THE COTOLLES WORLD REPECHIN TOUR ( 1ª ruta de la fabada )

Hoy  los Repechinos celebramos la 1ª Ruta de la Fabada, que no era más que una disculpa para reunirnos y rematar la salida ciclista con una buena comilona.

Nos juntamos en Pelayo, Peter Stone, Piti, Mario, Germano, Turonman, Trancas, Barrancas, Yeloque´hay, Pedro Transmisiones, Mr. 43, El Dólar, Tino  y Willy, con un buen día para pedalear y con ganas de terminar la ruta y enfrentarnos a un buen plato de fabada.

Tomamos dirección al camping de Deva, donde subimos por la trialera para ir calentando. El grupo era más o menos homogéneo, pero se fue estirando a medida que subíamos.

Aquí, Mr. 43, y el Dólar se nos perdieron, pero dimos por sentado que nos esperarían más arriba y seguimos. Mario, estaba haciendo su “bautizo repechinero”, y creo que ya se olía lo que le esperaba.

Una vez arriba, seguimos hacia la casa de los avestruces y de ahí, bajamos por la caleya hacia Peón. El terreno estaba un poco húmedo, pero bueno para rodar, así que nos las prometíamos muy felices en la bajada hasta Casa Pepito.

Pedro y yo, intentamos tapar todos los huecos, pero no hubo manera, y Yeloqu´hay, nos pegó una pasada que nos arrancó las pegatinas de la bici, nos dejó como clavados.

Clavado, apareció él, 20m más abajo, enroscado cual meruquín en un anzuelo. Bici por un lado, paisanín por otro, un zapato por más allá….!! Vaya panorama que se nos presentaba¡¡¡

Paramos, y lo que parecía una caída más, ya se veía un poco más seria, y Jose no se podía mover y casi ni respirar. A mí, personalmente me acojonó y mucho. Lo sentamos y con mucho trabajo y dolor, pudo meter un poco de aire en los pulmones, pero con una cara de dolor que era todo un poema.

Intentamos que el accidentado siguiera la ruta, más que nada porque como le veíamos herido y bajo de forma, era el momento ideal para atacarle sin piedad subiendo La Cruz, pero sabiamente, tomó la decisión de volver a casa. Trancas le acompañó amablemente, y decidieron volver por carretera, hasta el puente de Arroes y luego por la carretera general.

El tramo hasta el puente, creo que fue llevadero, pero el resto, se hizo muy muy muy largo, y Gijón  parecía estar a unos 200 km. o más.

En Peón esperábamos encontrar a Mr. 43 y a su acompañante, pero como no estaban, pensamos que nos esperarían en el alto o en las áreas recreativas y seguimos.

El resto del grupo, ya no teníamos muy buen cuerpo después del susto que nos dio nuestro compañero, pero seguimos , subida a la Cruz, y al  llegar al asfalto, reagrupamiento.

Aquí , notábamos que había poco aire, y encontramos la explicación al ver llegar a Mario, y era que lo venía cogiendo todo él, no podía hablar ni abrir más la boca para coger aire, y al decirle que ahora empezaba lo duro, casi se nos queda en el sitio.

Aquí, apareció Turonman “ El Tío La vara” , viendo que se nos hacía tarde, sacó la vara y dijo unas palabras mágicas que nos hicieron esprintar a todos. Las palabras fueron:

¡!!!!!“ Sus voy a crujir vivos ¡¡¡¡¡¡

Seguimos hacia las áreas recreativas, desde donde ya era “casi todo bajada “ hasta casa.

Aquí empezaba la Ruta de las Cotollas propiamente dicha. Comenzamos la bajada tranquilamente, y aquí fue donde Tino le cogió gusto al suelo, y fue “aterrizando” una vez tras otra, y así ¡¡¡ Hasta 3 o 4 veces ¡¡¡.

Si José Mota nos hubiera acompañado en la ruta, seguro que habría dicho que Tino era  como “un rrrrrrepechín que se enrrrrrrroca en el rrrrrrrocaje vivo de la rrrrruta y disfruta con los arrrrrrrastrones”,

Una de ellas, en una pequeña bajada con unas rocas húmedas, Turonman le dice: “no toques el freno delantero”, y Tino, ni corto ni perezoso, tira de freno delantero y…… resultado: Tino comprobando la dureza del suelo.

Una vez llegamos a Arroes, Barrancas y Pedro pincharon, y como siempre en estos casos, “todos les ayudamos” ; , uno comía una barrita, uno bebía , otros mirábamos un hórreo cercano, otro limpiaba la bici, uno llamó a la mujer……total, enseguida

“arreglamos” las averías y seguimos ruta.

Viendo que se nos hacía tarde, decidimos volver a casa por la carretera. Mario fundió el alma en el regreso, hasta tal punto que dijo que si tenía que subir un solo escalón en la Cabaña para comer, que él haría régimen.

Al final, todos a casa y tras una buena ducha, volvimos a por la fabada que nos esperaba en la Barranquilla.

Una vez allí, nos esperaba Yeloq´hay, sentado en un banco al sol, con un brazo escayolado y una mueca de dolor en su cara. Su visita al hospital de Jove se saldó  con una costilla rota y una fisura en la muñeca.

El mal trago del día, fue más llevadero con la fabada que nos tenía preparada Barrancas, precedida de una sopa de marisco y con un surtidazo de postres como remate.

Tras una tranquila comida, la fisurada costilla de Yeloqu´hay empezó a protestar y llegó el momento de regresar a casa.

Esperamos que nuestro amigo no pase muy mala noche, y se recupere pronto, que nuestras salidas repechineras no son lo mismo sin él, y los descensos quedan sosos sin sus habituales “aterrizajes”.

Un saludo a todos los participantes y ya estamos esperando la II Ruta de la Fabada.

                                                                      WILLY