lunes, 1 de septiembre de 2014

SI TE GUSTA LA BICI, HOLANDA ES TU PAÍS



Algunos de vosotros estaréis estirando todo lo que podáis vuestros últimos días de vacaciones, y otros, ya, recordándolos como algo ya muy muy  lejano.

La mayoría habrá dejado “colgada” la bici estos días, pero sin poder dejar de pensar en ella al ver a algún biker dándole al pedal.
Si para el año que viene no tenéis ningún plan, podéis ir “preparando el terreno” y visitar el País de las Bicis por Excelencia: Holanda.

En cuanto sales de España, la cultura de las bicicletas, cambia. En nuestros viajes vemos que la gente de otros países utiliza las bicicletas casi a diario  para ir al colegio, al trabajo, a la compra….., no como aquí que su uso es casi solo de ocio y más de “domingo”.

Francia e Italia, serían  un países donde disfrutarían mucho Turonman, Mani y el Playu, con asfalto a tutiplén y unos puertos que son una pasada, largos y “pindios” de narices.

Llama la atención en Francia, ver a la gente ir al supermercado con la bici y traer el “pedido” en la cesta o en las alforjas

Pasa lo mismo en Alemania, y hasta en sitios con climas más extremos que el nuestro como Suiza, Holanda o la misma Noruega.
Noruega, sería un buen país para Desdelpicu y para mí con buenas rutas y con la suerte que en invierno llega la nieve, y ya cambiamos la bici por las motos de nieve.

Recordando Noruega, lo que más nos llamó la atención fue que los niños iban en bici hasta la parada del bus, y allí las dejaban todo el dia, al lado de la carretera y la marquesina, ¡¡¡¡¡¡Y SIN CANDADOS ¡!!!!. Pasaba igual en los chalets, casi sin muros ni cierres, y las bicis, allí tiradas en el césped sin ningún miedo a los amigos de lo ajeno que tanto abundan aquí.

Alemania sería el destino ideal para Yeloqhay, aunque acostumbrado a sus rutas por la Riboira, no sé si la selva Negra llenaría sus ansias de fotos y paisaje inigualable.

Por otro lado, Suiza sería el paraíso de Janjun, Pepe Botes y Jandrín,( cervezas aparte), por sus montañas, a las que llegas a la cima tras varios trasbordos de telesillas y teleféricos, y luego te tiras varias horas haciendo unos descensos increíbles.

Y por fín, Holanda, el paraíso para Barrancas, es como la Senda de la Camocha, pero toda con asfalto, cero repechos, cero trialeras.
Pero voy a contaros nuestro viaje de este año, Holanda, que se me va la pinza.



Un país, ganado casi en su totalidad al mar, no tiene grandes montañas, y al ser casi llano, la bici es algo muy útil, y a veces necesario y otras obligatorio, para moverte por todos los sitios.

Igual que en tiempos de Felipe II en los que una ardilla podía cruzar España de norte a sur sin pisar el suelo, así en Holanda, puedes recorrer todo el país, de norte a sur y de este a oeste, sin salirte del carril bici. Hombre, la verdad es que no es un país muy grande, poco mayor que Cataluña, pero aun así, siempre tienes un carril bici al lado de la carretera.

Nosotros estuvimos en Utrech con David, el hijo de Bluetomate y nos explicó un poco la vida allí.
La bici es obligatoria para la vida diaria. Si trabajas cerca de casa, vas en bici, si trabajas lejos, vas en bici hasta la estación, dejas la bici en uno de los muchísimos supermegagigantes parkings de bicis, cojes el tren, bajas, vuelves a coger otra bici y vas al curro. Y a la vuelta igual. 

El coche en las ciudades casi ni se utiliza. El aparcamiento es muy caro, y les da igual que haga sol o esté nublado y sople viento ( lo que ocurre casi todos los días del año), el desplazamiento: en bici.
Los pequeños pueblos, están comunicados, como todo el país, con carriles bici, y en ellos ves a la gente pedaleando a todas horas.


Las distancias, no les importan mucho, se coge la bici y punto. Así puedes ver a gente “con todo el desarrollo metido” y buscando una posición lo más cómoda posible en sus bicis de paseo y apoyándose en sus altos manillares, recorriendo las orillas de grandes campos de tulipanes, o un grupo de chavales con sus alforjas llenas de libros yendo al colegio al pueblo cercano.
Modelos de bicis, puedes encontrar todo lo que te imagines.
Bicis de paseo, son la mayoría, tienen cestas en el manillar y alforjas y son las más usadas. No se cuidan mucho, la verdad, con tal de que tenga aire en las ruedas y que frene, vale. 


El mantenimiento de cadenas, limpieza o cables de freno, brilla por su ausencia (tal vez lo del freno se esplique porque frenan dándole a los pedales hacia atrás, y puede que las cadenas sean de color marrón “de serie”).
Bicis de montaña…..son como las brujas en Galicia, “haberlas hailas, el caso es dar con ellas). Al no haber muchas trialeras que echarse a la biela, no hay muchas montain bikes.



Las “flacas”, es un mundo aparte, esas si que están impecables, sin una mota de polvo, y aunque yo no entiendo mucho, solo sé que si me gustan es que son muy caras, allí, ¡¡¡¡me gustaban todas y mucho!!!!.
Después hay otro montón de bicis, que se adaptan a las necesidades de cada uno.



Si tienes un niño pequeño, un bebé, se le adapta al manillar un sillita de bebé, de las que aquí ponemos en los coches, y ya llevas al peque en bici.
Si el niño ya creció, se pone un sillín en la barra horizontal, unas estriberas en la diagonal y un parabrisas en el manillar y ya no hay problemas.


Cuando crezca un poco, pasa a ir en el portabultos, eso si, con una silla para él. Si tienes dos hijos, pues no hay problema, cada uno a un sitio. Si tienes hijos y tienes que ir a la compra, compras una bici con un cajón enorme entre la rueda delantera y el manillar. Algo así como una bici “choper”. Nosotros llegamos a ver a un adulto, tres hijos y el pedido del “súper” en una sola bici, y aún podría haber enganchado al eje trasero, uno de los carritos de tela que vemos por aquí.


Lo que más nos llamó la atención, es que el 99% de los ciclistas, no llevan casco, solo los de las “flacas” lo usan.
En fín, que la carga o el número de pasajeros no es ningún inconveniente para coger la bici.
 
Como hay tantas bicis en el país, no hay sitio para guardarlas todas. La mayoría duermen en el “Garaje De la Estrella”, eso sí, con un candado, más o menos decente.



Donde más llama la atención el número de bicis del país, es en las grandes ciudades. Hay unos parkings para cientos de bicis, unos a ras de suelo, otros en zonas subterráneas, se amarran las bicis a cada farola, y el metro de barandilla cerca de los canales está muy muy cotizado. No es extraño ver tres y hasta cuatro bicis atadas una a otra y la primera a la barandilla.
Una forma original de que los aparcamientos “circulen”, es que si tu bici lleva un tiempo parada sin moverla, la policía le pone una pegatina, que tras unos días cambian por otra de otro color, y al tercer cambio, el ayuntamiento puede cortar los candados y quedarse con la bici. Yo creo que esto no funciona mucho, pues ves bicicletas que no se movieron de los aparcamientos en años.
 
Ante tan importante número de bicis, pues el número de robos es también importante, y según nuestro “confidente” holandés, cuando sales de fiesta hasta tarde ( las 9 de la noche), puedes encontrar bicis de “dudosa procedencia” por 10€. También muchas bicis, tras ser sustraídas acaban su andadura en el fondo de los canales, y tal es el número, que muchos ayuntamientos tienen que dragarlos cada pocos años para retirarlas.


En los pueblos, el problema de guardarlas es parecido, las casas no deben ser muy grandes, y los trasteros se usan para otros menesteres, así que las bicis de toda la familia, duermen en la acera, delante de la casa.
La verdad es que las bicis que Cova y yo llevábamos, no es que fueran precisamente de “última hornada, ni tope de gama”, pero viendo lo que por allí se movía, alguno nos miraba con ganas de ver si nuestro candado era “asequible” a sus zarpas. Menos mal que nuestro Pitón les hizo desistir del intento. Aunque un par de veces perdimos las bicis al no encontrar el canal en el que las habíamos atado, y es que ¡¡¡¡¡son todos iguales!!!! Y tardamos más de una hora en volver a encontrarlas.



Así que si no tenéis decidido vuestro próximo destino vacacional, podéis ir “dejando caer” este posible destino, y si podéis llevar la bici en un doble fondo de la maleta…. Perfecto.

Bueno amigos, hasta aquí nuestra crónica de hoy, con el final del verano, volveremos al “cole” y a darle “gusto al pedal”.

Un saludo a todos,
WILLY

8 comentarios:

  1. Muy buena crónica Willy, la verdá ye que aquí tamos a años luz de esa cultura de la bicicleta jeje
    No me imagino yo todo el muro de san lorenzo con bicis candades.
    Y menos lo de dejar la bici sin candar, q dentro poco tendremos q salir con el Pitón hasta pa subir al fariu

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  2. ¿Dejar la bici sin candado?.
    No lo hago ni yo aquí en mi trastero.
    respecto a lo de cruzar el país de punta a punta en carriles bici, aquí en España ya no se utiliza el ejemplo de la ardilla y los árboles.
    Aquí ahora lo cruzas saltando de hijos de p*** en hijos de p*** sin tocar el suelo.

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  3. Willy informame tu que tienes mundo, ¿Aunque no te gusten las bicis y te gusten las gominolas creo que Holanda es muy recomendable,es cierto?

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  4. Roberto, tienes que salir más en bici que te noto muy estresado.

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  5. Menuda entrada, Seve. Esto no sería lo mismo sin tu pluma.

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  6. muy bueno Seve, faltote algo de holanda las mujeres en los escaparates y los bares esos que vende hierba, tu crees que tambien lo teniemos que tener aqui , como lo ves,BARRANCAS.

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  7. Muy bien contado todo. Una gozada de lectura y una sidra que te debo. Mi hijo dijo que tenia amigos muy guais.

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