martes, 22 de marzo de 2016

EL DIA DEL BAUTIZO (¿QUÉ ES UN “BAUTIZO” SIN UNA BUENA RUTA DE AGUA Y BARRO?, PUES ALGO IMPENSABLE PARA UN REPECHÍN)

Hoy era el día, un día como otro cualquiera, gris, nublado, orbayando, la carretera mojada,….vamos, lo que se dice un día para hacer cualquier cosa menos ir a montar en bici.
Cualquier persona con “dos dedos de frente” bajaría al trastero y “haría rodillo”. Otros irían al gimnasio a la clase de spinning, y otros esperarían a “mañana”.
Pero los Repechinos, como andamos “mal del riego” y encima sin medicación, no nos lo pensamos dos veces y ……..¡¡¡a la caleya, que hace buen día!!!!.

-¿Que está “feo”?......Nada, seguro que en media hora mejora y asoma el sol.

-¿Que está orbayando?......Vá, seguro que ye una nube.

-¿Que el orbayu ya pasó a lluvia?...... Vá, ye una nube pasajera, allí al fondo en el monte se ve un rayín de sol, veréis como para enseguida, vamos para allá.

-¿Que habrá barro en la caleya?..... Nada, seguro que en cuanto subamos un par de trialeras ya salió el sol y ya está todo más seco.

Más o menos estos son los “razonamientos” de un Repechín, así que ya veis que a partir de estos pensamientos, se puede esperar cualquier cosa de estos “locuelos azules” que “apatrullan la caleya”.

Hoy, era un día “especial” para Angelo Motorini y para este “juntaletras”, hoy era el día del bautizo de nuestras “peques”.

Rendidos a la mayoría, cambiamos nuestras monturas por unas “ruedas grandes”.

Yo creo que ambos tuvimos la sensación que siente “el negro del whatsap”, y es que al mirar adelante, “te vienes arriba”, “viendo aquello negro y largo delante de tus piernas”.
Hago "chas" y aparezco a tu lado


Pero enseguida vuelves a la realidad y te das cuenta que es la rueda delantera. Como no podía ser de otra manera, Pelayo era fiel testigo de nuestra nueva aventura.  Tras un día de sol en que aprovechamos para “conocer” a nuestras nuevas compañeras de caleya y hacer algunos ajustes, hoy era el gran día. 



Hoy el “Espíritu Repechín”, volvió a la caleya. No hubo ni una duda, ni un comentario sobre el tiempo, ni una mirada al cielo, hoy se rodaba, o se rodaba. Para empezar nos hicimos “un Bekariu”, nuestro pequeño homenaje para que el Picu del Sol no se olvide de nuestro compañero, que aunque lleve una temporada “de baja”, enseguida nos volverá a deleitar con sus fotos desde la cima.


La niebla se podía cortar con un cuchillo, y no se veía ni para cantar, pero no había problema. 
-¿Dónde vamos?, ¿vamos hacia el bosque de Muño?
-Perfecto, tira.

Como la ley de Murphy siempre se cumple, y mas en las rutas Repechineras, lo que era orbayu, pasó a lluvia, y había que “avivar el ritmo” para que el frío que ya empezaba a llegar a nuestra piel, no llegara a calarnos hasta los huesos. La ruta debía de hacer las delicias a Piragüas, porque era un subir siempre a contracorriente contra el agua que bajaba por el camino.

Unos enormes charcos en la zona alta del bosque pusieron a prueba la talla de nuestras bicis ( si llegamos a llevar las “26”, tenemos que salir nadando seguro). En la bajada, una corcina salió a mirar nuestras bicis, y es que no era para menos. Barro ya tenían bastante, pero lo que le debío extrañar al animal fue la sonrisa y la cara de satisfacción que llevábamos.

-Estos dos ciclistas deben de estar locos, (pensó).
- ¡¡¡Ahh, no, son así, son Repechinos!!!! Ya hacía tiempo que no los veía yo por aquí.

Una bajada y una subida, una subida y otra subida, y estábamos a punto de subir a las antenas de Huerces. Lástima que la subida fuera por el asfalto, pero lo mejor era que volvíamos a ir “rio arriba”.  No nos importaba mucho el agua que soltaban nuestras ruedas, porque ya estábamos calados hasta los huesos por la lluvia y los charcos, y nuestros dientes ya llevaban “castañeteando” media hora.

Huerces y para abajo. ¡¡¡¡Dios cuánta agua tiran estas ruedas!!!!

Tuvimos que bajar con la boca cerrada, porque todo el agua de la carretera subía por un conducto secreto del cuadro hasta nuestra cara.

Una vez abajo hicimos nuestra buena obra del día, ayudando a un paisanín a poner el eslabón rápido en su cadena rota. Después, ya paseín por la senda hasta casa hablando de nuestras sensaciones y buscando una ducha caliente.
¿Cómo se puede volver a casa mojados, llenos de barro, sin sentir los dedos, escupiendo arenilla, mirando a ver si tienes ahí los pies, porque no los sientes y con una sonrisa de oreja a oreja?.
No se puede explicar, solo si eres un Repechín lo entenderás. ¿Te animas a compartir nuestra próxima locura?. Nos vemos en Pelayo. 

Y hasta aquí nuestro particular “bautizo”. 

Ojalá disfrutemos con estas nuevas bicis, por lo menos, lo mismo que disfrutamos con las anteriores, pero sobre todo poder hacerlo con esos “locos azules”, los Repechinos, porque las rutas y las aventuras, las puedo poner en papel, pero las sensaciones de compartir rutas con ellos……eso solo se puede sentir conociéndolos y disfrutando de su compañía.

¡¡Va por vosotros Repechinos ¡!!.



Un saludo a todos WILLY

6 comentarios:

  1. Sinceramente Seve, descripción perfecta de nuestra mañana repechinera!!!

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  2. Sinceramente Seve, descripción perfecta de nuestra mañana repechinera!!!

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  3. Guapas bicis,si señor, con lo que estoy un poco escamado es con el color ese de chubasquero que lleva Willy que puede hacer juego con una batidora de color verde.Algunos ya sabéis de que va la cosa

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  4. Playu , ya ves lo que pasó a la termomix al mojarla, quedó en una "batidora" normal.
    Bueno, habrá que sacar el mejor partido que se pueda a lo que me quedó. Jejejejje

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    Respuestas
    1. Mucho mejor esa máquina que la batidora hombre

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    2. Que pena no haber pillaote con cinco años menos, Willy. Tendré que conformame con leete.
      Qué pasa con les tus neurones, Fermín. Pusieronsete en huelga, acasu?
      Saludos
      El bekariu

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