Para
rematar el cúmulo de calorías de estas fechas, ¿Qué mejor que hacer la Ruta del
Roscón de Reyes?.
Nos
sentíamos un poco culpables por la gran cantidad de calorías ingeridas en las
comidas y cenas de estas fechas, pero el Sargento Playu, tenía la solución.
-Ya
preparo yo la ruta para que comáis el Roscón sin que aumentéis de peso. Y
la verdad es que no nos defraudó.
El
día no amaneció muy “católico”, la lluvia caía con alegría y esto hizo que la
gente dudara si participar.
Tras
unos wasapeos decidimos salir. El
chubasquero era prenda obligada en los primeros metros hacia Pelayo. Jandrín,
Pepe y Ricardo, se me unieron antes de llegar, y enseguida la lluvia
desapareció.
A
las 9 en punto, estábamos en Pelayo, y aparecieron unos compañeros, con sus
flacas, buscando ayuda para unos pinchazos.
Pepe
y Jandrín, sacaron la caja de herramientas y comenzaron la reparación.
Yo,
miré el movil y ¡¡¡¡Oh sorpresa, un montón de wasap!!!
¿Que pasa?, al empezar a leer vi la respuesta, la mayoría de los Repechinos se
habían marcado un Cocorico de los gordos al ver las gotas de lluvia en los
cristales y se habían vuelto a la cama.
La
hora de salida, se retrasaba media hora como poco. Los
Cocoricos Cocoricos volaron por Internet
para los que dudaban en salir, y ante la posibilidad de perderse la ruta del
Playu con final “dulce”, enseguida aparecieron Desdlpicu, Yeloquhay, Yermano,
Lynux, Turonman y el último en llegar el Playu, debió ser porque vive muy
lejos.
La
ruta, una de las habituales de los Repechinos, salimos en dirección a Ceares,
pasamos bajo la “Minera” y con unos “tranquilos” subeibajas, llegamos a
Llantones.
Aquí,
optamos por la “ruta larga”, o sea, la que nos llevaría desde el punto más bajo
del valle, hasta lo más alto del Pico San Martín.
El
”falso llano” del hormigón, no dejó a nadie indiferente y quitó el poco frío
que podíamos tener. Pero como ya nos estábamos preparando para la Cuesta de
Enero, decidimos seguir subiendo y subiendo.
Otro
paso bajo la Minera y a seguir con el “molinillo” hacia el alto de San Martín
de Huerces.
Ya
puestos, seguimos subiendo, cada uno a su ritmo, aunque a algunos nos costaba
adelantar a los caracoles que paseaban por la cuneta.
Una
vez en el Picu San Martín, Pepe nos obsequió con una buena ración de empanada,
tras la cual seguimos ruta hacia la Fábrica de Callos.
Pequeña
bajada para buscar el Monumento a Los Bomberos y la llegada a La Collada.
Una
vez allí, algunos nos las prometíamos muy felices al ver Gijón a nuestros pies,
lo que significaba que solo nos quedaba bajar.
Pero
que equivocados estábamos, al llegar a la parte de debajo de La Cuesta de la
Vaca, nuestro guía giró inesperadamente a la derecha, para nuestra desgracia.
Hubo
un pequeño “motín a bordo”, pero no llegó a buen puerto, así que todos a “apretar
el culo” y paaaaaaaaarrriba.
Los
primeros metros, todos los tomamos con calma, con mucha calma, pero antes de
llegar a la curva de izquierdas, unos cuantos andariegos aparecieron en escena.
“que
si el terreno estaba muy húmedo, que si no tengo tracción, que si tuve que
frenar por esquivarte…..” ya sabéis, lo de siempre,
Como
decía un profesor mío, “las disculpas son como el culo, siempre hay uno cerca,
del que poder echar mano ( aunque sea el tuyo)”.
El
caso es que a la mínima oportunidad todos intentábamos volver a pedalear, y los
metros caminados fueron los menos posibles.
En
la subida, nos cruzamos con varios bikers, pero todos bajaban y sus caras lo
decían todo al mirarnos (estos Repechinos están locos, mira que subir este
muro…..)
Mención
especial tiene aquí, Pepe el Botes, que hoy logró su proeza de subir toda la
Cuesta de la Vaca del tirón y sin poner pie a tierra. Al final recibió las
felicitaciones de todos, pero la cara de satisfacción fue su mejor recompensa.
Después,
ya recuperados del esfuerzo, seguimos en dirección a La Casa de la Radio y luego hacia La Camocha.
Pero
aún teníamos un “regalo sorpresa” para acabar la ruta, y fue el pequeño “falso
llano” hasta Los Nogales.
Ya
desde aquí, solo nos quedaba ir a buscar nuestro Premio Fin de Carrera, y era
un Roscón que el Playu nos tenía reservado, y tratándose de comida, la palabra
del Sargento, va a misa, y pese a que intentó varios demarrajes entre los
coches con la intención de que el número de Repechinos-comensales fuera menor,
no tubo suerte, y como buenos profesionales de “persecución”, no perdimos su
estela.
La
confitería "La casa di ella" con Pedro al frente, nos tenía preparado un
roscón de crema para chuparnos los dedos.
Hay
que reconocer, que el Sargento Playu, de fisioterapia y karate no sabrá nada,
pero de conocer sitios donde la comida es de 10, no tiene rival.
Durante
la “manduca” coincidimos con Trasmi, que venía con sus hijas de ver el
aterrizaje de los Reyes Magos en la Playa y nos deleitó con su compañía.
Después,
ya poco que contar, cada uno a su casita y Jandrín y Pepe al Sisters, y hasta
aquí puedo leeer, jejejejejejejeje
Espero
que los Reyes nos traigan muchos regalos, y sobretodo que nos traigan muchas
ganas de seguir pedaleando por las caleyas.
Un
saludo a todos
P.D. Yo tengo el regalo en la mano y esta vez me porté bien. Bien no, lo siguiente. Me trajeron lo que quería.
Tengo que reconocer Willy que tienes mas razón que un Santu cuando dices:
ResponderEliminar"Hay que reconocer, que el Sargento Playu, de fisioterapia y karate no sabrá nada, pero de conocer sitios donde la comida es de 10, no tiene rival"
Parezme Turonman que esi bono tien poques casilles pa tí,van hacerte falta otru par de ellos.
El bono está impreso por las dos caras. Un total de 24 permisos, dos por mes.
ResponderEliminarHay otros formularios que también se pueden rellenar para solicitar prorrogas. Hecha la ley........