YE MUY DURO SER UN REPECHÍN

 Ser un Repechín, no ye ninguna tontada. Cada semana hay que hacer un par de klandestinas para llegar en buena forma a la ruta dominical y no perder un pulmón en la primera cuesta.

El que más y el que menos entrena en varios deportes. Unos corren por la playa, otros la cruzan nadando, una parte se entretiene en el gimnasio, otros hacen klandestinas con sus “flacas”….

Últimamente hay un nuevo deporte que se empieza a practicar entre los Repechinos, la escalada. Y viendo que se acerca la Riboira Sacrata 2012….

Nuestro compañero Desdelpicu, aficionado a todo lo relacionado con la naturaleza, decidió probar con las cuerdas y quedó encantado.
Yo, animado por mi sobrino Rubén, un futuro Repechín, decidí probar esta actividad y la verdad es que tengo que reconocer que es una pasada.

 

 

Rubén, ya es un experto a pesar de sus 12 años. Ya tiene dominados casi todos los sectores (vías de escalada), que están en las inmediaciones de la playa de la Ñora, y escaló las Agujas del Porru Bolu, y la Vía Ostaicoehea en Fuente Dé. Ahora está preparándose para subir al Urriellu en Septiembre o posiblemente en Octubre,(ya veis que tiene buenos mimbres para ser Repechín)

 

 

 A esta zona de La Ñora van muchos escaladores a practicar en las vías que hay abiertas en las paredes.

En mi primera clase, todo me sonaba a chino, (mas o menos como las cosas de la bici), químicos, speed, chapas, parabolts, me sonaban más a taller de soldadura que algo relacionado con la escalada. Para mí, gatos, son animales que cazan ratones, no zapatos especiales para escalar. 

 

 

 

 

 

Magnesio, ¿para echar a las manos?, yo en las manos hecho Nivea y gracias.

Nunca pensé que hubiera tantas clases de cuerdas, dinámicas, especiales para nieve, para lluvia, especiales para aristas…

Mosquetones, cintas Express, fisureros, empotradotes, friends, clavijas, rapelar, grigri, tre, shunt, reunión….son nombres que ya empiezo a distinguir, aunque estoy acabando con la paciencia de mi profesor Rubén.

Cuando ves a alguien que sabe escalar, subir por una pared, lo ves muy fácil, y enseguida piensas :,” bah, esto está chupao, haber si acaba pronto este fantasma y ya verá como lo subo yo sin hacer tantas poses y tantos descansos”.

Pero la facilidad se acaba en cuanto tocas con tus manos la roca. Ya no ves sitios donde sujetarte, no hay donde poner los pies, y los “gatos” (zapatos), aunque ayudan mucho, no son mágicos y no te hacen llegar arriba en un par de zancadas. 

 

 

 

 Yo creo que lo fundamental, es tener un buen sitio donde colocar tus manos (agarre), porque los pies, se pueden sujetar en una superficie increíblemente pequeña. Cuando estás bien agarrado, parece que se acabaron los problemas y puedes relajarte un poco y buscar los próximos objetivos.

Entre la inexperiencia y la tensión acumulada, a los pocos minutos, ya estás sin fuerzas, y empiezas a cometer errores, lo que te hará, con toda seguridad a caerte, menos mal que tu compañero te está “asegurando” (te sujeta con la cuerda y gracias al “grigri”, evita que cates la dureza del suelo).

Cuando llegas a lo alto de la “pared”, la sensación de triunfo es increíble, más o menos como cuando llegas a la cima del Mortirolo o del Cuitu Negru. Y después, el descenso es, como en la bici, visto y no visto. Sin darte cuenta, ya estás otra vez dispuesto para otra subida.

Bueno amigos, desde aquí animaros a que si podéis, probéis esta actividad, no se si mejoraremos en nuestras salidas repechineras, pero seguro que lo pasáis muy bien y disfrutareis un montón.

 WILLY y RUBÉN