Huertos, bosques y playas, Willy Ibiza-mix II parte

 

La ruta de hoy se llama de Camp Vell, no se si significará Campo Vello, pero lo que si es seguro es que me gustó mucho.

Hoy mi compañero de ruta fue Samuel, otro de los integrantes del CC.Sanantoni, que al igual que ayer Elías, tampoco era manco pedaleando, y al que no le costó mucho seguir mi ritmo, más bien, iba de paseo y yo con “el gancho” puesto.

La ruta era más de interior, pasamos por muchos huertos, con viñas,  olivos , almendros e higueras, de las que estaban recogiendo las “brevas” cosa que yo no había visto nunca.

Es increíble que en una zona tan seca y polvorienta haya tanta vegetación.

La ruta discurrió por el Valle de Buscastell, S. Mateu, y varios pueblecitos más, la mayoría parecían sacados de películas del Oeste, con sus casas cuadradas y blancas y sin tejados de tejas rojas , y sus calles desiertas.

Combinamos largas, anchas, empinadas , y polvorientas pistas con estrechos y técnicos paseos entre árboles y con entretenidos descensos.

 Parece mentira que la máxima altura de la isla solo sean 475m ( como el Picu del Sol), pero tras varios repechinos, ya me creía estar en Deva subiendo el Mortirolo otra vez.

De la fauna local ( la animal), vimos varios conejos cruzar delante de nosotros y un bando de perdices , lo que nos indica que aquí también se cuida el monte.

Ahora, casi todo los pequeños riachuelos están secos, aunque sus cauces están llenos de vegetación, y Samu me comentaba que en invierno hasta se desbordan del agua que traen.

La parte mas entretenida de la ruta fue cuando tuvimos que cruzar un tramo de arena de playa de unos 50m. Plato pequeño, piñón grande y a pedalear tan rápido como puedas mientras pisas la arena. La rueda de Samu, parecía la de una moto, echando arena hacia atrás y consiguió llegar a la zona ciclable. Yo por mi parte, lo intenté, pero tras la bajada hacia la playa, y tras tocar la arena, la rueda delantera giró, la dirección se cerró y ahí que va Willy al suelo, menos mal que estaba blandito.

Tras una trialera de unos  2 km, que subí con mas pena que gloria, pero sin echar mano de San36 (entre otras cosas porque no lo tenía…) llegamos a un mirador sobre unos acantilados encima del mar, que parecían Peñarrubia por su altura. Preciosas vistas.

Después, ya bajamos hasta Cala Salada, y tras una subida durilla  por el asfalto de 2 ó 3 km, empezamos ya el descenso a San Antonio, a donde llegamos por entretenido camino esquivando pinos y una bonita trialera para terminar la ruta.

Quiero dar las gracia a Elías y a Samuel por enseñarme rincones desconocidos de Ibiza, a los que solo se puede llegar en bici o andando y que no están en las guías turísticas y desearles suerte en sus competiciones ciclistas. Ahora, en Julio, o hay carreras, pues la mayoría de la gente tiene que aprovechar el tiron turístico como puede, pues en septiembre, cierra el ¡!!!! 70%¡¡¡¡ de los negocios relacionados con el turismo, y el invierno es muy largo.

Bueno, ya me despido, espero que os haya entretenido un poco con mis rutas por Ibiza, un lugar al que todo el mundo que trabaja tendría que venir una semana por lo menos a descansar, (y los jubilados, quince días. Jejejejeee)

De nuevo, saludos soleados desde mi sombrilla                    WILLY