REUNION DEL HAMPA

 

El pasado viernes, hubo un cónclave de la flor y nata del “lado oscuro de la ley” en Gijón.
Se reunió lo más granado de los “fuera ley” internacional con motivo de unas merecidas vacaciones.
Se reunieron en la Iglesia de Fátima:
D. Vito Yogurone
Willy labios Sellados
Fe-Rre-7 , alias, el Merengón ( FR7 )
Valentín, alias “Colt 43 “
Luisma-nuelito, el niño de la Katana
Ce-sar-ito, el Ninja de Vallecas

Canyon-boy, Amador

 

La ruta fue guiada por D. Vito, y los integrantes se dirigieron hacia la Cuestina de Veriña, la cual, cosa rara, la bajaron.
Cruce de la carretera general y subida hacia Monteana.
El ritmo no era muy rápido, pero algún pulsometro se pasó de vueltas y Mr. 43, tuvo que subir un par de piñones para seguir.
Bonita ruta pasando por encima de la presa del embalse de San Andrés y “subidita” alegre hasta el Centro de Seguridad Marítima de Veranes. Pasamos junto a la casa de Cayus Veranus, pero, siguiendo las indicaciones de D. Vito, seguimos hacia abajo ( era raro, pero 6 de los 7, veíamos que era siempre hacia arriba ), y alguien sugirió que pusiera a gepesín bien, que lo traía al revés.
Por fín bajamos hacia el pantano, y FeRre7, cansado de subir, dijo:
Vamos por aquí, para no seguir subiendo.

 

 
  

Lo que no sabía el pobre ingenuo, era la sorpresa que le guardaba el guía para el final.
La subida por la Cuesta Del Viso, hizo al grupo ponerse en fila de a uno, y el que más y el que menos, echó allí la primera cerveza que tomó en el 2011.
Ce-sar-ito, quería volver a su querido Madrid; Canyon-boy, quería tirar la bici; Willy, no decía ni palabra; .El Niño de la katana, se acordó de todos los familiares de los presentes; Mr. 43, acabó de “fundir “ el pulsometro; Ferre, “recordó efusivamente “ a su mentor , el Sargento Playu, por enseñarnos esos “falsos llanos “; y D. Vito, se dedicaba a hacer labores de reportero.

Una vez arriba, Dimos más vueltas al Monte Areo, que los caballos de un tiovivo.
Que si por aquí, que no, que por allí, que si yo se ir por donde la perrera, total, que al final, acabamos pasando por mitad de un maizal y porteando las bicis a hombros para llegar a una zona ciclable.
 

Cuando por fín llegamos a Aboño, vimos el cielo abierto, y el que más y el que menos ya saboreaba el vermouth y la cervecita de rigor tras la ruta.
Pero el gozo en un pozo, no encontramos ninguna terraza en nuestra ruta, así que decidimos terminar el trabajo en donde lo empezamos, y en Fátima, cada mochuelo a su olivo.

Bonito día para rodar, buena ruta y una compañía de lujo, ¿ que más se puede pedir ?


WILLY