Ya son varios los años en los que algunos integrantes de los
Repechinos participan en las populares San Silvestres en bici que se organizan
el ultimo día del año.
No es nuevo que nos acerquemos hasta la cercana villa de
Candás a participar en la San Silvestre cicloturista que, por la tarde,
organiza la Escuela de ciclismo de Carreño, marcha multitudinaria toda por
carretera en la que, sin embargo, pueden verse monturas de todo tipo y condición.
Este año algunos optamos por
estrenarnos en otra, la San Silvestre en BTT de Grao. Es también una marcha no
competitiva, para participantes de nivel medio/bajo (algo en lo que discrepo
ligeramente) y con un excepcional y acertadísimo hecho que la diferencia de
cualquier otro tipo de evento similar que yo conozca, la aportación que piden
para realizar la inscripción, un kilo de alimento no perecedero o un juguete,
que luego se encargará de repartir la Cruz Roja a quien los necesite. Ojalá
cundiera el ejemplo en este sentido.
Quedamos a las 9 y media de la mañana en la calle Luis
Braille. Allí nos reunimos la Doctora, Alloriau, Peter Stone, Piti, Yerman,
Valentin, Corto Maltes, Desde´l Picu, Marco Piragües, Pedro Tx, Jandrin con un
compañero del que desconozco el nombre o el apodo (el grupo de habituales crece
día a día y mi ausencia de estos meses me impide tener la agenda como
corresponde. Seguro que sabiendo con quien tratamos ya estará bautizao si no lo
vino ya hecho de casa) y el aquí escribiente ocasional, YLQH.
Unas cuantas bicis se
cargaron en la Vito de Peter y el personal y bicis restantes nos distribuimos
en varios coches para tomar camino hacia la villa moscona.
En el aparcamiento del campo de futbol dejamos los vehículos,
allí se nos unió el Sargento Playu, que por cuestiones laborales tuvo que
organizar el traslado por su propia cuenta, y ya bien pertrechados y con
nuestras “bolsas solidarias” colgadas del manillar nos dirigimos al Parque de
Abajo, desde donde se daba la salida.
Muchísimos participantes los allí congregados, uniformes de muchas peñas y grupos, algunos ataviados con típicos atuendos propios de estas fechas, bicis engalanadas con adornos navideños -entre las que destacaba la de Jandrín- y frio, mucho frio, 5º creo que marcaba el termómetro.
Muchísimos participantes los allí congregados, uniformes de muchas peñas y grupos, algunos ataviados con típicos atuendos propios de estas fechas, bicis engalanadas con adornos navideños -entre las que destacaba la de Jandrín- y frio, mucho frio, 5º creo que marcaba el termómetro.
Después de inscribirnos y entregar nuestra filantrópica aportación todavía tuvimos que esperar un ratín hasta que dieron el disparo –si, era un disparo- que anunciaba el comienzo de la ruta. Con tan abultado pelotón era inevitable la parada a la mínima dificultad en el camino, la primera fueron unos tubos que lo cruzaban de lado a lado, bastante lisos y resbaladizos lo que hizo que algún temerario diera con sus huesos en el suelo. Mientras esperábamos nuestro turno para sortear el obstáculo un caballo nos amenizó la espera con una serie de cabriolas y bailes desde su cercado, todo un artista equino.
La ruta estuvo bien, paisajes de la Asturias interior y un día
nublado que empezaba a amenazar lluvia. Nos fuimos alejando de la población con
un perfil más bien llano en estos tramos. Tras pocos kilómetros comienza el
ascenso con un par de rampas de cierto desnivel, nada para los aguerridos
repechinos curtidos en mil batallas, pero que no catalogaría tampoco como para
principiantes. Un par de reagrupamientos y alguna subida “andariega” debido al
estado del terreno. Una amplia campera, el punto más alto del recorrido y donde
paramos unos minutos y algunos aprovechamos para restablecer el balance hídrico,
marcaba la mitad del recorrido y el punto de retorno hacia Grao.
Ahora era un camino, casi sendero, cuesta abajo y muy divertido
el que nos llevó otra vez hacia las zonas llanas. En un par de desvíos algunos
seguimos fielmente el camino marcado y otros despistados -¿alguien adivina
quien estaba entre ellos?- continuaron por la carretera hasta esas zonas bajas.
De nuevo en el Parque de abajo, y tras apenas 12 km en el cuerpo, fuimos agasajados con una camiseta conmemorativa y un bienvenido chocolate caliente. La lluvia hasta ese momento nos había respetado pero comenzaba a gotear con lo cual no dilatamos más nuestra presencia en la celebración final y regresamos raudos al complejo deportivo.
De nuevo en el Parque de abajo, y tras apenas 12 km en el cuerpo, fuimos agasajados con una camiseta conmemorativa y un bienvenido chocolate caliente. La lluvia hasta ese momento nos había respetado pero comenzaba a gotear con lo cual no dilatamos más nuestra presencia en la celebración final y regresamos raudos al complejo deportivo.
Un rápido lavado a nuestras bicis y una ducha caliente puso
punto final a nuestra San Silvestre Moscona. Una divertida manera de despedir
la ultima mañana del año y, como siempre, con inmejorable compañía.
Feliz 2013.
Feliz 2013.
YLQH
El acompañante de Jandrín es Jose Ramón, asiduo en nuestras últimas salidas. ;)
ResponderEliminarPepe botes es el nombre de guerra.
ResponderEliminarAnte todo dar las gracias a Pedro y Jose manuel por el transporte.
ResponderEliminarEn cuanto al recorrido a mi me gusto a pesar de que muchisima gente se quejaba
de barro y, yo pensaba,je,je,estos no saben lo que ye ser un repechin.
Un par de reagrupamientos? yo que iba
sobre la mitad me reagrupe mas de, SEIS VECES,al subir al bajar y sigue y sigue
personalmente me tuve que saltar dos reagrupamientos,mas que nada porque habia quedado con la famili para comer las uvas.Alguien se fijo en la ambulancia, cuando empezamos a subir la
vi en X sitio,coño cuando llegue abajo
estaba en el mismo sitio ¿casualidad?.
Todos sabeis que no ando ni cuesta abajo pero,13 Km, DOS HORAS?.
Ole,ole y ole,para el que encontro una
manguera para¿200 mas o menos biciclistas?.Perdonadme por ser tan critico,pero si no llega a ser por la buena compañia,casi que ni disfruto.MR43