Ha llegado otra vez el verano
y con él, una nueva Vuelta al Concejo, organizada como siempre por nuestros
compañeros Los Pelayos.
Este año, luchando contra reloj contra la burocracia y
los “estudios medio ambientales”, de última hora. Chema, Tino, Junco y el resto
de la banda pelayina, como siempre, hicieron un gran trabajo, gracias a
todos.
En Gijón y alrededores, hay
mucha gana de darle al pedal por estos montes maravillosos que rodean nuestra
ciudad, prueba de ello fue que las plazas se acabaron en 48 horas.
Como siempre, unos cuantos
Repechinos nos apuntamos a pasar un buen día dándole a la biela. Mani, Peter y Piti Stone,
Trasmi, Linux, Javi, Janjun, Jandrín, Yeloqehay, Barrancas, El Bekario y un
servidor fuimos los participantes. También nos acompañaron Ricardo y Elías "el
cuñado de Jandrín" que ya empiezan a ser habituales en las salidas
repechineras. No fuimos suficientes para llevarnos el trofeo al club con mas
inscritos, pero sí de los que menos bajas sufrieron en la ruta.
Solamente enterramos en un
contenedor cercano al Barrancas, con una bolsa de Alimerka como corona y al
Bekario le hicimos un “entierro de nivel”, en una cuneta cerca del Alto de la
Madera, eso sí, con unos ramos de cotoyes y hortigues, de los caros.
Oscarín venía aún con el
abanico de las fiestas de “loco Ibiza, loco mía, marcha Ibiza, loco mía”, y el
trazado se le atragantó. Al Bekario, el estar al “máximo nivel” en el mundo
de paddel le impidió recuperarse bien de una lesión, para afrontar esta ruta.
Los demás, como siempre,
dando guerra, unos por adelante, y otros “agazapados” en mitad del pelotón, y
atacando cuando el trazado se ponía “pindio”.
La Providencia, la Subida al
Tragamón, Baldornón, La fuente de 4 Jueces, Paragüezos y la Cuesta La Vaca, fueron las
primeras rampas, entretenidas, y con un sol de justicia, no se hicieron
excesivamente duras.
Janjun intentó adelantar a su
bici bajando hacia Baldornón, pero el percance se saldó con una carrera a 4
patas para evitar arrastrar el “body” por la grava y unas risas por parte de
los Repechinos ( se nota nuestra vena “solidaria” ¿no?, en vez de preocuparnos
por su salud, cachondeo y a seguir pedaleando, jejejejejeje).
En lo alto de la Cuesta de la
Vaca, reagrupamiento y a comer algo para recuperar fuerzas de lo que nos
esperaba. Barrancas y el Bekariu, ya
llegaron bastante “cocidos”, y con la idea de abandonar, aunque en su defensa,
tengo que decir que otros muchos llegaron después y otros abandonaron antes.
Nuestras acciones de bolsa de
Vendas y Betadine S.A. no subieron muchos enteros porque la gente se tomó con
calma la bajada y los de la Cruz Roja creo que no tuvieron mucho trabajo,
aunque en la llegada a las Mestas nos pareció ver a un participante con el
brazo escayolado.
Los Repechinos, como decía
antes, repartidos en todos los berenjenales, unos en la cabeza, y otros
esperábamos que nadie quedara descolgado del pelotón. Por mi parte, hice casi toda
la vuelta con Piti y Yeloqhay, y a veces con Javi.
Piti, acabó afónico, de tanto
hablar, no paró en todo el día. Cuando llegaba una cuesta, allí que estaba
Piti, y yo al lado, y raca raca raca, contándome historias del rey de Veranes
que había encerrado a su hija en la torre y en la capilla, que si los hórreos
de la zona eran de “estilo Carreño”, tallados y pintados…. En fin, que acabé
con los paracetamoles de los de la cruz roja para el dolor de cabeza.
Subiendo a Ruedes, nos
juntamos con Kike, y aunque suene raro, eché de menos las charlas sobre niños,
porque empezaron a hablar de “sistemas energéticos calefactores, con un 10% de
ahorro calorífico en la factura de la luz y con un coste solo de 50 mil euros”
y yo ya no sabía si estaba en la Vuelta al Concejo de Gijón o en La Vuelta al
Concejo de China, porque no entendía nada.
Kike se marcó un Cocorico
Cocorico, diciendo que tenía comida familiar, pero yo creo que como veía que
Piti no acababa de quedar afónico, optó por desertar jejejeje
La verdad es que el cachondeo
nos duró cada metro de cada subida. Cuando adelantábamos a algún participante
que ya iba “con la galletita y san 36” subiendo las duras rampas, Piti
comentaba “ Willy, ¿quitamos el plato mediano? , ye que sino vamos a llegar
arriba enseguida”
Jejjejeeje y lo malo era que
más de uno nos miraba con unos ojos como platos, los desarrollos que
llevábamos. Jejejejeje
Como a los Pelayinos les
“prohibieron” llevar la Vuelta por el Bosque de Muño, tuvieron que
reorganizarla a última hora, y el resultado fue que tuvieron que meter bastante
asfalto. La verdad es que paseamos por zonas que nunca habíamos pedaleado, pero
que nos hicieron apretar bien el culo para llegar arriba, sin hacernos ningún
“andariegu”. Sin duda, si no tuvieran asfalto, serían zonas clásicas en
nuestras rutas domingueras, debido a su desnivel.
La comida en Peñaferruz,
empanada, sándwich, fruta, y barritas hicieron que se recargaran las pilas ( yo
como , soy alérgico al queso, a los lácteos, al gluten, celíaco, y vegano, me
pusieron unas chuletinas y pulpo con patatines y tarta de la abuela de postre,
aunque les faltó el detalle de la mesa y el mantel, tuve que comer con todos
sentado en el prado).
Aquí, Trasmi se nos quedó
dormido y al levantarse los calambres atacaron sus piernas. Mal que bien, a su manera, y
siempre ayudado por la “solidaridad Repechinera” (lo dejamos solo en cuanto no
pudo seguir el ritmo), llegó al embalse de San Andrés, y allí no se bajó de la
bicicleta, para no enfriar y que los calambres volvieran.
Los demás, en la línea, unos
cafés para unos, un agua para otro, unos acuarios para el resto, y un palé de
cervecines pa Jandrín, que hoy nos enseñó una nueva utilidad de los botes de
herramienta, y fue meter un bote de boldam dentro. La explicación, fue que como
no sabe reparar nada en la bici (como Mani y yo), ¿para qué va a llevar el peso
de unas herramientas?, así, mientras espera que llegue la ayuda, se toma una
cerveza tranquilamente.
Luego ya solo nos quedaba un
falso llano por el Monte Areo y enseguida a bajar hacia Veriña donde acababa la
Vuelta.
Aquí, hicimos la Incineración
del espíritu de Barrancas, representándola en su camiseta de la inscripción.
El Maestro pirotécnico fue
Peter Stone, que era el único que tenía un mechero en todo el pelotón, y el
maestro fallero, Mani, que agotó todo el gas del mechero para que no quedara ni
rastro de la camiseta.
Después, ya ruta tranquila
hasta las Mestas, donde Mani nos obsequió con su famoso “Fin de Vuelta”,
consistente en una empanada que fue la envidia de todos cuantos nos miraban
muertos de hambre. Para remojarla, ¿Qué mejor que unas cervecitas?, aquí quien
se lo agradeció de corazón fue…..¿ya sabéis, no?, nuestro Duff-man Repechín:
Jandrín.
Allí nos encontramos al
Bekariu, que bajó a felicitarnos por terminar la ruta, y de paso compartir
cervecitas con nosotros.
También estaban nuestras fans
más incondicionales, Dolo y la mujer y la niña de Piti.
Tengo que decir, que alguno
se emocionó un poco al entrar a Las Mestas y verlas allí diciendo ¡¡¡¡Hala
Repechinos, ánimo!!!! Y aplaudiendo.
Bueno amigos, como siempre,
esta fue mi particular visión de esta 21 Vuelta BTT al Concejo de Gijón, espero
que os haya entretenido, y si os saca alguna sonrisa, me doy por satisfecho.
Un saludo a todos, hasta la
próxima.
WILLY
Estupenda crónica, Willy. Y una más que cae. ¡Grandes!
ResponderEliminarjajaja menudo salto con doble tirabuzón de Janjun.
ResponderEliminarUna pena el abandono de Barrancas y Bekariu.
No ganamos el premio al grupo más numerosu pero siempre tábamos alante en todas las paradas jeje
Un placer defender el maillot un añu más