacemos aquí”, alguna bajada por mitad de algún prado y el miedo en el cuerpo por tener que cruzar el río con el agua por las rodillas, nos llevaron a la zona donde el Playu pasó su infancia.
Enseguida nos dirigió a “ un caminín que pateábamos de pequeños”. El resultado, seguro que os lo imaginais, acabamos en una caleya, piedras y barro como para exportar y al final, ¡¡¡¡ a cruzar el río!!!!. Menos mal que no llevaba mucho agua y no era muy ancho, que sino, ya veo que el pellejo del Playu no iba a llegar entero a la comida del Jabalí.
Al otro lado del riachuelo, volvió a tocar hacer un porteo, un poco largo, pero que se nos pasó enseguida entre las risas y el cachondeo de todos los participantes.
Un par de caleyes más, y aparecimos en la Playa España, donde nos tomamos un piscolabis en forma de barritas, isostar y fruta. Después, subida por el asfalto, donde cada uno sacó lo que le quedaba dentro, unos para escaparse, otros para que no se les escaparan los compañeros de grupo, y otros para llegar arriba como fuera.
Hoy, a mí, personalmente, se me atascó un poco la ruta, seguro que es por la falta de práctica, pero que se solucionará con algunas klandestinas .
Lo que en principio agradecí, fue la ayuda, yo creía que desinteresada del Playu en las cuestas, pero que luego ví que era interesada, ya que no paraba de hablar si habría bastante comida para el Domingo, que si se había apuntado mucha gente, que si había más de un plato por persona….Yo creo que ya sueña con la comilona. Como salga algo mal, ya me puedo ir a vivir a la Conchinchina.
Una vez arriba, en la carretera de la Providencia, unos se fueron hacia Gijón y otros hacia la gasolinera del Infanzón, donde lavamos las bicis .
Como era temprano, decidimos bajar por Somió, y aquí se me ocurrió el título para la crónica de hoy:
Ver a varios Repechinos vestidos de azul, y detrás al “chiquitín” de Janjún de negro, intentando atraparlos, era como ver a los Pitufos escapando de Gargamel.
Una vez en el Muro, Cortés volvió a catar el asfalto, esta vez, chocó por detrás con Marcos y el primero acabó en el césped. Hay que decir que Marcos no quiso saber nada del incidente y no quiso enseñar el carnet de conducir ni los papeles del seguro de la bici, porque dijo que la culpa fue de Turonman, por tirar cosas por el asfalto.
Total, intentamos buscar algún policía para resolver el entuerto, pero ya se sabe que cuando se les necesita, no hay ninguno cerca.
Bueno, hasta aquí nuestra aventura de hoy, esperamos que Mani nos acompañe el próximo día, que ahora ya hay barro y humedad en las rutas, dos elementos que a nuestro amigo le “ encantan”. ¡¡¡Te esperamos el domingo Mani!!!.
Un saludo a todos WILLY
PD. Envía las crónicas un poco primero que aunque tu tengas el turno de tarde algunos tenemos que madrugar y no acostamos un poco primero. ¿Capichi?
Fuimos improvisando sobre la marcha, siempre bajo la batuta de Turonman y la buena ayuda para improvisar caleyes de Trancas, también llamado Mr. Gepesín.
No sé como, pero sin darnos cuenta ya estábamos subiendo la Providencia, momento en que nos llamó Piti, y tras indicarle que subiera por la Fuente de la Reina “ para ir entrando en calor”, nosotros por nuestra parte dimos un pequeño rodeo por la bajada a Estaño y subimos en dirección a La Barranquilla.
El suelo estaba bastante resbaladizo, y sino que se lo pregunten a Cortés, que dio con sus huesos en el suelo al cruzar uno de los puentes de madera.
Reunidos con Piti, y sin Mani “ Cocorico” Manitas de guía, pasamos unos momentos un poco perdidos, pero enseguida nos recuperamos, pensando donde había una buena cuesta o un buen barrizal, nos dirigimos hacia Quintes, y barro y charcos, no nos faltaron en la ruta.
Alguna zona con la bici de la mano ( Marcos al hombro), y el recuerdo de Mani diciendo “ vergonzoso, no sé que hacemos aquí”, alguna bajada por mitad de algún prado y el miedo en el cuerpo por tener que cruzar el río con el agua por las rodillas, nos llevaron a la zona donde el Playu pasó su infancia.
Enseguida nos dirigió a “ un caminín que pateábamos de pequeños”. El resultado, seguro que os lo imaginais, acabamos en una caleya, piedras y barro como para exportar y al final, ¡¡¡¡ a cruzar el río!!!!. Menos mal que no llevaba mucho agua y no era muy ancho, que sino, ya veo que el pellejo del Playu no iba a llegar entero a la comida del Jabalí.
Al otro lado del riachuelo, volvió a tocar hacer un porteo, un poco largo, pero que se nos pasó enseguida entre las risas y el cachondeo de todos los participantes.
Un par de caleyes más, y aparecimos en la Playa España, donde nos tomamos un piscolabis en forma de barritas, isostar y fruta. Después, subida por el asfalto, donde cada uno sacó lo que le quedaba dentro, unos para escaparse, otros para que no se les escaparan los compañeros de grupo, y otros para llegar arriba como fuera.
Hoy, a mí, personalmente, se me atascó un poco la ruta, seguro que es por la falta de práctica, pero que se solucionará con algunas klandestinas .
Lo que en principio agradecí, fue la ayuda, yo creía que desinteresada del Playu en las cuestas, pero que luego ví que era interesada, ya que no paraba de hablar si habría bastante comida para el Domingo, que si se había apuntado mucha gente, que si había más de un plato por persona….Yo creo que ya sueña con la comilona. Como salga algo mal, ya me puedo ir a vivir a la Conchinchina.
Una vez arriba, en la carretera de la Providencia, unos se fueron hacia Gijón y otros hacia la gasolinera del Infanzón, donde lavamos las bicis .
Como era temprano, decidimos bajar por Somió, y aquí se me ocurrió el título para la crónica de hoy:
Ver a varios Repechinos vestidos de azul, y detrás al “chiquitín” de Janjún de negro, intentando atraparlos, era como ver a los Pitufos escapando de Gargamel.
Una vez en el Muro, Cortés volvió a catar el asfalto, esta vez, chocó por detrás con Marcos y el primero acabó en el césped. Hay que decir que Marcos no quiso saber nada del incidente y no quiso enseñar el carnet de conducir ni los papeles del seguro de la bici, porque dijo que la culpa fue de Turonman, por tirar cosas por el asfalto.
Total, intentamos buscar algún policía para resolver el entuerto, pero ya se sabe que cuando se les necesita, no hay ninguno cerca.
Bueno, hasta aquí nuestra aventura de hoy, esperamos que Mani nos acompañe el próximo día, que ahora ya hay barro y humedad en las rutas, dos elementos que a nuestro amigo le “ encantan”. ¡¡¡Te esperamos el domingo Mani!!!.
Un saludo a todos WILLY
PD. Envía las crónicas un poco primero que aunque tu tengas el turno de tarde algunos tenemos que madrugar y no acostamos un poco primero. ¿Capichi?
no se quien recrimina a quien; pero un poquito de por favooooor ... que se empieza por pedir las crónicas con urgencia y acabais esprintando en los falsos llanos
ResponderEliminarsi es que "todo" a la carrera no pue ser
Hay que tener un poco mas de consideración con willy, pobre, que estos días anda muy atareado y seguro que no se acostó temprano por culpa de hacer la crónica, estará matau hoy probín.
ResponderEliminarTienes razón Janjun. Decía un filósofo del pueblo con el que tuve la suerte de trabajar, la siguiente frase: Después de tirar el “peu” no “val” apretar el culo. ¡Que razón tenía!
ResponderEliminarNo sé para que le digo nada a Willy. Tengo que intentar que vuelva a tomar les “pastilles” y lo demás cuentu.
¡¡¡ haber si teneis un poco más de consideración con mi neurona, que ayer empezó la jornada a las 8 de la mañana y a las doce y media de la noche, estaba escribiendo la crónica!!! ¡¡¡ por favor, unes vacaciones YAAAA!!
ResponderEliminarrecibida la "sugerencia" don Vito Turone, no volverá a suceder. Gracias "Padrino".
no agobieis al mi hermanin(willy), que tiene la agenda más apretada que un médico. un poquito de consideración con los jubilaos
ResponderEliminarTranquila hermana de Willy. Sabemos que tiene la agenda más apretada que el culotte de barrancas, pero no es eso mujer. Que no deje la medicación “pa lo del”, y no olvide vitaminarse y mineralizarse.
ResponderEliminarYa sabe que tiene el puesto de cronista en el filo de la navaja.