Aunque
no llovía al principio de la mañana, a las 9 en punto, empezó a descargar agua.
Atechados
junto al Hipercor, esperábamos Jandrín-web, Pepe, Janjun y yo mismo ,(Willy).
Las
ganas de llenarnos de barro pudieron más que la fuerza del agua, así que
bajamos hasta
4 Caminos donde nos esperaban Yelqhay, Yerman, Trasmi, el Sargento Playu y Daniel.
Como
ya no llovía, nos las prometíamos muy felices. Subiendo al Muselín, quitamos un
poco de frío, y luego nos entretuvimos un poco bajando hacia la cuesta de
Veriña por una trialera muy entretenida que nos enseñó el Sargento.
La
antigua perrera de Poago fue nuestra nueva meta, donde ya quitamos el poco frío
que nos quedaba en el cuerpo.
Luego,
ya una ruta bastante entretenida por el Monte Areo, donde nos entretuvimos
mucho con los enormes charcos que encontrábamos a nuestro paso.
Algunos
de ellos, de considerable profundidad, y sino que se lo pregunten a Pepe, que
calculó mal y quedó con el agua por las rodillas en uno de ellos.
El
resto, mas o menos íbamos sorteándolos como podíamos, algunos por la orilla,
otros por el medio, con más miedo que vergüenza en casi todos, y otros,
haciéndonos algún “andariegu” para no tener que llamar al GEAS (Grupo
Actividades Subacuáticas de la Guardia Civil) y que nos sacara de las
profundidades.
Unas
cuantas trialeras, algunos descensos y algunos andariegos, debido al barro de
las cuestas nos llevaron a la Y de Serín.
Poco antes de llegar, Trasmi pinchó su 29, y el moco no reparó la avería, así que tocó cambiar la cámara y seguir ruta, en este caso , camino a casa.
Poco antes de llegar, Trasmi pinchó su 29, y el moco no reparó la avería, así que tocó cambiar la cámara y seguir ruta, en este caso , camino a casa.
La
ruta de hoy, era como la película de Los Inmortales, y parecía que al final
solo quedaría uno, pero la sangre no llegó a tanto.
Primero
se nos fueron el Sargento (tema rebajas) y Yelqhay, que era su primer día de
pretemporada tras la Riboira Sacra, y luchó como un Jabato mientras estuvo en
la ruta. Después, Trasmi y Dani, con problemas de horario.
Cuando
ya quedábamos pocos, Alejandro y Gus tomaron una trialera equivocada al subir
por enésima vez al alto de Areo, menos mal que Janjun, como un niño en un
acuapark, subió, bajó y volvió a subir la trialera para buscar a los perdidos.
Por nuestra parte, Yerman y yo, esperábamos en lo alto, mirando a las nubes que
se nos acercaban y que amenazaban con mojarnos el final de la ruta.
Después,
y a petición de Janjun, bajamos hasta Poago, por el estrecho camino que fue fin
de ruta en alguna Vuelta al Concejo.
Cuando
nos quedaban unos 50m para llegar al asfalto, la cadena de la bici de Gus, dijo
basta y rompió. Un link y mucho apoyo moral, arreglaron la avería.
Después, ya solo bajar a Veriña, el Cerillero, y cada uno a su casa.
Después, ya solo bajar a Veriña, el Cerillero, y cada uno a su casa.
Jandrín-web,
Pepe, Janjun y yo, lavamos un poco las bicis, y después, ellos remataron la
ruta con unas buenas cañas en la Buhardilla. ¡¡ No hay nada como llegar con un
buen sabor de boca a casa ¡!!
Bueno
amigos, hasta aquí la crónica de la ruta de hoy, entretenida como todas y con
el buen ambiente habitual entre los Repechinos y con mucha hidratación en toda
la ruta y también al final.
La
ruta de hoy, la hicimos más que nada pensando en cuidar nuestro cuerpo, primero,
como si se tratara de un tratamiento de balneario, sudamos un poco subiendo al
Muselín y la Cuesta de la Perrera, seguidamente hidratamos un poco el cuerpo por
fuera ,con los charcos del Areo, y para rematar , un baño terapéutico de barro
bajando hacia Poago. ¿Quién dice que los hombres no cuidamos nuestro cuerpo?
El
remate final, solo destinado a unos pocos “elegidos”, fue de “hidratación
interna”, a base de una mezcla secreta de lúpulo, cebada
y agua, recomendado por el Doctor Jandrín-Web.
WILLY
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