Cova, mi personal trainer, me tenía preparada para hoy, una jornada para “estirar un poco las piernas”. El programa que me ha preparado para llegar a rodar un poco más cerca de la “elite”, se basa en tres pilares fundamentales. A diferencia de los programas para “pros”, que se suelen basar en fuerza, potencia y resistencia, el mío se basa en ¡¡¡Caña, Caña y Caña¡¡¡.
Hoy al levantarme, caía un poco de agua, y yo me las prometía muy felices. El dialogo que se escuchó en casa, fue algo parecido a esto:
Cova :- ¡Venga arriba, que te toca bici¡
Willy: - No, que está lloviendo
C- Nada, esto son 4 gotas de nada
W- Además me duele un poco la espalda
C- No me cuentes historias, arriba
W- Y además de la espalda, la rodilla
C- Ni rodilla ni rodilla, venga, que esto para en 5 minutos
W- Es que no me acuerdo donde puse el candado de la Nenita
C- Como decís los Repechinos, me pareces un poco GALLINITA
W- No, que no son excusas, de verdad, estoy muy malín
C- COCORICO, COCORICO
Al oír esto, salté de la cama como un muelle, y mirando por la ventana, me animaba pensando que Cova siempre acierta con el tiempo y estas gotas cesarían enseguida.Cojo a la Nenina, y el chubasquero, “porsiacaso”.
En la puerta, ya no llovía. Pasé frente a la oficina de Janjún y pensé: “que pena que tengas que estar ahí encerrado, va a hacer un buen día para pedalear”.
Como tenía una duda en un desvío de la ruta dominical y esta duda estaba en el asfalto, decidí ir para Tremañes y Poago.
En la gasolinera de Veriña, se acabó mi suerte, empieza a llover. Me atecho bajo el puente y enseguida, continuo la ruta. Una vez que se divisa el embalse, a lo lejos, se veían unas nubes que parecía que traerían agua, y pensé que como estaban lejos, no eran peligrosas.
Sigo y antes de llegar al depósito de agua, la lluvia apareció otra vez. Parada bajo unos ocalitos a esperar que pasara lo peor, pero vi que un ocalito no es un buen sitio para refugiarse de la lluvia, así que lo cambié por una mimosa (de las vegetales, que ya os veo que sois unos malpensaos). El cambio, para mejor, pero no mucho.
El chubasquero ya empezaba a trasparentar de la cantidad de agua que caía, y se me estaban llenando de agua las gafas, ¡pero por detrás!, parecía que estaba en mis primeras inmersiones de buceo, así que decidí buscar un techo mejor. Encontré un hórreo, con un poco de hierba debajo, y ganas no me faltaron de hacer una cama y echarme a dormir toda la mañana, pero el frío ya me empezaba a calar, así que en un pequeño respiro que dio el agua, pensé en llegar hasta el embalse y volver a casa.
Según me acercaba al pantano, la lluvia paraba y el sol hacía un amago de salir.
“Si ya estoy en mitad de ningún sitio y pingando, total, si no llueve, mejor sigo la ruta”, pensé. Mala decisión. Seguí.
Cova :- ¡Venga arriba, que te toca bici¡
Willy: - No, que está lloviendo
C- Nada, esto son 4 gotas de nada
W- Además me duele un poco la espalda
C- No me cuentes historias, arriba
W- Y además de la espalda, la rodilla
C- Ni rodilla ni rodilla, venga, que esto para en 5 minutos
W- Es que no me acuerdo donde puse el candado de la Nenita
C- Como decís los Repechinos, me pareces un poco GALLINITA
W- No, que no son excusas, de verdad, estoy muy malín
C- COCORICO, COCORICO
Al oír esto, salté de la cama como un muelle, y mirando por la ventana, me animaba pensando que Cova siempre acierta con el tiempo y estas gotas cesarían enseguida.Cojo a la Nenina, y el chubasquero, “porsiacaso”.
En la puerta, ya no llovía. Pasé frente a la oficina de Janjún y pensé: “que pena que tengas que estar ahí encerrado, va a hacer un buen día para pedalear”.
Como tenía una duda en un desvío de la ruta dominical y esta duda estaba en el asfalto, decidí ir para Tremañes y Poago.
En la gasolinera de Veriña, se acabó mi suerte, empieza a llover. Me atecho bajo el puente y enseguida, continuo la ruta. Una vez que se divisa el embalse, a lo lejos, se veían unas nubes que parecía que traerían agua, y pensé que como estaban lejos, no eran peligrosas.
Sigo y antes de llegar al depósito de agua, la lluvia apareció otra vez. Parada bajo unos ocalitos a esperar que pasara lo peor, pero vi que un ocalito no es un buen sitio para refugiarse de la lluvia, así que lo cambié por una mimosa (de las vegetales, que ya os veo que sois unos malpensaos). El cambio, para mejor, pero no mucho.
El chubasquero ya empezaba a trasparentar de la cantidad de agua que caía, y se me estaban llenando de agua las gafas, ¡pero por detrás!, parecía que estaba en mis primeras inmersiones de buceo, así que decidí buscar un techo mejor. Encontré un hórreo, con un poco de hierba debajo, y ganas no me faltaron de hacer una cama y echarme a dormir toda la mañana, pero el frío ya me empezaba a calar, así que en un pequeño respiro que dio el agua, pensé en llegar hasta el embalse y volver a casa.
Según me acercaba al pantano, la lluvia paraba y el sol hacía un amago de salir.
“Si ya estoy en mitad de ningún sitio y pingando, total, si no llueve, mejor sigo la ruta”, pensé. Mala decisión. Seguí.
Al pasar por junto a la intersección de la Y griega, más agua, y ahora caía con más alegría. Guardarme bajo el alto puente del tren, no sirvió de nada, así que seguí.
Entre el agua que caía, que ya me bajaba por la espalda y la sentía empezar a mojarme el culete, y la que las ruedas soltaban, que parecían un par de grifos, y me obligaban a llevar la boca cerrada, os podéis imaginar el panorama.
La pequeña subida que hay para llegar al punte de Montico, yo creí que habían desviado un río o algo parecido, todo el asfalto era agua que bajaba. Como el agua no podía atravesar el Gore de los zapatos, buscó otro camino, y lo encontró bajando por las piernas, y al llegar a Tabaza, con cada pedalada, se oía un “Crunch, Crunch” dentro de los zapatos.
Aquí volvía acordarme de Janjún y su oficina, imaginándomelo sentado en su cómodo sillón, con el hilo musical y con la estufa a los pies, y esta vez, pensé:
“que suerte tienes de haberte quedado currando”.
Subiendo Tabaza, otra vez sol, y hasta el cielo dejó ver su color azul, pero entre lo que había llovido y la porquería de los camiones, al llegar arriba, estaba más negro que Turonman en sus buenos tiempos de trabajo.
Este problema de la suciedad se solucionaría pronto, exactamente en Prendes, pues otra “nubecilla” descargó sobre mí su carga de agua. Yo, ya me reía por no llorar.
Entre el agua que caía, que ya me bajaba por la espalda y la sentía empezar a mojarme el culete, y la que las ruedas soltaban, que parecían un par de grifos, y me obligaban a llevar la boca cerrada, os podéis imaginar el panorama.
La pequeña subida que hay para llegar al punte de Montico, yo creí que habían desviado un río o algo parecido, todo el asfalto era agua que bajaba. Como el agua no podía atravesar el Gore de los zapatos, buscó otro camino, y lo encontró bajando por las piernas, y al llegar a Tabaza, con cada pedalada, se oía un “Crunch, Crunch” dentro de los zapatos.
Aquí volvía acordarme de Janjún y su oficina, imaginándomelo sentado en su cómodo sillón, con el hilo musical y con la estufa a los pies, y esta vez, pensé:
“que suerte tienes de haberte quedado currando”.
Subiendo Tabaza, otra vez sol, y hasta el cielo dejó ver su color azul, pero entre lo que había llovido y la porquería de los camiones, al llegar arriba, estaba más negro que Turonman en sus buenos tiempos de trabajo.
Este problema de la suciedad se solucionaría pronto, exactamente en Prendes, pues otra “nubecilla” descargó sobre mí su carga de agua. Yo, ya me reía por no llorar.
Cuando llegué a Veriña, ya no sabía si temblaba, pedaleaba, tiritaba o donde estaba.
Como Rambo, no sentía las piernas; Como un bebé, tenía el culo mojado, no hacía más que escupir arenilla del agua que me tiraban los camiones, no veía ni para cantar, y los dedos no podían ni cambiar los piñones para encontrar el golpe de pedal que me llevara a casa.
No sé cuando ocurrió, pero cuando me di cuenta, no llovía. No me lo podía creer, encima de Gijón, ¡¡¡¡¡NI UNA NUBE; SOL; SOL Y MAS SOL ¡¡¡
Agotado, pasé a visitar a Barrancas y a Santi por el curro, y allí estaban los dos, Barrancas haciendo abdominales sin parar, y Santi leyendo el periódico par ver como estaba la bolsa y ver si era momento de vender acciones o invertir en deuda del estado.
De camino a casa, no sabía que hacer, si meterme entero en la lavadora nada más llegar, o entrar al túnel de lavado de la gasolinera.
El espectáculo al llegar a la bañera, era digno de ver, la ropa, creo que no la pone limpia ni Mr. Popper, y en cuanto a mí, los dedos de las manos estaban más arrugados que un pergamino, los de los pies, pálidos y encogidos, y para encogidos, los Kinder, parecían los de un jilguerín, y el “pincelín”, creí que me lo había llevado el agua, porque casi ni lo encuentro.
Bueno, al final, hice honor al refrán, y “el que la sigue, la consigue”, y pude terminar la ruta preparada para hoy. Otra cosa será como quito la pulmonía.
Un saludo a todos. WILLY
Como Rambo, no sentía las piernas; Como un bebé, tenía el culo mojado, no hacía más que escupir arenilla del agua que me tiraban los camiones, no veía ni para cantar, y los dedos no podían ni cambiar los piñones para encontrar el golpe de pedal que me llevara a casa.
No sé cuando ocurrió, pero cuando me di cuenta, no llovía. No me lo podía creer, encima de Gijón, ¡¡¡¡¡NI UNA NUBE; SOL; SOL Y MAS SOL ¡¡¡
Agotado, pasé a visitar a Barrancas y a Santi por el curro, y allí estaban los dos, Barrancas haciendo abdominales sin parar, y Santi leyendo el periódico par ver como estaba la bolsa y ver si era momento de vender acciones o invertir en deuda del estado.
De camino a casa, no sabía que hacer, si meterme entero en la lavadora nada más llegar, o entrar al túnel de lavado de la gasolinera.
El espectáculo al llegar a la bañera, era digno de ver, la ropa, creo que no la pone limpia ni Mr. Popper, y en cuanto a mí, los dedos de las manos estaban más arrugados que un pergamino, los de los pies, pálidos y encogidos, y para encogidos, los Kinder, parecían los de un jilguerín, y el “pincelín”, creí que me lo había llevado el agua, porque casi ni lo encuentro.
Bueno, al final, hice honor al refrán, y “el que la sigue, la consigue”, y pude terminar la ruta preparada para hoy. Otra cosa será como quito la pulmonía.
Un saludo a todos. WILLY
¡¡¡muy bien,hermanin!!! que no se diga que los Estrada nos quedamos atrás. ye proponerlo y ya lo tenemos chupao.
ResponderEliminarsi tienes catarrin, ya sabes, como dice mamá, vahos de eucalito, que valen pa todo.
besitos
Para que podamos darle una palmada en la espalda mas le vale que aparezca mañana a encabezar la ruta que nos propuso. Puede que al Playu lo tenga soboranu con el jabalí y el gamo, pero a otros no. ¿Eh Willy, mañana aparecerás por ahí con la nenina no?
ResponderEliminaracaban de mandarme una invitación para una feria de hamacas y solariums en Torremolinos, y no sé si llegaré a tiempo, si veis que no llego, vais tirando, que ya os alcanzo, sino, ya os guía Mani.jejejejeje
ResponderEliminarNos vemos. Un saludo
Eso si que es abnegación y dedicación, lo que ha tenido que sufrir el pobre Willy para diseñar la ruta de mañana.Ese esfuerzo merece un premio...no se cual pero lo merece,por ejemplo que la semana que viene tengas unos días sin currar.
ResponderEliminarPD:Sé donde vives, se donde haces deporte, se donde trabajas...bueno esto no, así que como no aparezcas mañana no volverás a ver ni a tus kinders ni al pizarrín esi amigu tuyu
¿ que mis kinder y el pincelín corren peligro? A las 9 estoy en 4 caminos, aunque la hora sea 9,15.
ResponderEliminarPor si acaso leeré antes el foro por si aparezco allí yo solu.
Un saludo