Los
Repechinos estábamos un poco de “capa caída”.
Muchas
bajas últimamente los domingos en nuestras citas semanales, unido a que
descubrimos que ya se vende nuestro querido uniforme en los Chinos de La
Calzada, no ayudaban mucho a levantarnos la moral.
Y
para mas INRI, llegaron a nuestros oídos que un grupo de Repechinos andaba
arrastrando los uniformes por las Mestas el sábado, se nota que la “escuela de
Barrancas” tiene tirón.
Se
está investigando quienes eran los culpables, para que paguen una buena
penitencia. Se hablaba que tenían que pagar un “cachopín” al Playu cada uno,
para purgar la humillación que dejaron al buen nombre de los Repechinos.
Pero
como “donde hubo, siempre queda”, este domingo, un grupo de Repechinos, volvimos
a “resurgir de nuestras cenizas”.
Trasmi,
Turonman, Hacendado, Yeloqhay, Piraguas y Willy estábamos decididos a quitarnos
las telarañas.
Hoy
nos acompañaba Fabián un compañero de Los
Pelayos que quería ver como era una ruta de los Repechinos.
Me
hicieron la pregunta de “ ¿A dónde vamos? “, yo contesté con otra pregunta “
¿Qué quieren los Repechinos?”.
Y
al igual que en la película de 300, en que gritaban ¡¡¡¡UHH AHHH!, antes de la
batalla, Los Repechinos gritaron al
unísono la canción de :
¡¡¡¡¡
QUEREMOS MARCHA MARCHA, QUEREMOS
MARCHA…..¡¡¡¡MARCHA!!!!
Y
como no podía ser de otra manera, pues a “darle al Cesar lo que quiere el
Cesar”.
Calentamos
les patukes subiendo por los túneles, y al cruzar la carretera nos encontramos
con el Blue, Jaguar, y alguien más, pero yo no lo ví.
Nosotros,
como siempre, huyendo del “negro elemento” del asfalto, seguimos por la ruta de
Covadonga hasta el Pinal, donde volvimos a ver al Blue a Jaguar y su compañero
un poco más abajo.
La
bajada por la trialera a Peón la hicimos con calma, y Yeloquehay no nos deleitó
con ninguna foto digna de la página de sucesos.
Nuestro
nuevo compañero iba encantado con el ritmo que llevábamos, porque era lo que
llamaremos una ruta “RENOS”(REpechín NOn Stop), no se paraba ni pa respirar, y las barritas
eran “sobrelamarcha”.
Turonman
estaba decidido a enseñarnos nuevas subidas a la Cruz, pero algo no nos
cuadraba de la dirección que quería tomar, así que subimos por lo conocido.
Allí,
las bielas empezaron a coger calor, y cada uno a su ritmo, subimos hasta el
alto, donde seguiríamos por todo el cordal.
Al
final, la gente se relajó un poco, alguno quería darse un baño de barro terapéutico,
otro quería parar a mirar el paisaje, otro tenía hambre, y claro, tuvo que
aparecer “el Tío La Vara”, para poner un poco de orden y que las cadenas de
nuestras bicis se empezaran a tensar otra vez.
El
trayecto por el cordal, nos impresionó, porque estaba perfecto para rodar en
bici, todo seco y ni rastro de barro.
Solo
nos disgustó un poco los grandes parches de hormigón que había en la ruta, la
verdad es que no pinta nada el hormigón en mitad de la montaña y en aquel
precioso pinar. Con haber reparado las roderas un poco, habría sido suficiente.
Para
no bajar la guardia, decidimos hacer el cordal por la parte más alta, y para
ello nos enfrentamos a la ruta por el cortafuegos, ruta que hizo que
apretáramos bien el culo para no marcarnos un “andariegu” al subir la zona más
complicada por el desnivel.
Como
la ruta era NonStop, Hacendado, casi tuvo que cargar agua en la fuente
sin bajarse de la bici, porque allí no paró ni el tato, y nadie quería llegar
descolgado a la última subida que nos esperaba para coronar el Fariu.
Pocos
metros por el asfalto, y tras girar a la izquierda, ya teníamos a tiro el ultimo
“falso llano” del día, la subida al Fariu por la parte de atrás, para salir al
parking del área recreativa.
El
viento empezó a soplar con fuerza, y no había donde resguardarse para comer una
barrita.
Bueno,
Piraguas sí lo encontró, y se resguardó en la zona de los contenedores de
basura, como era lógico, luego nadie bajó detrás de él hacia Paragüezos, debido
al “aroma” que despedía.
Y
casi sin tiempo para recuperar, nos tiramos a tumba abierta y con el lema
“mariquita el último”, bajamos hasta La Cuesta La Vaca, y luego hacia la Casa
de la Radio.
Como
buenos compañeros, sabíamos que a Trasmi no le gustaba bajar por el caminín que
hay a la derecha tras pasar La casa de La Radio, y ¿a que no sabéis por donde
decidimos bajar?, pues si, por el mismo camino, luego, ya en la Camocha,
cogimos la senda y a casita, que el viento azotaba con fuerza y no era buena
idea andar por ahí arriesgándonos a que un árbol nos cayera en la cocorota.
Y
hasta aquí, nuestra ruta de hoy, esperamos que a nuestro nuevo compañero le
haya gustado la ruta y que nos acompañe otros días.
Por
lo demás, algunos volvimos a sentir esas sensaciones en las piernas que te
dejan sin palabras para charlar, y que hacen que no gastes una pizca de energía
en hablar, porque hasta la última gota de fuerza tenía que ir para carburar las
piernas.
Nos
encantan estas rutas. ¿o no?. ¿qué somos? ¡¡¡¡Repechinos ¡!!, y ¿qué
queremos?, ¡¡¡QUEREMOS MARCHA MARCHA,
QUEREMOS…..¡¡¡¡MARCHA!!!!
Un
saludo a todos y gracias por una buena ruta y una mejor compañía. WILLY
Osti, vaya fallo, lo de "jaguar " era Javi Guardado , al corregir las faltas de ortografía, se me coló esto. Lo siento Javi
ResponderEliminarq buena ruta!! pa eso si merece la pena madrugar!!
ResponderEliminarmuy buena crónica
Eso es una ruta repechina, si señor.
ResponderEliminar