martes, 9 de julio de 2013

Los 40 Principales.


No, no éramos 40 los Repechinos en la XX Vuelta al Concejo de Gijón en BTT, pero pocos faltaron. Yo creo que en un par de ediciones, podremos volver a poner este título sin faltar a la verdad.

La prueba estaba organizada como siempre por los compañeros de Los Pelayos, y también como siempre, una organización perfecta.

En cada cruce nos indicaban el camino, y en todos los sitios del pelotón tenías una buena charla con alguno de ellos.

Yo puedo contar lo que pasaba, más o menos, entre  “después de la cabeza” y el final del pelotón, porque mi neurona no podía con tanto trabajo, de pensar la crónica y hacer las fotos y los videos y encima pedalear.

Enumerar a todos los que aparecimos el sábado con ganas de “darle calor a la biela”, va a ser un poco complicado, pero lo voy a intentar. Mani, Peter Stone, Piti, Yerman,Trasmi, Trancas, Barrancas, Janjun, Cortés, Jandrínweb, Lynux, Joaquín, Yeloq´hay, Turonman, Piraguas, Kike, Dani (sobrino), Milín, Leo, y no me acuerdo de mas je jeje.

Algunos no pudieron terminar toda la ruta y solo      pudieron disfrutar de la primera parte, hasta la llegada a La Collada.

Nos reunimos en las Mestas y como verdaderos profesionales estampamos nuestras firmas en el control de salida.
 


 

 

Después una pequeña vueltecita por las calles de Gijón para dirigirnos a la zona oeste.
 

 

Como siempre, había muchísima gente, dicen que 250, pero a mi me parecían muchísimos más, porque cada vez que me paraba a hacer fotos, pasaban la intemerata de corredores.

La afición a la bici de montaña, tiene el futuro asegurado viendo lo concurrido de esta prueba no competitiva.

En la Vuelta al Concejo de Gijón participa todo el mundo. Igual puedes ver a gente súper preparada y con unas bicis de “unos cuantos euros”, como a otros con materiales más sencillos pero que los complementan con unas ganas enormes de terminar la ruta.

Como digo, salimos por la zona Oeste, y nos dirigimos a Veranes, la gente ya iba calentando les patukes (alguno ya tiraba de geles), y la charla en todos los grupos era fluida.

Ya no lo era tanto en la subida a Veranes, donde hubo más de un Andariegu y de dos y de tres.
 

 

De lo que este cronista puede dar fe, es que Barrancas subió como en sus mejores tiempos de Repechín de Pro.

Lynux quedó en medio de un grupo numeroso y no tuvo más remedio que empujar la bici y Joaquín se peleaba como gato panzarriba con su bici por llegar arriba.

Después, una alegre bajada hasta cruzar la carretera de Oviedo y otra alegre subidita. Aquí, la charla ya desapareció casi por completo, y los Andariegos se multiplicaron. Nuevamente, Barrancas subió, a su ritmo, y no sin sufrir, al menos hasta que yo lo vi.

Para no enfriar lo ya calentado, seguimos subiendo hasta la zona de Ruedes, donde tuvimos el avituallamiento.
 










 

Aquí se produjo la noticia del día. La asistencia mecánica de la prueba, coje la bici de Oscarín nada más llegar este, como si fuera un Profesional, le desmontan la rueda trasera, fuera piñones, y a comprobar el núcleo.
 
 

Los Repechinos que estábamos contemplando la escena, no nos lo podíamos creer, solo faltaba que le dieran un masaje y le dieran ropa seca y limpia y le dieran un batido de proteínas.

Al momento, jarro de agua fría ( o buenas noticias, no se como lo calificó nuestro compañero, jejejeje),

 

-          Oscar, tienes que abandonar la prueba, no puedes seguir, esta pieza está toda rota y no hay recambio. Nosotros te llevamos a casa en la furgoneta.

 

Las malas lenguas decían que venía pegándole golpes a la rueda porque no podía más, otras que había comprado la bici en “chinilandia”, y otras que había pagado a Milín para que la bici aguantara hasta media mañana, y otros que estaba cansado de oírnos decir que los que acabáramos la Vuelta al Concejo, queríamos unos cachopos como los del Soplao.

Pero bueno, la ruta siguió sin nuestro compañero camino del Bosque de Muño.
 
 






 

Bonita subida en la que se agradecía la sombra de los pinos, y una vez arriba, agrupamiento Repechinero y a buscar la comida junto a la Iglesia de la Collada.
 

No faltaron los Ultras Repechineros, encarnados en la figura de la madre de Piti y Pedro (que siempre que puede nos acompaña en nuestras excursiones) y más miembros de la familia, animándonos en los últimos metros.
 
 

Una vez en el lugar de la comida, la llegada de participantes, fue un constante goteo de ciclistas, nos con mas cara de agotados que otros.
 
 









 

Tras la comida y el descanso (lástima que no pudimos echar una cabezadita), un pequeño y sombreado camino nos llevaría hasta la Cuesta de la Vaca.

Aquí, ya la subida era imposible, muchísima gente por todos los sitios, pendiente importante, suelo con poco agarre, barriga llena y ganas de siesta hicieron que casi todos subiéramos la primera zona empujando la bici.
 



 
 

Aquí tuve uno de los comentarios simpáticos de uno de los Pelayos, al verme empujando la bici, dijo:

 
            -“Pero ¿qué ye esto?, ¡¡¡Un Repechín empujando la bici ¡!!

 
Respuesta mía:

 
            -¡¡¡Calla, calla, que si se enteran me quitan el mallot!!!!

 
Lo que más gracia me hizo fue la cara que puso el compañero, como pensando….. ¿Será verdad? Jolines, como se las deben gastar estos Repechinos…

Aquí, a casi todos los Repechinos (al menos los que íbamos “detrás de los de cabeza”), porteamos la misma zona, pero la mayor parte de la cuesta, la subimos pedaleando.

Jandrín, Janjun, Lynux, Cortés, Yeloq´hay y un servidor, llegamos arriba donde nos esperaba Turonman para seguir hacia Paraguezos.
 



 

Zona de recuperación hasta la Portilla del Marqués y luego entretenida trialera hasta Candanal.
 

 

Por aquí, Joaquín tuvo una avería (rotura de la patilla del cambio) que le impidió seguir, y Lynux partió la cadena, aunque tras la reparación, siguió sin más problemas que un gran agotamiento.

Aquí tuve otra de las conversaciones con uno de los Pelayos.

Yo grababa y hacía fotos del complicadillo final de la bajada junto a uno de los miembros de los Pelayos, y hablábamos de que esta bajada, también se podía subir.

Yo estaba un poco detrás del guía y este me contaba que habían hecho la subida una vez pero que habían perdido mucho tiempo haciéndolo, y dado que solo tenían un día para entrenar, habían perdido mucho tiempo.

 

            Guía- Tenemos que buscar los caminos y no podemos perder tanto tiempo subiendo una cuesta. Para eso están los Repechinos, que están todo el día subiendo cuestas y trialeras  sin parar.

            Willy- (jejejeje)

 

A partir de esta bajada, una zona desconocida para mí, que tras varios sube y baja y un camino que se hizo ciclable tras el paso de los participantes, nos iría haciendo ganar metros y ver la subida al Curbiellu a nuestra derecha.

Al final, antes de coger la carretera a Brañaverniz, agradecimos de corazón una mojadura que nos hizo uno de los vecinos del pueblo que estaba regando la huerta.

El calor era asfixiante, y el agua fresquísima nos dio fuerzas para la última subida hasta el cementerio de Deva, donde era el reagrupamiento final.
 



 

Una vez allí, nuevo goteo de participantes que se prolongaba más de lo esperado, aunque la espera se hizo más amena comiéndonos unos bocatas de tortilla que traía uno de los vehículos de la organización.

Y tras la comida, como no, Jandrín tenía sed, y

¿Qué mejor que unas cervezas en el camping de Deva?

Así, ni cortos ni perezosos nos tiramos monte abajo, por el Argayu, circuito del descenso de Deva, guiados por el sonriente Janjun al encuentro de nuestras frías cervezas.
 


 

Tras la “reposición de líquidos” llegaron el resto de participantes y en orden y concierto, nos fuimos hacia las Mestas, donde nos esperaba el trofeo a la banda más numerosa, y la súper empanada a la que Mani nos tiene mal acostumbrados.

Bueno amigos, hasta aquí esta pequeña aventura.

Dar las gracias a todos los que hicieron que este día tan fantástico para los que participamos fuera posible.

A la Policía Municipal, por guiarnos al atravesar la ciudad, a la Guardia Civil, por acompañarnos durante toda la ruta, a los organizadores, los voluntarios, a todos los que pusieron su granito de arena, y en especial a Los Pelayos, por diseñarnos una Vuelta al Concejo espectacular.
Gracias y hasta la próxima, que seguro que ya la podremos titular El Playu Ya Tá y los 40 Pedaleadores.

Willy.

P.D. Seguid atentos a esta entrada. Iremos subiendo videos según los vayamos teniendo disponibles.

 

1 comentario:

  1. Ponte en lo peor Willy, que mas temprano que tarde la bajada hasta Candanal vamos a invertirla, es decir a subirla, o que ye que no somos Repechinos

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