martes, 5 de mayo de 2015

LAS AVENTURAS DE WILLYJOTE Y LYNUX PANZA POR LOS MONTES DEL SELLA

En un lugar de Montevil de cuyo nombre no quiero acordarme, no ha mucho que vivía un Repechín de los de bici blanca, imán al barro y amor a la trialera…

Y en aquesta historia os vamos a contar lo que aconteció a nuestro Sr. Don Willyjote y a su escudero Lynux Panza en sus andanzas por los Montes del Sella.


Amanecía un día gris en Gijón y al poco de acostarse la luna, el fiel Lynux Panza, acudió a buscar a su compañero Willyjote y, juntos en tranquila compañía, se dirigieron en busca de aventuras a la cercana población de Ribadesella.
-Lynux: ¿A dónde vamos señor?

-Willy: A donde el viento nos lleve, mi fiel Linux Panza. Donde haya un entuerto que resolver, una dama que rescatar, una trialera que subir o una cervecita fría que degustar.

-Lynux: No se hable más. El plan es perfecto.

-Willy: No creas mi buen amigo que la empresa en que nos metemos no será fácil. Tendremos luchas con gigantes, con dragones y con los más maléficos magos que existan en este mundo.

-Lynux: Hombre….así presentado…..No pinta muy bien la odisea.

-Willy: Más no todo es negro. La gloria que podamos lograr será recordada por cientos de generaciones venideras. Y nuestra fama perdurará más que el Sol que nos alumbra.

-Lynux: Ya, la gloria y la fama están bien, pero algo más….palpable? Algo así como unos buenos reales de plata….o ganado o haciendas que incrementen nuestro patrimonio serían mucho más apetecibles.

-Willy: ¿Y para qué deciros de los placeres de la carne que de buen grado recibiréis de las fermosas doncellas a las que salvemos de sus entuertos, y los títulos de conde o de marqués, o incluso rey, que podréis ostentar si las damas a las que ayudemos ya estuvieren desposadas?.

-Lynux: No se hable más, me habéis convencido y no piense vuestra merced que soy hombre ni materialista ni mujeriego, pero uno tiene sus necesidades y ya estoy pensando en comprar una posada decente para vivir y cambiar esta burra vieja por una mula más “flaca” y rápida para recorrer estos caminos que rodean nuestro pueblo.


Y así, emprendieron nuestros amigos su ruta hacia lo desconocido.

Llegaron nuestros dos mozos a la famosa Cuevona, y Willyjote, al verla, levantó el brazo haciendo parar en seco a LynuxPanza.


-Willy: ¡¡¡Alto compañero, que aquesta es zona peligrosa, aquí vive el gigante Birlibirloque, y nuestra vida valdrá menos que la hierba que pisa tu burra.!!!!

-Lynux: ¿Qué gigante ni qué gigante, señor?, esta es una famosa cueva que sirve de puerta de entrada al pueblo que está al otro lado.

-Willy: Como se nota que tu vida no ha discurrido en el mundo de las Ordenes de la Caballería Trialesca.

Si no sabrías que el gigante que aquí vive se alimenta de ingenuos globeros como tú y que nunca llegarán a ver la gloria de ser un Repechín de Pro.

Y en un visto y no visto, allí que se fue Willy como un rayo vociferando:

-¡¡¡¡Sal malvado Birlibirloque que aquí estoy para que no acabes con la vida de mi joven compañero ¡!!!

¡¡¡Sal y lucha como un caballero!!!

Y corriendo como pudo, Lynux le siguió gritando:

- ¡¡¡Cuidado Willyjote, que hay poca luz y puedes tener un accidente y darte una costalada importante, y a tu edad se recupera ya uno bastante mal ¡!!!

La salida por el otro lado, no podía ser de otra manera, Willy magullado y agarrado como podía a su fiel montura.



-Lynux: Ya os lo decía yo, mi señor, que esto era una cueva natural, y no la guarida de ningún gigante.

-Willy: Calla, calla, que la magia del malvado mago, hizo que la luz desapareciera de repente, justo en el momento en que mi espada estaba a punto de acabar con su vida y solo pude salir con gran trabajo, tropezando con las mil rocas que mi enemigo me arrojaba y que tenía que esquivar totalmente a ciegas.

Tras este primer tropiezo, las andanzas de los dos compañeros continuaron, dirigiéndose ahora a coronar el Monte del Moro.


-Lynux: Bueno, ahora rodaremos con calma y subiremos hasta el Picu Moru a ver las bonitas vistas que desde arriba nos obsequia el Creador.

-Willy: ¡¡¡¡¿ El Moro?!!!!! , ¡¡¡¡Espérame aquí mi fiel amigo, que yo limpiaré el camino de sarracenos y morancos para que nuestro viaje sea tranquilo!!!!!

-Lynux: ¡¡¡¡Que nó, que se llama así, que no hay moro ni infiel ni nadie peligroso!!!!!

Pero nuevamente las advertencias del joven cayeron en saco roto, y allá que volvió Willyjote a hacer de las suyas, y como no podía ser de otro modo, acabó nuevamente magullado y aterrizando en las incómodas cotoyas que bordeaban el camino.

-Willy: ¡¡¡¡Malditos!!!!, Amigo Lynux, una legión de seguidores de la bandera de la media luna y el alfanje me rodearon, y aunque mi brazo me defendió lo que pudo, y mis piernas espolearon fuertemente mi montura, al ser un número tan superior, y atacándome por la retaguardia, me dejaron aquí, entre estos matojos, tomándome ya por muerto.

-Lynux: No hago carreta de ti Willy. Hazme caso y vamos a disfrutar del día y a buscar esos sitios donde podemos ganarnos esos reales de plata o donde conquistar territorios donde yo pueda ser jefe, conde o aunque sea un simple marqués y vivir de las rentas de mis súbditos.
O de lo malo malo…. Ver alguna bella doncella a la que convencer para que nos invite a comer alguno de los manjares típicos de esta zona, y después de comer….a lo que salga.

El camino no era fácil, siempre picando hacia arriba, y en poco tiempo, los metros de desnivel acumulados por las monturas de los viajeros, ya eran muchos.

Los famosos Picos de Europa, se mostraban a los viajeros, y la paz se respiraba en el ambiente.


Viendo nuestros amigos un rebaño de ovejas al lado del camino, les entró un poco de hambre, y al comentario de Willy:

-Willy: Sabed mi buen amigo, que en esta zona son famosos los quesos que las zagalas del pueblo fabrican, mitad leche de vaca y mitad de oveja.

Y fue oír por parte de Lynux que las cuidadoras de los rebaños de ovejas eran doncellas, y lanzarse éste como un poseso por el camino, buscando a las pastoras, no importándole que la ruta tirara hacia abajo ni que estuviera embarrada y bastante peligrosa para osar cruzarla de aquella manera.

Cuando Willyjote llegó al final de la embarrada trialera, encontró a su compañero arrascándose la rodilla, en la que se podía ver un respetable “7”.


-Willy: Pardiez, ¿Qué os ha pasado amigo?

-Lynux: Ehhhh, nada señor, que creí ver a una pastora de muy buen ver, pero al ir a echarle mano al talle, apareció…..este……el fiero…….Mandoblillo, el gigante malvado, ¿no lo conocéis?, y tuve que luchar a brazo partido con él para salvar mi vida y la honra de la zagala.

Pero…..no os preocupéis, lo puse en fuga en un santiamén, y solo me quedan estas descosidas en los pantalones como única “herida de guerra”.

-Willy: Mandoblillo……Mandoblillo…… pues no me suena el nombre de ninguno de mis libros de Caballerías Trialeras, pero bien es verdad que mi memoria ya no es la de antes.

Siguieron andanzas nuestros amigos, y al llegar a la posada de Collía, Lynux pidió al posadero un poco de agua para su jaca y para él. Pero al oírle Willy, le dijo:

-Willy: ¡¡¡Tate malandrín!!! ¿Acaso pedís agua para enjuagar vuestro gaznate?

-Lynux: Si, claro, no quiero que me visite el terrible Hombretón del Mazolindo que me peresigue allá por donde voy.

-Willy: En mis andanzas por estas tierras, recuerdo que era muy conocido Alí Granbirra, también conocido como el Gran Jandrinus. Era famoso por la poción mágica que le hacía invencible, igual si luchaba con legiones de soldados o con terribles ogros. Su famoso jugo de cebada pasará a los anales de la historia seguro, así que pediremos su famoso brebaje.

Mesonero un par de “cervecias”.



-Willy: ¿No te sientes mejor ahora, mi querido amigo?

-Lynux: A fe mía que tenéis toda la razón. Con este mejunje ya no tengo dudas de que conseguiré dineros, tierras y doncellas allá donde vayamos.

El día caminaba, y la mañana hacía tiempo que había tocado a su fin, dando ya paso a la tarde.

Tras unas zonas que siempre picaban hacia arriba, y debiendo meter bien las espuelas a sus monturas para que estas no les descabalgaran, llegaron a cruzar lo que se conocía en la zona como el camino principal.

-Lynux: Willy, parece que va a llover. ¿Cómo lo ves, comemos y esperamos a que escampe o coronamos esta montaña primero?

-Willy: Mi buen amigo, como se nota tu juventud y tus ansias de terminar. ¿No ves que esta montaña seguirá aquí después de que hayamos comido?, pues, ¿Para qué hacer el esfuerzo de subirla con el estómago vacío?

Y así que nos podemos cobijarnos bajo aquestos frondosos árboles y luego ya seguimos ruta.

Tras la frugal comida, reemprendieron ruta. Lynux, con gana de llegar arriba, montó en su jumento y sin mirar atrás, atacó las duras cuestas que tenía enfrente.



Willy, con la barriga llena pedaleaba mal, así que prefirió “acompañar” a su jumento unos metros, pero al ver que su compañero le aventajaba ya unos metros, decidió dejar de caminar y así terminar el ascenso lo antes posible.

La montaña no se acababa nunca, arriba, arriba, arriba.


Lynux haciendo equilibrios, eses y metiendo fuertemente espuelas, llegó al alto del Gran Bustacu, no sin casi perder el resuello, y acabando en el alto, tanto él como su jumento, en el suelo, tal que si un huracán los hubiera derribado y esperando a que el color volviera a su cara.



Willyjote, no pudo emular a su compañero, por más que lo intentó, acabó la subida como la empezó, “acompañando” a su jumento los últimos metros.

Una vez arriba, los dos quedaron boquiabiertos ante los paisajes que a sus pies se aparecían. Tanto si miraban al fondo, veían las playas de Espasa y hasta la de La Isla, y si levantaban la mirada, el majestuoso Picu Pienzu les estaba vigilando desde las alturas.



-Willy: Ahora bajaremos hasta la playa de La Vega, donde podremos darnos unos baños relajantes para recuperar nuestros maltrechos cuerpos.


-Lynux: Bueno, si me permitís señor, yo de eso de los baños, paso, este més ya me divertí en la acequia del pueblo, y tanta agua no puede ser bueno para la piel, además el día está tocando a su fin y aún no tenemos nada en nuestras sacas, ni dinero, ni comida, ni nada. Aunque si podemos ver alguna pensión o posada con alguna buena posadera….. no habremos perdido del todo el día en nuestra odisea.

Ya con la ciudad de Ribadesella a la vista, el cansancio empezó a hacer mella y Lynux, cegado por los cantos de sirena que se escuchaban, puso al galope a su jaca.

-Lynux: ¡¡Por aquí, por aquí, que mi olfato recuerda la última vez que estuve por aquí y me comí unos cachopos que quitaban el sentido!!!

Atravesando un frondoso bosque, unas sombras parecían perseguir a nuestros amigos, que no paraban de mirar por encima de sus hombros.

Las manos se fueron acercando a sus espadas y cuando una sombra parecía que les iba a saltar encima, un crujido de una rama resonó, y lo que aconteció a continuación, se lo pueden imaginar vuestras mercedes, un ataque aquí, otro allá, estocadas a diestro y siniestro, cuchilladas al aire, y ramas que iban cayendo al vuelo de los aceros de nuestros amigos.

-Willy: ¿A quién atacamos Lynux? Yo no veo a nadie en medio de este tupido bosque.

-Lynux: Yo no veo a nadie tampoco Willy, pero como tú atacas….

-Willy: Y yo igual, intento que el enemigo no nos rodee, pero tampoco consigo verlo.

Tras una hora de patear bosque, lo que quedaba tras Willy y Lynux, era una finca recién talada. No quedaba ni un árbol en pié, aunque tampoco ningún gigante ni maléfico enemigo .



Mirándose uno a otro, incrédulos de lo que habían hecho, sonrieron, y decidieron contar la misma historia a quien les viera salir de aquel bosque.

-Willy: Yo creo que debemos relatar este episodio como que no encontramos genios ni dragones porque se asustaron ante nuestro ímpetu y nuestras diestras estocadas, ¿verdad Lynux?

-Lynux: Amén. Yo, diré que ver no los ví, pero creo que oí sus pisadas cuando huían a lo más alto de las montañas.

Y así acabó la odisea de Willyjote y LynuxPanza por los Montes del Sella. No encontraron fortuna, pero las aventuras llenaron sus ansias de fama y dinero, así que sentados a la orilla del mar, con unas jarras de buen vino, se prometieron volver a por más aventuras.

-Willy: No te preocupes Lynux, volveremos pronto a otras aventuras, nunca se sabe donde nos puede sonreír la Diosa Fortuna.

-Lynux: ¡¡¡¡¿Sonreir?, ¿Fortuna?. ¿Es nombre de mujer?!!!

¡¡¡¡¡Ya estamos tardando en salir Willy!!!!!!

Un saludo a todos
WILLY







5 comentarios:

  1. Jajajajaja no podía ser más fiel el relato... Un día de lujo Willy, parecía q el tiempo iba a estar rebelde pero aguantó bien. Perfecto para poder disfrutar de las vistas desde el Fito y Bustaco.

    Seguiremos con las aventuras pronto, vete tramitando los bonobikes ;)

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  2. Muy bien Willy. ¿Las crónicas del lado oscuro no las harás? Sería mucho "trabajo" para ti. Además seguro que son más aburridas.

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  3. Muy bueno Willy en tu linea ascendente en las crónicas.Solo faltaba una Dulcinea para completar el relato

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  4. por dios,por dios,Willy estas desperdiciau ,se me pone la carne de gallina leyendo tus cronicas .Habra que crear un premio para ti ,que ensombrezca a los princesa de asturias,al nobel,etc,etc.Se admiten sugerencias.Mi correo valentinsoton@hotmail.es .Venga animaros, dadme ideas.MR43.

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