LOS JABALIES SE DIVIERTEN EN EL BARRO

Como diría nuestro compañero Rubi, conocido en el mundo del pedal como El Cuerpo, la ruta de hoy era una ruta de jabalíes, y como tales, disfrutamos con el barro que nos encontramos.

Con una mañana que amenazaba lluvia, nos reunimos en Pelayo, DesdelPicu, Corto Maltés, Peter Stone, Casco Loco, Yerman,Trancas, Trasmi y yo, Willy.

Hoy al pasar lista, faltó Turonman, Mani y el Sargento. Durante la ruta, alguna lengua viperina decía que si había compromisos de familia, que si alguna comida… total, que el sonido del Cocorico-cocorico se escuchó unas cuantas veces. Alguno comentaba que sabía donde estaban, y era en Las Jornadas Gastronómicas que organizaba la Cooperativa Avícola en el restaurante El Polvorete. 

Yo por mi parte investigué el sitio por Internet, y es de los de “postín”; Tiene 3 Ponederos de calificación en el Guía Michelín, y la comida de hoy era: 1º- Entremeses de maíz transgénico, 2º Delicias de pienso de ponedora a las finas hierbas de prau y de postre, Delicatessen de meruquinos de caleya en cama de pan duro.

Yo, ni quito ni pongo, solo reflejo lo ocurrido, no vaya a ser que luego el culpable, como siempre, sea el mensajero.

Bueno, a lo que voy, que se me va la neurona, la ruta de hoy.

De camino a la Guía, se nos unió Janjun, y Piti. Pensando en que se nos uniría Mani, pensamos una ruta que le “gustara”, y el que más y el que menos se devanaba la neurona buscando la ruta con mas barro y más zonas no ciclables. Nuestro gozo en un pozo al no verlo en el punto de encuentro.

Pero bueno, ni cortos ni perezosos seguimos, guiados por la “sabia” mano de Trancas. Opinión generalizada hoy, fue que este chaval, el día que no ponga el GPS al revés, va a ser un crack organizando rutas.

Paseín subiendo la trialera del camping, un poco de alegría en el Curviellu por detrás, y tomamos la alternativa de Mr. 43 al acabar el asfalto.

 Más de uno arrugamos el entrecejo ante aquella variante y ya nos olíamos a encerrona.

Áreas recreativas, bajada al apiario, y en Rioseco, giro inesperado por la trialera de la izquierda, que nos llevaría a la Cabaña del Marqués.

Tras abandonar la pista ancha, ya hubo que portear las bicis. La cuesta, cada vez era más dura y se subía peor. Hubo que trabar los zapatos varias veces, para no bajar lo ya subido, debido a las piedras sueltas.

 

Aquí nos acompañaba el “espíritu” de Mani, y cada poco se escuchaba: “ABSURDO, NO SE QUE HACEMOS AQUÍ”, las carcajadas siguientes os las podéis imaginar.

A medida que ascendíamos, el terreno se ponía cada vez peor, y la gravilla fue dejando paso al barro, y las ruedas fueron desapareciendo bajo una capa de un par de kilos de barro ( las de Janjun, debajo de 4 kilos, por ser de 29).

Como caminábamos más que pedalear, las calas se perdieron vista, y los zapatos pasaron a ser marrones en vez de negros. Algún que otro vadeo y barro llegando a los discos de freno, fue lo que tuvimos hasta llegar a la Cabaña del Marqués, donde no hizo falta apoyar las bicis en la pared, porque se sujetaban solas.

 Aquí, el viento ya era fuerte, y el agua nos empezaba a acompañar. Decidimos iniciar el descenso hacia la fuente, Desdepicu, Cortés y yo, pués el tiempo se nos echaba encima. El resto de los compañeros bajaban con más calma, pero sin pausa.

Una vez en la fuente, a Trasmi, le falló la “trasmi”  , aquí empezó su calvario con la cadena y el desviador. Como no podía ser de otro modo, todos “aportamos” nuestros conocimientos en mecánica: “ eso ye que la cadena está al revés”, “ tenías que haber cambiado también los piñones´´, “ el problema es del plato del medio”, total , el pobre Trasmi, echaba humo del quemazo que tenía.

Llegados a la parada del bus de Rioseco, nuestro amigo ya no podía más, y la subida hasta el área de la Naturaleza de Deva, se antojaba casi imposible.

Aquí la lluvia ya era una constante, así que Trasmi y yo, decidimos bajar por el asfalto hasta Caldones y coger la carretera de Pola de Siero, ruta más asequible para los problemas mecánicos de nuestro compañero.

El asfalto y la lluvia nos hicieron aligerar un poco el peso del barro que traíamos, y al llegar a la Camocha, cogimos la senda, donde Trancas esperaba por Janjun . El resto del grupo, ayudaba a Mario, que había pinchado en la subida hacia los Nogales.

Nosotros 4, llegamos al parque fluvial de Viesques, donde se estaba celebrando el campeonato de atletismo. La verdad es que daban un poco de pena, porque los brazos y las piernas de los corredores, eran de un color rojo vivo, debido al frío que estaban pasando.

Janjun y yo, dimos una ducha a las bicis, y aunque parecían casi limpias, la verdad es que dejamos el lavacoches como si hubiéramos lavado un todoterreno.

Al llegar a casa, me encontré “la alfombra roja” como la que ponen en la entrega de los Oscar, pero en vez de roja, era de periódicos , y me llevaba directo hasta la bañera. ¡ Menos mal que me había quitado el mayor barro en la gasolinera, que sino, seguro que como en el trastero!.

Bueno amigos, hasta aquí nuestra ruta de hoy, como siempre, una ruta amena, alegre y divertida y con una compañía inmejorable, claro, no podía ser de otra manera es una ruta ¡¡¡¡  REPECHINERA!!!

Un saludo a todos  WILLY