Algunos de vosotros estaréis estirando todo lo
que podáis vuestros últimos días de vacaciones, y otros, ya, recordándolos como
algo ya muy muy lejano.
La mayoría habrá dejado
“colgada” la bici estos días, pero sin poder dejar de pensar en ella al ver a
algún biker dándole al pedal.
Si para el año que viene no tenéis
ningún plan, podéis ir “preparando el terreno” y visitar el País de las Bicis
por Excelencia: Holanda.
En cuanto sales de España, la
cultura de las bicicletas, cambia. En nuestros viajes vemos que
la gente de otros países utiliza las bicicletas casi a diario para ir al
colegio, al trabajo, a la compra….., no como aquí que su uso es casi solo de
ocio y más de “domingo”.
Francia e Italia, serían un países donde disfrutarían mucho Turonman,
Mani y el Playu, con asfalto a tutiplén y unos puertos que son una pasada,
largos y “pindios” de narices.
Llama la atención en Francia,
ver a la gente ir al supermercado con la bici y traer el “pedido” en la cesta o
en las alforjas
Pasa lo mismo en Alemania, y
hasta en sitios con climas más extremos que el nuestro como Suiza, Holanda o la
misma Noruega.
Noruega, sería un buen país
para Desdelpicu y para mí con buenas rutas y con la suerte que en invierno
llega la nieve, y ya cambiamos la bici por las motos de nieve.
Recordando Noruega, lo que
más nos llamó la atención fue que los niños iban en bici hasta la parada del
bus, y allí las dejaban todo el dia, al lado de la carretera y la marquesina,
¡¡¡¡¡¡Y SIN CANDADOS ¡!!!!. Pasaba igual en los chalets, casi sin muros ni
cierres, y las bicis, allí tiradas en el césped sin ningún miedo a los amigos
de lo ajeno que tanto abundan aquí.
Alemania sería el destino
ideal para Yeloqhay, aunque acostumbrado a sus rutas por la Riboira, no sé si
la selva Negra llenaría sus ansias de fotos y paisaje inigualable.
Por otro lado, Suiza sería el
paraíso de Janjun, Pepe Botes y Jandrín,( cervezas aparte), por sus montañas, a
las que llegas a la cima tras varios trasbordos de telesillas y teleféricos, y
luego te tiras varias horas haciendo unos descensos increíbles.
Y por fín, Holanda, el paraíso
para Barrancas, es como la Senda de la Camocha, pero toda con asfalto, cero
repechos, cero trialeras.
Pero voy a contaros nuestro
viaje de este año, Holanda, que se me va la pinza.
Un país, ganado casi en su
totalidad al mar, no tiene grandes montañas, y al ser casi llano, la bici es
algo muy útil, y a veces necesario y otras obligatorio, para moverte por todos
los sitios.
Igual que en tiempos de Felipe II en los que una ardilla
podía cruzar España de norte a sur sin pisar el suelo, así en Holanda, puedes
recorrer todo el país, de norte a sur y de este a oeste, sin salirte del carril
bici. Hombre, la verdad es que no
es un país muy grande, poco mayor que Cataluña, pero aun así, siempre tienes un
carril bici al lado de la carretera.
Nosotros estuvimos en Utrech
con David, el hijo de Bluetomate y nos explicó un poco la vida allí.
La bici es obligatoria para
la vida diaria. Si trabajas cerca de casa, vas en bici, si trabajas lejos, vas
en bici hasta la estación, dejas la bici en uno de los muchísimos
supermegagigantes parkings de bicis, cojes el tren, bajas, vuelves a coger otra
bici y vas al curro. Y a la vuelta igual.
El coche en las ciudades casi
ni se utiliza. El aparcamiento es muy caro, y les da igual que haga sol o esté
nublado y sople viento ( lo que ocurre casi todos los días del año), el
desplazamiento: en bici.
Los pequeños pueblos, están
comunicados, como todo el país, con carriles bici, y en ellos ves a la gente
pedaleando a todas horas.
Las distancias, no les
importan mucho, se coge la bici y punto. Así puedes ver a gente “con todo el desarrollo
metido” y buscando una posición lo más cómoda posible en sus bicis de paseo y
apoyándose en sus altos manillares, recorriendo las orillas de grandes campos
de tulipanes, o un grupo de chavales con sus alforjas llenas de libros yendo al
colegio al pueblo cercano.
Modelos de bicis, puedes
encontrar todo lo que te imagines.
Bicis de paseo, son la
mayoría, tienen cestas en el manillar y alforjas y son las más usadas. No se
cuidan mucho, la verdad, con tal de que tenga aire en las ruedas y que frene,
vale.
El mantenimiento de cadenas,
limpieza o cables de freno, brilla por su ausencia (tal vez lo del freno se
esplique porque frenan dándole a los pedales hacia atrás, y puede que las
cadenas sean de color marrón “de serie”).
Bicis de montaña…..son como
las brujas en Galicia, “haberlas hailas, el caso es dar con ellas). Al no haber
muchas trialeras que echarse a la biela, no hay muchas montain bikes.
Las “flacas”, es un mundo
aparte, esas si que están impecables, sin una mota de polvo, y aunque yo no
entiendo mucho, solo sé que si me gustan es que son muy caras, allí, ¡¡¡¡me
gustaban todas y mucho!!!!.
Después hay otro montón de
bicis, que se adaptan a las necesidades de cada uno.
Si tienes un niño pequeño, un
bebé, se le adapta al manillar un sillita de bebé, de las que aquí ponemos en
los coches, y ya llevas al peque en bici.
Si el niño ya creció, se pone
un sillín en la barra horizontal, unas estriberas en la diagonal y un
parabrisas en el manillar y ya no hay problemas.
Cuando crezca un poco, pasa a
ir en el portabultos, eso si, con una silla para él. Si tienes dos hijos, pues no
hay problema, cada uno a un sitio. Si tienes hijos y tienes que
ir a la compra, compras una bici con un cajón enorme entre la rueda delantera y
el manillar. Algo así como una bici “choper”. Nosotros llegamos a ver a un
adulto, tres hijos y el pedido del “súper” en una sola bici, y aún podría haber
enganchado al eje trasero, uno de los carritos de tela que vemos por aquí.
Lo que más nos llamó la
atención, es que el 99% de los ciclistas, no llevan casco, solo los de las
“flacas” lo usan.
En fín, que la carga o el
número de pasajeros no es ningún inconveniente para coger la bici.
Como hay tantas bicis en el país,
no hay sitio para guardarlas todas. La mayoría duermen en el “Garaje De la
Estrella”, eso sí, con un candado, más o menos decente.
Donde más llama la atención
el número de bicis del país, es en las grandes ciudades. Hay unos parkings para
cientos de bicis, unos a ras de suelo, otros en zonas subterráneas, se amarran
las bicis a cada farola, y el metro de barandilla cerca de los canales está muy
muy cotizado. No es extraño ver tres y hasta cuatro bicis atadas una a otra y
la primera a la barandilla.
Una forma original de que los
aparcamientos “circulen”, es que si tu bici lleva un tiempo parada sin moverla,
la policía le pone una pegatina, que tras unos días cambian por otra de otro
color, y al tercer cambio, el ayuntamiento puede cortar los candados y quedarse
con la bici. Yo creo que esto no funciona mucho, pues ves bicicletas que no se
movieron de los aparcamientos en años.
Ante tan importante número de
bicis, pues el número de robos es también importante, y según nuestro
“confidente” holandés, cuando sales de fiesta hasta tarde ( las 9 de la noche),
puedes encontrar bicis de “dudosa procedencia” por 10€. También muchas bicis, tras
ser sustraídas acaban su andadura en el fondo de los canales, y tal es el
número, que muchos ayuntamientos tienen que dragarlos cada pocos años para
retirarlas.
En los pueblos, el problema
de guardarlas es parecido, las casas no deben ser muy grandes, y los trasteros
se usan para otros menesteres, así que las bicis de toda la familia, duermen en
la acera, delante de la casa.
La verdad es que las bicis
que Cova y yo llevábamos, no es que fueran precisamente de “última hornada, ni
tope de gama”, pero viendo lo que por allí se movía, alguno nos miraba con
ganas de ver si nuestro candado era “asequible” a sus zarpas. Menos mal que
nuestro Pitón les hizo desistir del intento. Aunque un par de veces perdimos
las bicis al no encontrar el canal en el que las habíamos atado, y es que
¡¡¡¡¡son todos iguales!!!! Y tardamos más de una hora en volver a encontrarlas.
Así que si no tenéis decidido
vuestro próximo destino vacacional, podéis ir “dejando caer” este posible
destino, y si podéis llevar la bici en un doble fondo de la maleta…. Perfecto.
Bueno amigos, hasta aquí
nuestra crónica de hoy, con el final del verano, volveremos al “cole” y a darle
“gusto al pedal”.
Un saludo a todos,
WILLY
Muy buena crónica Willy, la verdá ye que aquí tamos a años luz de esa cultura de la bicicleta jeje
ResponderEliminarNo me imagino yo todo el muro de san lorenzo con bicis candades.
Y menos lo de dejar la bici sin candar, q dentro poco tendremos q salir con el Pitón hasta pa subir al fariu
¿Dejar la bici sin candado?.
ResponderEliminarNo lo hago ni yo aquí en mi trastero.
respecto a lo de cruzar el país de punta a punta en carriles bici, aquí en España ya no se utiliza el ejemplo de la ardilla y los árboles.
Aquí ahora lo cruzas saltando de hijos de p*** en hijos de p*** sin tocar el suelo.
Willy informame tu que tienes mundo, ¿Aunque no te gusten las bicis y te gusten las gominolas creo que Holanda es muy recomendable,es cierto?
ResponderEliminarRoberto, tienes que salir más en bici que te noto muy estresado.
ResponderEliminarMenuda entrada, Seve. Esto no sería lo mismo sin tu pluma.
ResponderEliminarmuy bueno Seve, faltote algo de holanda las mujeres en los escaparates y los bares esos que vende hierba, tu crees que tambien lo teniemos que tener aqui , como lo ves,BARRANCAS.
ResponderEliminarUna cronica muy prestosa.
ResponderEliminarMuy bien contado todo. Una gozada de lectura y una sidra que te debo. Mi hijo dijo que tenia amigos muy guais.
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