En el país de Nunca
Retrocederás, vivía un príncipe que era muy apreciado por sus súbditos, los
Pelayinos.
Blue-Pelayín, era un ejemplo
para todos, colaborador incansable en cualquier acontecimiento, buen compañero
y gran ilustrador fotográfico de cualquier acontecimiento que mereciera ser
compartido con los lectores de su blog.
El único defecto del
príncipe Blue, era que quería ser el mejor de su reino y no paraba de preguntar
a su espejo mágico :
-
Espejo espejito,
¿Quién
es el más guapo y más fuerte, del
mundo de los Pelayitos?.
El
espejo, siempre temblando le decía :
- El más fuerte es Juanjo, el Caballero de la Alegre Batería, lo
conoceréis por el dibujo de su maillot, una batería negra, con dos rayos en los
bornes y una inscripción que pone “ 220 V” en su yelmo.
Cansado
Blue de oir siempre lo mismo, decidió salir en su busca para que “solo pudiera
quedar uno” en el Reino Pelayín.
Un día, decidió hacer una
ruta en su bici por la cercana comarca de Villaviciosa.
Como el día estaba nublado,
se perdió en medio del monte y cuando ya las fuerzas abandonaban sus piernas,
encontró en un claro del bosque, una pequeña cabaña.
Entró a refugiarse y allí
vio una gran perola con una fabada de impresión y unas sartenes con unos
cachopos calentitos.
Entre el frió que traía y el
agradable ambiente que allí había, no se lo pensó dos veces y se sirvió un buen
platín de fabes y un par de cachopinos desaparecieron de la sartén.
Un par de botellines de
Sidrostar y una cazuelina de arroz con leche también pasaron por su gaznate, y
así, con el estómago lleno, buscó donde descansar y vio siete camitas listas
para ser ocupadas y que parecían estar diciendo : “ acuéstate, acuéstate….”.
Y allí que se nos recostó el
Blue y se quedó “frito” en cinco
minutos.
Los Repechinos, regresaban
de su trabajo diario, buscar trialeras y rutas dignas de ser “asaltadas” y
dejarlas listas para que fueran “cien por cien” ciclables.
Con sus trajes azules sus cruces amarillas en el pecho y la espalda,
y los picos y las palas en sus hombros venían cantando.
“ Aihó, aihó, a casa a
descansar,
Y con nuestras bicis mañana,
Todos iremos a pedalear “.
La casa del bosque era la de
los 7 Repechinos :
Yeloquehay ( enanito
Bonachón)
Desdelpicu ( enanito Poeta)
Piragüas ( enanito Gigantón)
Trasmi (enanito Peleón )
Turonman ( enanito
“tuercas”)
Playu ( enanito glotón)
Willy (enanito Gruñón)
Cuando los Repechinos
entraron en su casa, Desdelpicu dijo :
-
“¿Quién ha comido nuestra fabada, que
ya estaba lista para ser saboreada?”
A lo
que Trasmi respondió :
-
Seguro que el mismo que nos comió los
cachopos, como lo coja le voy a “aplaudir efusivamente ambos lados de la cara “
-
Déjamelo a mí ( dijo Piragüas) , ya me encargo
yo de juntarle la columna con el esternón, de una palmada en la espalda, pero
desde el cariño, ¿eh?
-
No seáis malos (dijo Yeloquehay), seguro que
era un alma descarriada que tenía mucha
hambre y necesitaba nuestra comida más que nosotros.
-
¡¡¡Mierda!!!! Ya me veo yo pelando patatas otra
vez para poder comer nosotros ( dijo Willy).
Cuando
los Repechinos se callaron, escucharon unos ronquidos que pensaron que un oso
había entrado a su casa a hibernar, pero nada más lejos de la realidad, era
Blue-Pelayín , que roncaba a pierna suelta, todo espatarrado encima de las
camas de nuestros “amigos azules del bosque”.
-Piragüas,
despiértalo tú, dijo Willy, pero cógelo por los pies y asómalo por la ventana
jejejejeje
-No
seas burro Willy, es un ser humano y necesita todo nuestro cariño, dijo
Yeloquehay.
-
Aunque no sea nuestro hermano,
debemos
echarle una mano, dijo Desdelpicu.
En
medio de esta disputa, Blue-Pelayín se despertó, y preguntó :
-
¿Quiénes sois vosotros?
-
Somos los 7 Repechinos, los duendes azules
del bosque y la caleya.
-
Pero si solo estais 5.
- Es que Turonman está en un cursillo de
tunning de coches en León, y este fin de semana tiene el examen final,
esperamos que haga una “preparación espectacular” del C4, Y el Playu tiene una
“cata” de cachopos de tiburón-ballena en Tapia, y hoy tienen la degustación de
los aperitivos.
En
verdad somos muchos más pero son como los vampiros, tienen miedo a la luz y no
se los ve mucho de día.
- Necesito vuestra ayuda, tengo que hacer algo
para superar a Juanjo el Voltios y ser el rey de los Pelayinos.
Bueno,
la cosa va a estar complicada, pero si hacemos una ruta a la Virgen de Lugás,
que es una prima cercana de San Repechín del Falso Llano, seguro, seguro que te
echa una mano y tal vez lo consigas.
Eso,
y que Piti, otro Repechín que “sabe bastante” de voltios y culombios le “dé un
vistazo” al cargador de la bici de Juanjo, y tienes ganada la batalla en la
próxima ruta que coincidáis.
Y
así, fueron nuestros 6 amigos trialera para arriba, caleya para abajo, cruzando
ríos, luchando contra el barro que frenaba sus ruedas y hacía desaparecer los
zapatos a poco que había que poner pié a tierra.
Tras
mil y un infortunios, tras desafiar a las hormigonadas cuestas de pueblos
remotos y tras encomendarse al Divino para que guiara sus ruedas en las
resbaladizas y embarradas bajadas, nuestros héroes llegaron al santuario de
Nuestra Señora de Lugás.
Allí,
fue coronado Blue I el Pelayín.
Fué
una ceremonia sencilla, pero en la que había barro por todos los rincones.
¿Podrá
Blue I el Pelayín destronar a Juanjo El Caballero de la Alegre Batería ?
Lo
sabremos en cuanto se vuelvan a cruzar sus manillares en cualquier caleya.
Y
allí estaremos los Repechinos al acecho,
escondidos tras un árbol, resguardados bajo una seta o camuflados entre el
barro de una bañera de jabalí para contároslo.
Y
sin más que contaros y tras otro baño de barro de todos los participantes,
dimos por terminada nuestra aventura, y todos fuimos felices y comimos
perdices.
(Bueno,
muchas perdices no encontramos, debieron acabarlas para los entremeses del
Playu).
Un
saludo a todos, y nos vemos en lo más profundo del bosque, ehhhh, perdón, nos
vemos en la trialera.
WILLY