Esta
es la pregunta que siempre tenemos en mente los Repechinos.
¿Es
mejor Larga y Dura?, o ¿es mejor Pequeño pero Peleón?. O ¿“uno Tranquilo y sin
Prisas”?
También
, cuando “nos venimos arriba”, nos tiramos algún pegote y hacemos “Dos
Seguidos”……
¡¡¡¡
¿Qué pasa que os veo riéndoos al leer esto?!!!!!
¡¡¡¡¡Ah,
claro, tenéis la mente sucia y estabais pensando en “gochadas, ¿eh?!!!!
¡¡¡¡Pues
no!!!! Me refería a una ruta repechinera, un paseo por trialeras , un paseo
tranquilo por la Senda, o una ruta de dos días (como la de la Riboira),
respectivamente.
¡¡¡¡Hay
que ver que gente ¡!!!! El maillot Repechín, en vez de azul debía de ser VERDE,
como vuestra mente calenturienta.
Pero
bueno, a lo que voy, ¿Qué preferimos, una ruta como la de Pajares Heavy, donde
desde primera hora estamos dando pedaladas y subiendo y bajando montes sin
parar hasta coronar en lo más alto de la comarca, comer en la ruta y volver a
la civilización a última hora del día, o un “paseo” por el Fariu, con el
cuchillo entre los dientes y volver a casa a tomar el vermuth?
¿o
hacer una ruta de dos días por la Riboira Sacra, subiendo y bajando mil y una veces
por las plantaciones de uvas de Los
Cañones del Sil, dejándolos más pateados que la Playa San Lorenzo en Agosto?
Pués
no lo sé. Seguro que habrá tantas opiniones como Repechinos.
De
lo que si estoy seguro que lo mejor de una ruta, es la compañía.
Hoy
unos cuantos Repechinos, nos dirigimos a realizar (una de las que se están
instaurando como CLASICAS),
La
Subida al Angliru.
No
sé como calificar esta ruta, Corta y Entretenida, dirán algunos, Larga y Dura,
dirán otros, y Mejor la Hubiéramos Hecho en dos Días, diríamos los demás.
Pero
en lo que seguro coincidimos todos es que fue Una Pasada y Una Gozada, a juzgar
por las sonrisas en las caras de todos los participantes cuando llegamos a la
cumbre.
Si
se pudiera leer los pensamientos de más de uno, seguro que podríamos ver que
decían :
- ¡¡¡Qué gallu soy, menuda faena que acabo de hacer, ahora hecho un cigarrín y a relajar!!!
- ¡¡¡¡Eh, mentes calenturientas, me refiero a la faena de subir el Angliru, no la otras faena que estáis pensando y que se hace sin uniforme de Repechín y en la que se gastan 400 calorías!!!
Con
un día que ni nos lo creíamos los que fuimos a las últimas ediciones, Con Sol y
buena temperatura, El Playu, Turonman, Piti, Pedro, Luis el Mudu, Mani, el
Yogurín, Janjun, Dani Camocha y yo, nos dirigimos contentos a encontrarnos con
nuestro Repechín preferido, el Angliru.
Unos
primeros metros frescos, nos alegraron el inicio de la ruta, lástima que
enseguida sobraban manguitos, chalecos y ropas de abrigo.
Los
primeros repechos, nos hicieron calentar las patucas, y aún se podía escuchar
alguna charla. Más o menos juntos, llegamos hasta el área recreativa de
Viapará, donde ya los platos pequeños empezaron a reclamar su participación.
Los
que participaban por primera vez, estaban reservando porque no sabían lo que
les venía encima, y los demás, también reservábamos porque sí sabíamos lo que
se nos venía encima.
El
grupo se fue estirando poco a poco, aunque nunca nos perdíamos de vista, porque
al estar un día despejado, enseguida veías un maillot azul, a lo lejos, en la
siguiente curva, o encima de ti, en alguna de las “zetas” que hacía la carretera.
Poco
a poco (muy poco a poco para algunos) pasaban los kilómetros, íbamos pasando
las señales donde te decían el nombre de la zona donde estabas, su longitud, y
su tanto por ciento de desnivel.
Después
de leer muchas señales, por fín, llegamos a la Cueña Les Cabres, una rampa
“bastante durilla” y muy muy larga, que facilitaba ir haciendo eses como si en
nuestros camel-bag lleváramos anís de guinda en vez de agua.
No
parecía acabar nunca, y cuando ya nos creíamos en lo alto, lo que vimos al
mirar hacia arriba, fueron otros “tres pisos” de carretera encima de nosotros.
3
kilómetros, 2 y medio, 2, uno y medio, uno…las rampas no acababan nunca, no
quedaban piñones, no quedaban platos, no quedaban ni fuerzas y los kilómetros
nos “duraban” siglos.
Por
fín vemos, 0,5 km, aquí ya veiamos que estábamos arriba. Una pequeña zona en
descenso y lo habíamos vuelto a conseguir, ¡¡¡HABÍAMOS VUELTO A SUBIR EL
ANGLIRU!!!!
Un
año más viejos, pero contentos de haber vuelto a conseguir cada uno, este
pequeño triunfo personal.
Unas
fotos, un pequeño descanso y enseguida el Playu se empezó a poner nervioso por
si llegábamos tarde a comer.
Lo
que tardamos más o menos una hora y media en subir, lo bajamos en unos 15 minutos.
Una
vez en Lará, disfrutamos de “LA DUCHA” de la piscina municipal, y digo la ducha
porque solo había una.
También
tengo que decir que no nos cobraron nada, aunque algunos Repechinos se hicieron
unos largos en la piscina haciendo así más llevadera la espera.
Después,
poco que contar, una comilona importante en Tellego, en Casa Cristina, donde
algunos Repechinos ausentes hubieran disfrutado y mucho de las “preciosas
vistas” que desde allí se contemplaban.
La
comida, ligera, solo para recuperar las pocas energías perdidas en la subida,
fabada y cordero, arroz con leche y flan, cafetinos y a casita, que todo el
trabajo del día estaba ya hecho.
Bueno
amigos, y hasta aquí la crónica de nuestra visita a tierras Riosanas, como
siempre, una ruta espectacular en todos los aspectos, ciclista, panorámica,
gastronómica y lo mejor de todo la compañía de un grupo sin igual, los
Repechinos.
WILLY
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