Hay
tres entregas de premios que son famosas en el mundo entero, los premios Nobel,
los Príncipe de Asturias y el Repechín de Oro.
Personalmente,
si los catalogara por importancia, yo los catalogaría alrevés, Repechín,
Príncipe y Nobel. Seguro que vosotros también.
Estos
días previos a la entrega de nuestro famoso galardón, fueron bastante ajetreados y “calentitos”.
Nuestro
wasap del Grupo Repechín, echaba humo un día si y otro también. Discrepancias
en el menú a escoger, el sitio, el precio…. Bueno, ya se sabe que habiendo
muchas opiniones, casi nunca hay dos iguales.
Al
final decidimos hacer nuestra cena anual en la Barranquilla (la Cabaña), a
donde fuimos llegando poco a poco un buen número de Repechinos y también
familiares y amigos.
No
hubo centollos ni bugres como se había comentado en alguno de los menús, pero
lo que Barrancas nos preparó, creo que fue del agrado de todos.
Unas
tortillas, croquetas, mejillones y chipirones fueron la entrada y patatas tres
salsas, (estas estaban regular, al menos en apariencia una de ellas porque el
olor a cabrales no se quitaba ni abriendo la ventana), criollos y costillas el
segundo plato.
Un surtido de postres, el remate. Todo ello
regado con sangría de vino y de sidra hizo que la alegría campara por doquier y
las risas y el cachondeo fueran los reyes de la cena.
Como
siempre, al finalizar el ágape, tocó el momento más esperado por todos ( menos
por el Playu, que siempre espera que haya otra “degustación” de postres), que
es la entrega de los premios del año.
Este
año hubo varias sorpresas, la primera, que Oscar tubo el detalle de obsequiar a
todos los presentes, incluidas las mujeres, con unas camisetas con el símbolo
de la Cabaña y del Repechín.
Regalo
que todos agradecimos y con el que se ganó un gran aplauso que seguro que le
suavizó un poco los nervios que le hicimos pasar durante toda la semana con la
“guerra wasapera”.
Otro
premio que nadie esperaba, fue el que recibió nuestra más incondicional
animadora, Dolo, consistente en un escudo que la acreditaba como Fan Nº 1 de
los Repechinos.
Ella
decía que no lo merecía, pero todos los presentes nos alegramos muchísimo de
este pequeño detalle que Mr. 43 le había preparado.
Siguiendo
con los premios, no podíamos dejar al Cuerpo sin un “regalín”, también para
calmar los nervios de la semana anterior.
Como
no, nos deleitó con uno de sus discursos, que había traído “por si acaso caía
algo” haciendo que las risas y el cachondeo aflorara denuevo entre los
presentes.
Nuevamente,
nuestro orfebre particular, se lució con su trabajo, dejando claro, que cada
día se supera en su ingenio (esperemos que apartir de ahora se vuelva a superar
y retome el liderazgo de los Valentín Boys, que están casi “desaparecidos en
combate”, , claro, si falta el lider……)
Y
como final, el premio al Repechín de Oro. Este año, yo fui el afortunado. La
verdad es que me emocioné un poco al ir a recoger el premio, y me quedé sin
palabras.
Yo
no sé porqué lo gané ( aparte de por los chorizos de jabalí y la carne guisada
de venado que repartí entre algunos Repechinos para asegurarme el premio), pero
solo sé que ahora está en un lugar preferente del salón de mi casa, ( no pude
quitar la foto de la boda, pero está al lado).
Ahora
tengo el Repechín de Oro en mi casa, ya me siento en la cima, ahora espero
seguir dando guerra en nuestras salidas repechineras y seguir disfrutando de la
compañía de una gente sin igual, LOS REPECHINOS.
No
quiero terminar sin dar unas gracias. A Oscar, por la paciencia que tiene y
tuvo con nosotros, a Valentín por su trabajo en los trofeos, a Peter Stone, por
preparar el 2º Repechín de Oro, ya que Barrancas se había cargado el primero (
y es que hay que reconocer que la soldadura no ye lo de Barrancas),
A
Milín por aportar la materia prima del trofeo, a todos vosotros que estuvisteis
en la cena, por vuestra compañía y a los que no nos pudisteis acompañar, por vuestro
apoyo también y por hacer entre todos que seamos un grupo que poco a poco va
creciendo y decorando de color azul las caleyas asturianas.
Esta
vez no puedo olvidarme de dar las gracias a Cova, la Princesa de mi casa, por
animarme a dar pedales muchos días en que el cuerpo es débil y prefiere seguir
en la cama por las mañanas o durmiendo la siesta por las tardes. Gracias a ella
y a sus consejos puedo seguir “sufriendo por la caleya”, como diría el
Alloriau, sin hacer esperar demasiado a mis compañeros de ruta.
Bueno,
siguiendo con la celebración, tras la cena, llegaron los chupitos, y con ellos
el Karaoke, donde el que más y el que menos intentó hacer sus pinitos.
Santi,
lo intentó, y creo que apartir de esta “actuación”, ya lo están buscando
desesperadamente los “coaches” de “La Voz” ( o el Berrido, no sé como se
llamará) para ficharlo.
También
Isabel nos deleitó con otra canción, y la verdad es que recibió muchos más
aplausos que Santi, no sé si porque lo hizo mejor o porque Trancas estaba
señalándonos con el cuchillo a todos y haciéndonos una señal que simulaba
cortar el cuello si no aplaudíamos.
Luego,
ya el Duo Los Cayaos (El Mudu y El Cuerpo), se vinieron arriba y no soltaron
los micrófonos hasta altas horas de la madrugada.
Bueno,
ya veis que nuestras reuniones acaban siempre igual, parecemos el final de los
cuentos de Asterix y Obelix, que siempre acaban en una cena de grupo. Nosotros
acabamos con risas y buen humor.
Hasta
aquí mi crónica de hoy, una crónica un poco especial, porque yo soy uno de los
protagonistas principales.
Gracias
a todos, de corazón y un saludo WILLY
pero que guapo está mi hermanin!!! felicidades campeón!!
ResponderEliminarUna cena muy wena, agradecer a Barrancas q taba pendiente de todo como si fuera la su boda lo que se celebraba (Decíen las malas lenguas q tenía hasta pinganillo pa organizalo todo :O)
ResponderEliminarWilly yes un crack, con la bici y sin ella. Un premio merecío 100%, ye un placer caleyar al lao tuyo cuando el camino se vuelve pindio y le das tu toque de humor.
Grata cena.
PD: Kedó mencionar la elegancia de Jandrin web con la q se presentó en la cena... Casi no se le conocía sin cascu y sin luces :P:P
Seve. Un premio muy merecido, me alegro de que todo el grupo lo reconozcamos de esta manera.
ResponderEliminarY al maestro orfebre, pues eso ¡¡MAESTRO!!